CARLOS TABLANTE
Como
bien lo dice Laureano Márquez en su libro SOS Venezuela, donde hace un
llamado de auxilio, “no solo de medicinas y alimentos, necesitamos
auxilio de libertad. Uno de los temas pendientes desde la fundación de
Naciones Unidas es como lograr que los pueblos se apoyen mutuamente en
la defensa de los valores democráticos, que funcione el Derecho
internacional y no la ley del mas fuerte o del mejor armado, porque
estaríamos repitiendo a escala global lo que sucede en el interior de
los regímenes autoritarios. Parte de esa ayuda es la creación de una
conciencia de solidaridad cívica global, para que los organismos
internacionales no acaben reaccionando demasiado tarde frente a las
tragedias políticas casi siempre cuando gran numero de inocentes han
pagado con su vida el deseo de una existencia mas justa, tolerante y
democrática”.
Laureano
Márquez, maracayero, politólogo, filósofo y humorista, anda en campaña.
No para ser presidente, sino para alertar al mundo sobre la terrible
situación que vive nuestro país.
Su
libro SOS Venezuela es un relato corto pero preciso que busca explicar a
los ciudadanos de otras naciones lo que ha pasado en la nuestra. Lo
hace con dos objetivos: conseguir ayuda para restablecer la democracia y
para atender la crisis humanitaria que está matando a los venezolanos,
en especial a los niños y a los mayores.
En
ese afán, Laureano está presentando su libro en Europa. En España
participó en el programa de Andreu Buenafuente – otro popular humorista
con gran audiencia – y supo explicar la tragedia venezolana con
precisión, equilibrio y dignidad. En una librería Cervantes abarrotada
de venezolanos, de la mano de la Editorial Alfa de Ulises Milla,
profundizó en las razones para seguir denunciando al régimen fallido y
forajido de Maduro. Fallido porque no ha sabido atender las necesidades
básicas de alimentación, salud y seguridad de la población, y forajido
porque viola constantemente la Constitución y todas las leyes y
convenciones internacionales, empezando por la de los Derechos Humanos.
Obviamente
no es un libro de humor. No puede serlo. Nuestra situación es trágica,
dramática. Laureano la explica para quienes no son venezolanos ni han
vivido aquí, con la esperanza de que ayuden y también que prevengan que
en sus países pueda repetirse la desgracia venezolana.
Laureano
previene contra “la anti política, la demagogia simple y el populismo
destructor” que crece en varias naciones del mundo. Aboga el autor por
una vida de respeto, tolerancia, solidaridad, honestidad y bondad,
deseando que la política se impregne de todas estas virtudes. Cualidades
que, a pesar de todo, subyacen en la naturaleza de los habitantes de
Venezuela: “una tierra de horizontes abiertos, donde una raza buena ama,
sufre y espera”, como cita Laureano al final del libro, recordando a
Don Rómulo Gallegos.
Laureano,
como nosotros y como muchos venezolanos, no pierde la esperanza de que
el país supere este período oscuro de su historia. Y que lo haga de
manera pacífica y democrática.
A
pesar de que la dictadura quiere realizar unas elecciones a su medida,
en mi opinión, debemos continuar peleando desde una Unidad cada vez más
amplia y con el valioso apoyo de la comunidad internacional, la
realización en este 2018 de elecciones libres y con garantías, exigiendo
así la plena vigencia de nuestra Constitución, tan violada y pisoteada
por el régimen madurista.
@TablanteOficial
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