sábado, 27 de agosto de 2016

¡A LA CALLE Y A VOTAR!

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                                 Pompeyo Marquez

La MUD está convocando para el 1o de septiembre una movilización nacional para exigir una vez más al CNE que fije la fecha para la recolección del 20% de las firmas necesarias para la convocatoria a lo que no dudamos en calificar como un sentimiento nacional: el referendo revocatorio al mandato de Maduro.
El aprendiz de dictador tiene trancado el juego cuyas normas principales están en el artículo 72 de la Constitución Nacional. No hay que inventar nada, lo escrito, escrito está y cuando ese escrito forma parte de la Carta Magna no admite discusión, ni forma parte de ninguna negociación, pues lo establecido en ese texto es para su fiel cumplimiento por todos los venezolanos sin distingos. Si algo cobija a la ciudadanía es precisamente la Carta Magna.
Esta jornada nacional del 1º de septiembre constituye una nueva etapa de movilización que impida que este aprendiz de dictador y su cúpula militar-civil se burle de 30 millones de venezolanos. La Toma de Caracas viene precedida de numerosas actividades, es la culminación de una planificación inicial que dará paso a su vez a otras movilizaciones para las cuales debemos estar preparados inmediatamente después del 1/9.
Dirigentes políticos de variadas tendencias coincidimos en que los eventos a realizar tienen que tener en forma y contenido la Unidad Nacional, el revocatorio de Maduro, y la sustitución de su régimen, de su modelo fracasado, por un gobierno de transición también de Unidad Nacional que rescate las libertades sociales y económicas dentro del marco constitucional.
Al país hay que unirlo, es un absurdo de los absurdos que nuestra patria venezolana esté escindida en dos pedazos, uno de los cuales ha expresado de distintas maneras en forma mayoritaria su voluntad de cambio. Entramos en una recta final que es irreversible, porque lo que está en juego es salvar a Venezuela, no a ningún líder ni a ningún sector social o partido en particular.
El sello distintivo de estas movilizaciones tiene que ser en consecuencia la mayor amplitud, abrir los caminos a todos aquellos que queremos a nuestro país y que sabemos, por experiencia acumulada durante estos 17 años, que cada día que pase Maduro en el poder, desangrando al país, serán días que profundizarán la crisis a la que está sometida la nación por el empeño, terco, insensible, de una cúpula militar-civil a la que no le importan los sufrimientos de la población. A la calle y a votar.


Después del 1o de septiembre

 
No puede ser que cuatro comadres al servicio del aprendiz de dictador se burlen de todo un pueblo. Eso significa que tenemos que preparar todo un plan de acciones que tendrá un momento culminante con la Toma de Caracas el 1o de septiembre, evento que a su vez dará inicio a nuevas jornadas de resistencia en las cuales el tiempo está premeditadamente a favor de Maduro.
Hay que poner en evidencia que no estaremos cruzados de brazos ante una burla semejante, y habrá que dedicar a los mejores cerebros de la disidencia a meditar en qué hacer después del 1o de septiembre, qué tipo de acciones serían las más pertinentes, entre ellas –y lo damos como una idea preliminar– materializar esa Unidad Nacional que pregona la MUD.
Están dadas las condiciones para jornadas de tales magnitudes. Es la iglesia, los trabajadores y los empresarios, las academias, los gremios profesionales, las autoridades de las universidades autónomas, el movimiento estudiantil… se vislumbran también sectores del chavismo que comienzan a desprenderse de quienes han cometido tantos disparates que han arrastrado al país al barranco.
Tener confianza en que no hay nada homogéneo, y por tanto tampoco hay homogeneidad en las fuerzas armadas. No es equivocado el análisis de que en su seno hay sectores institucionalistas que ven en peligro a una institución que trata de “desbaratar” una cúpula corrupta.
Hacer converger a todos estos sectores en una misma dirección: una gran asamblea nacional donde esté representada la inmensa mayoría del país dirigiéndole un mensaje a los venezolanos y venezolanas para rescatar a una Nación en crisis por culpa de una cúpula militar-civil empeñada en imponerle a 30 millones de venezolanos un sistema fracasado, manejado además por personeros corruptos, inneficientes, mediocres.
En nuestra opinión, debemos salir de este 1o de septiembre con una hoja de ruta pletórica de coraje, de valor cívico, de decisión de conquistar la libertad y la democracia y la República civil, hoy sumergida en el foso, y detener y revertir el dolor y los sacrificios de sus habitantes.
Hay que hacer prender la idea de materializar esa Unidad Nacional en la cual la MUD y los sectores de la sociedad ya mencionados pasarán a formar parte activa del inminente episodio que se avecina por el rescate de los derechos civiles, la libertad y la democracia, en pos del progreso de la República. ¡Sí se puede!

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