A ZAPATERO NO LE GUSTA EL REVOCATORIO
TRINO MARQUEZ
José Luis Rodríguez Zapatero,
mediador propuesto por Nicolás Maduro para facilitar el acercamiento entre el
Gobierno y la oposición, intervino en el Consejo Permanente de la Organización
de Estados Americanos (OEA), el lunes 20 de junio, sin referirse con un mínimo
de solidez a los graves problemas políticos, económicos y sociales que existen
en Venezuela, todos provocados por la aplicación del absurdo modelo del
socialismo del siglo XXI, y sin mencionar el referendo revocatorio, mecanismo
constitucional previsto en la Constitución para sustituir al Presidente de la
República por la vía electoral.
Rodríguez
Zapatero hizo mutis por el foro porque, dijo, no le gusta el revocatorio. Como
apuntó Henrique Capriles, la clave del asunto no reside en lo que le guste o le disguste al
exjefe del Gobierno español, sino en lo que señala la
Carta Magna. Si un comisionado va mediar
en un hipotético conflicto en España, poco importará que esté de acuerdo o en
desacuerdo con que el régimen de ese país sea una monarquía constitucional, con
la figura del Rey como jefe de Estado. A lo mejor el modelo podría parecerle un
anacronismo. Sin embargo, en nada contribuiría este emisario a resolver el
conflicto cuestionando de entrada la naturaleza del régimen. Rodríguez
Zapatero, y los otros mediadores de la Unasur –Leonel Fernández y Martín
Torrijos- deberían saber que el referendo revocatorio fue impuesto por Hugo
Chávez durante los debates de la Asamblea Nacional Constituyente en 1999, como
parte de su filosofía acerca de la nueva
democracia, inspirada en las formulaciones de Toni Negri. La nueva democracia
debía trascender la democracia formal, representativa, burguesa. La soberanía
reside en el pueblo, verdadero soberano y protagonista de los procesos
sociales. Es al pueblo a quien corresponde colocar y revocar a los mandatarios
electos por el voto popular.
El
presidencialismo tan acentuado de la Constitución del 99, en la que se fija el período
presidencial en seis años -otro capricho del Comandante-, fue atenuado con la
introducción del revocatorio. Con el fin de no circunscribirlo sólo al
Presidente, se extendió a los otros gobernantes ejecutivos electos también a
través del sufragio universal: gobernadores y alcaldes. Ocurre, sin embargo,
que los períodos de los mandatarios regionales son de cuatro años, lapso muy
corto para aplicarles el revocatorio, mecanismo engorroso que toma mucho tiempo
activarlo. Por esa razón es que no se
instrumenta contra esos funcionarios.
Mientras
a Rodríguez Zapatero, siguiendo las directrices de Maduro, no le gusta el
revocatorio y lo considera un adorno de mal gusto, al pueblo sí que le gusta, y
bastante. La reafirmación de la voluntad revocatoria del 1% del Registro
Electoral Permanente (REP) ha sido un testimonio conmovedor de la voluntad y
confianza inquebrantable de la gente en su protagonismo para resolver por la
vía pacífica y electoral la gigantesca crisis que sacude al país. El Gobierno
nacional, las rectoras oficialistas del CNE, los gobernadores y alcaldes del
PSUV, los grupos paramilitares del chavismo, formaron una alianza diabólica con
el fin de quebrar la decisión de la gente. Aplicaron métodos hamponiles,
algunos grotescos, como dejar sin máquinas de verificación los municipios y
parroquias más poblados y donde los opositores son mayoría, y colocar captahuellas en zonas poco habitadas o
controladas por el oficialismo. El comportamiento gansteril se ha traducido en
presiones, amenazas, chantajes, extorsiones sobre los empleados públicos,
pensionados, becados, contratistas del
Estado. Todos los mecanismos mafiosos han sido activados con el propósito de
impedir que la verificación de firmas fuera exitosa. Pero, no lo lograron: la
gente pudo soportar las largas colas provocadas por la operación morrocoy y el
saboteo ordenados por el CNE, los cortes de luz, las vías obstaculizadas, las
bombas lacrimógenas y todas las incomodidades y abusos cometidos por la Guardia
Nacional y los grupos tarifados. La decisión popular se impuso. Este round se
ganó.
De
ninguno de esos abusos, encarados con firmeza y claridad por la MUD, ha tomado
debida nota el señor Rodríguez Zapatero. Debería agarrar lápiz y papel y
hacerlo. El proceso apenas comienza. Su acompañamiento será importante para que
el proceso culmine sin mayores contratiempos. La gente le dijo Sí al
revocatorio. Impedirlo podría resultar demasiado costoso.
@trinomarquezc
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