Eduardo Fernandez
El país está ardiendo por los cuatro costados. Mientras tanto, el mundo político discute temas muy interesantes. La gente tiene hambre. Los políticos hablan de política. La gente está desesperada por el alto costo de la vida. No creo que haya temas más importantes que la inflación y el desabastecimiento. Creo que esos dos problemas son cruciales si queremos evitar males mayores.
Un amigo me escribe desde Miami para decirme que antes hay que tumbar al gobierno, que si no cambiamos al gobierno no podremos derrotar a la inflación y al desabastecimiento. Mi amigo tiene 17 años tumbando al gobierno. Todos los años me escribe para decirme que éste es el último año del gobierno. Yo le pregunto, ¿Qué hacemos mientras tanto? ¿Qué hacemos mientras mi amigo tumba al gobierno?
Mi amigo me dice que mientras más hambre, mejor. Que mientras más desabastecimiento mejor, Mientras más violencia y más saqueos, mejor. Todo eso, me argumenta, contribuye a la caída del gobierno. El hambre, el desabastecimiento, la falta de medicinas, los saqueos, la violencia son bienvenidos porque, según su criterio, eso apresura la caída del gobierno.
Mi amigo tiene una gran confianza en que lo que venga después de Maduro será mejor. Si logramos hacer el Referéndum Revocatorio tendremos que elegir un presidente y mi amigo tiene confianza en que ese nuevo presidente acabará con la inflación y con el desabastecimiento y con la falta de medicinas y con la violencia en cuestión de pocos días.
Me recuerda la gente que decía que bastaba con sacar a Carlos Andrés Pérez de la Presidencia de la Republica para que todo mejorara.
Años después escuché que bastaba con salir de Hugo Chávez para que todo en Venezuela mejorara.
Por supuesto, muchos de los que querían la salida de Pérez, al cabo de poco tiempo empezaron a extrañarlo. Muchos de los que querían la salida de Hugo Chávez, al cabo de poco tiempo empezaron a decir que Chávez no era tan malo.
Yo pienso que el hambre del pueblo hay que atenderla ya, inmediatamente, por razones de justicia y por razones de prudencia, para evitar un incendio. Prudencia que se explica porque yo no vivo en Miami, sino en Venezuela. Pienso que el problema de la inflación hay que atacarlo ya. Que el problema de la violencia y el de las medicinas y el de la salud hay que atacarlos ya.
El argumento de que “lo bueno que tiene la cosa es lo malo que se está poniendo” no lo comparto. Creo que el liderazgo político tiene que entender que la agenda económica y social es urgente y no admite dilaciones.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
Un amigo me escribe desde Miami para decirme que antes hay que tumbar al gobierno, que si no cambiamos al gobierno no podremos derrotar a la inflación y al desabastecimiento. Mi amigo tiene 17 años tumbando al gobierno. Todos los años me escribe para decirme que éste es el último año del gobierno. Yo le pregunto, ¿Qué hacemos mientras tanto? ¿Qué hacemos mientras mi amigo tumba al gobierno?
Mi amigo me dice que mientras más hambre, mejor. Que mientras más desabastecimiento mejor, Mientras más violencia y más saqueos, mejor. Todo eso, me argumenta, contribuye a la caída del gobierno. El hambre, el desabastecimiento, la falta de medicinas, los saqueos, la violencia son bienvenidos porque, según su criterio, eso apresura la caída del gobierno.
Mi amigo tiene una gran confianza en que lo que venga después de Maduro será mejor. Si logramos hacer el Referéndum Revocatorio tendremos que elegir un presidente y mi amigo tiene confianza en que ese nuevo presidente acabará con la inflación y con el desabastecimiento y con la falta de medicinas y con la violencia en cuestión de pocos días.
Me recuerda la gente que decía que bastaba con sacar a Carlos Andrés Pérez de la Presidencia de la Republica para que todo mejorara.
Años después escuché que bastaba con salir de Hugo Chávez para que todo en Venezuela mejorara.
Por supuesto, muchos de los que querían la salida de Pérez, al cabo de poco tiempo empezaron a extrañarlo. Muchos de los que querían la salida de Hugo Chávez, al cabo de poco tiempo empezaron a decir que Chávez no era tan malo.
Yo pienso que el hambre del pueblo hay que atenderla ya, inmediatamente, por razones de justicia y por razones de prudencia, para evitar un incendio. Prudencia que se explica porque yo no vivo en Miami, sino en Venezuela. Pienso que el problema de la inflación hay que atacarlo ya. Que el problema de la violencia y el de las medicinas y el de la salud hay que atacarlos ya.
El argumento de que “lo bueno que tiene la cosa es lo malo que se está poniendo” no lo comparto. Creo que el liderazgo político tiene que entender que la agenda económica y social es urgente y no admite dilaciones.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
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