Lo urgente, es urgente
Pedro
Luis Echeverria
Sumamente movidas las dos últimas semanas
de actividad política en nuestro país. Varios hechos marcaron su dinamismo. Se
iniciaron con la valiente y decidida actitud del Sr. Almagro de convocar al
Comité Permanente de la OEA a una
reunión especial para discutir el enjundioso informe que preparó sobre la
crisis institucional que transita Venezuela y sus negativos efectos sobre la
vigencia de los valores democráticos. Igualmente, y como corolario de la
referida convocatoria, examinar
colectivamente la posibilidad de iniciar el proceso de activación de la Carta
Democrática de esa Organización
El régimen, por su parte, de manera
unilateral designó a un grupo de ex presidentes, muy afines al Gobierno, como "oficiantes"
para promover la posibilidad de establecer algunas bases para la celebración de
un eventual diálogo con la oposición; de esta manera el régimen trata de ganar
tiempo para postergar hasta, al menos, el próximo año la celebración del
referendo revocatorio incoado por la disidencia venezolana.
Los "oficiantes" pro gubernamentales
en cumplimiento de lo solicitado por Maduro, invitaron a representantes del
gobierno y de la oposición a unas reuniones de exploración sobre el tema. La
oposición de manera apresurada y sin sopesar debidamente el significado y
consecuencias de este llamado, procedió subrepticiamente a reunirse con los ex
presidentes y plantear sus condiciones para un posible diálogo con el gobierno.
De esta sorpresiva y errática acción opositora se desprenden tres lecturas: a)
La oposición acepta, sin objeciones de ninguna especie, a los " oficiantes
" designados por el régimen; b) tácitamente expresa su disposición a
participar en un diálogo cuya duración, agenda y otros detalles son, hasta
ahora, desconocidos y; c) debilitó la fuerza y viabilidad de la iniciativa
Almagro y fortaleció la posición de aquellos países miembros de la OEA, reacios
a la invocación y aplicación de la Carta Democrática como los ulteriores hechos
acaecidos lo demostraron y; d) La celebración del referendo revocatorio y la aplicación de la
Carta Democrática podrían ser postergados hasta que se agote el camino del
diálogo.
Los reiterados errores de apreciación de
los momentos políticos por parte de la dirigencia opositora y la consecuente
equivocada estrategia de acción que, con base en tal apreciación, diseña, en
muchas oportunidades ha llenado de dudas y vacilaciones al país opositor, ha
desperdiciado tiempo en discusiones y
rivalidades inconducentes, ha puesto en "zona de peligro" los tiempos
previstos en la Constitución para convocar, este año, el referendo revocatorio
y ha postergado la exitosa realización de contundentes acciones políticas.
Es impostergable que las organizaciones políticas
y sus dirigentes, nucleados en la MUD, entren en mejor sintonía con las
necesidades y urgencias del sufrido pueblo venezolano.
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