“MACONDO SIAMO TUTTI”
Espeso está el chocolate electoral colombiano, hierve el ajiaco político y servida está la mesa para que los candidatos presidenciales ofrezcan sus propuestas a los ciudadanos que los observan aún desconcertados ante el fallo de la Corte Constitucional del 26 de febrero último que declaró “inexequible” el proyecto de referendo para habilitar a una segunda reelección al presidente Álvaro Uribe Vélez. Se quedó con los crespos hechos, parece que deshojó durante demasiado tiempo la margarita; se pasó de horno Su popularidad rondaba para esas fechas el setenta por ciento. De hecho ya había recogido cinco millones de firmas en su apoyo pero definitivamente la Corte dio al traste con sus aspiraciones alegando vicios de procedimiento y fondo. Si no hubiera sido así, por tantas razones, Uribe habría triunfado nuevamente. Crisis en los partidos tradicionales que sin que nadie los empuje parecen extinguirse validando aquella afirmación, no sólo efectiva para ellos, de que “históricamente en Colombia el espíritu de facción ha sido una constante”. Habría triunfado porque para los colombianos Uribe lo había hecho bien en lo fundamental, que para ellos más que el crecimiento económico, que lo tienen, radica en el tema de vencer a ese enemigo gemelo que los socava que son la guerrilla y el narcotráfico. Habría ganado porque su estilo y acción estaban, están, en concordancia con una actitud de contención, concertada en los Estados Unidos y apoyada por la “democracia internacional”, a las aspiraciones de Castro-Chávez-Morales-Correa-Ortega. Habría ganado pero eso ya es imposible. Aunque óigase bien: Uribe se va para quedarse.
Pero eso es historia. Lo de ahora es campaña electoral para que el 30 de mayo se realice la primera vuelta electoral en la que participarán aproximadamente 30 millones de electores que eligen presidente y vicepresidente para un período de cuatro años, siendo los principales candidatos Juan Manuel Santos, del Partido Social de Unidad Nacional; Noemí Sanín, del Partido Conservador; Antanas Mockus, del Partido Verde; Rafael Pardo, del Partido Liberal; Gustavo Petro del Polo Democrático, y Germán Vargas de Cambio Radical.
¿Qué le conviene al gobierno venezolano? Depende. Porque si el objetivo del chavismo es el de concretar su proyecto de Socialismo del Siglo XXI, tal vez sea mejor para Chávez, Juan Manuel Santos, del mismo talante de Uribe, antagonista, cívico-militar, lo que le daría a ambos algo que los fascina: público y ring. ¿Noemí? Mujer, diplomática, dialogante, persistente, sutil, convencedora. Con ella se mejoraría estéticamente la relación bilateral, aunque subterráneamente persistirían tanto o más los problemas de hoy. ¿Y a todas estas cuáles son los cálculos de la guerrilla? ¿A qué apuestan los factores de poder en los Estados Unidos? ¿Y la Unión Europea? ¿Y etcétera?Una de las características de la globalización es que ya no hay política exterior. Todos somos vecinos internos. ¡Macondo siamo tutti!
Leandro Area
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