lunes, 31 de diciembre de 2012


Sartre y sus ex amigos



       Mario Vargas Llosa



Estaba ordenando el escritorio y un libro cayó de un estante a mis pies. Era el cuarto volumen de Situations (1964), la serie que reúne los artículos y ensayos cortos de Sartre. Lo encontré lleno de anotaciones hechas cuando lo leí, el mismo año que fue publicado. Comencé a hojearlo y me he pasado un fin de semana releyéndolo. Ha sido un viaje en el tiempo y en la historia, así como una peregrinación a mi juventud y a las fuentes de mi vocación.
Sus libros y sus ideas marcaron mi adolescencia y mis años universitarios, desde que descubrí sus cuentos de El muro, en 1952, mi último año de colegio. Debo haber leído todo lo que escribió hasta el año 1972, en que terminé, en Barcelona, los tres densos tomos dedicados a Flaubert (El idiota de la familia), otra de las tetralogías que dejó incompletas, como las novelas de Los caminos de la libertad y su empeño en fundir el existencialismo y el marxismo, Crítica de la razón dialéctica, cuya síntesis final, prometida muchas veces, nunca escribió. Después de veinte años de leerlo y estudiarlo con verdadera devoción, quedé decepcionado de sus vaivenes ideológicos, sus exabruptos políticos, su logomaquia y convencido de que buena parte del esfuerzo intelectual que dediqué a sus obras de ficción, sus mamotretos filosóficos, sus polémicas y sus úcases, hubiera sido tal vez más provechoso consagrarlo a otros autores, como Popper, Hayek, Isaías Berlin o Raymond Aron.
Sin embargo, confieso que ha sido una experiencia estimulante —algo melancólica, también— la relectura de su polémica con Albert Camus del año 1952, sobre los campos de concentración soviéticos, de su recuerdo y reivindicación de Paul Nizan, de marzo de 1960, y del larguísimo epitafio (casi un centenar de páginas) que dedicó a la memoria de su compañero de estudios, aventuras políticas y editoriales, amigo y adversario, el filósofo Maurice Merleau-Ponty (1961).
Era un soberbio polemista y su prosa, que solía ser siempre inteligente pero seca y áspera, en el debate se enardecía, brillaba y parecía insaciable su afán de aniquilación conceptual de su contrincante. No se equivocó Simone de Beauvoir cuando dijo de él que era “una máquina de pensar”, aunque habría que añadir que ese intelecto desmesurado, esa razón razonante, podía ser también, por momentos, fría y deshumanizada como un arenal. Leída hoy, no cabe la menor duda de que su respuesta a Camus era equivocada e injusta, y que fue el autor de El extranjero quien defendió la verdad, condenando la muerte lenta a que fueron sometidos millones de soviéticos en el gulag por el estalinismo a menudo por sospechas de disidencia totalmente infundadas y sosteniendo que toda ideología política desprovista de sentido moral se convierte en barbarie. Pero, aun así, los argumentos que esgrime Sartre, pese a su entraña capciosa y sofística, están tan espléndidamente expuestos, con retórica tan astuta y persuasiva, tan bien trabados e ilustrados, que suscitan la duda y siembran la confusión en el lector. Arthur Koestler pensaba en Sartre cuando dijo que un intelectual era, sobre todo en Francia, alguien que creía todo aquello que podía demostrar y que demostraba todo aquello en que creía. Es decir, un sofista de alto vuelo.
Camus rompió con Sartre por la cercanía de éste con el Partido; Nizan, por las diferencias y reticencias que guardaba con aquél. En su ensayo, que sirvió de prólogo a Aden, Arabie, Sartre hace un recuento muy vivo de la fulgurante trayectoria de ese compañero que parecía destinado a ocupar un lugar eminente en la vida cultural y que cesó, de aquella manera trágica, a sus 35 años. En tanto que, cuando refuta a Camus, aparece como un perfecto compañero de viaje, en el que dedica a defender la vida y la obra de Nizan, Sartre es un debelador implacable del sectarismo dogmático que cubría de calumnias infames a sus críticos y prefería descalificarlos moralmente antes que responder a sus razones con razones. El ensayo es también una premonición de lo que podría llamarse el espíritu de mayo de 1968, pues en él Sartre propone a Nizan como un ejemplo para las nuevas generaciones, por haber sido capaz de romper los moldes ideológicos y las convenciones y esquemas dentro de los que se movía la izquierda francesa, y haber buscado por cuenta propia y a través de la experiencia vivida un modo de acción —una praxis— que acercara el medio intelectual a los sectores explotados de la sociedad.La evocación de Paul Nizan (1905-1940), su condiscípulo en el liceo Louis le-Grand y en la École Normale Supérieure, a quien lo unió una amistad tormentosa, es soberbia y —adjetivo que rara vez merecían sus escritos— conmovedora. Hijo de un obrero bretón que, gracias a su talento, recibió una educación esmerada, Nizan fue muchas cosas —un dandi, un anarquista, autor de panfletos disfrazados a veces de novelas que seducían por su violencia intelectual y su fuerza expresiva— antes de convertirse en un disciplinado militante del Partido Comunista. Cuando el pacto de la URSS con la Alemania nazi, Nizan renunció al partido y criticó con dureza esa alianza contra natura. Poco después, apenas comenzada la Segunda Guerra Mundial, murió en el frente de una bala perdida. Pero su verdadera muerte fue la pestilencial campaña de descrédito desatada por los comunistas para envilecer su memoria.
El ensayo sobre Merleau-Ponty es, también, una autobiografía política e intelectual, un recuento de los años que compartieron, como estudiantes de filosofía en la École Normale Supérieure, su descubrimiento de la política, del marxismo, de la necesidad del compromiso, y, sobre todo, su toma de conciencia del odio que les inspiraba el medio burgués de que ambos provenían. Este odio impregna todas las frases de este ensayo y se diría que, a menudo, es él, antes que las ideas y las razones, y antes también que la solidaridad con los marginados, el que dicta ciertas tomas de posición y pronunciamientos de los dos amigos. Sartre es muy sincero y poco le falta para reconocer que, en su caso, la revolución no tiene otro objetivo primordial que borrar de la tierra a esa clase social privilegiada, dueña del capital y del espíritu, en la que nació y contra la que alienta una fobia patológica. En este ensayo aparece la famosa afirmación sartreana (“Todo anticomunista es un perro”) que llevó a Raymond Aron a preguntar a Sartre si había que considerar a la humanidad una perrera.
Este ensayo impresiona porque muestra la fantástica evolución de Europa en el medio siglo transcurrido desde que se escribió. Cuando Sartre lo publica, la URSS parecía una realidad consolidada e irreversible. La guerra fría daba la impresión de poder transformarse en cualquier momento en guerra caliente y, aunque Sartre y Merleau-Ponty discrepan sobre muchas cosas, ambos están convencidos de que la tercera guerra mundial es inevitable y que, una vez que estalle, el Ejército soviético tardará muy poco en ocupar toda Europa occidental.Merleau-Ponty fue el último de los intelectuales de alto nivel con los que Sartre fundó Les Temps Modernes en romper con la revista que, durante años, fue para muchos jóvenes de mi generación una especie de Biblia política. A partir del alejamiento de Merleau-Ponty, en los años cincuenta, sólo quedarían con Sartre los incondicionales, que, durante toda la guerra fría, aprobarían sus idas y venidas y sus retruécanos a veces delirantes en esa danza sadomasoquista que vivió hasta el final con todas las variantes comunistas (incluida la China de la revolución cultural).
La política impregna hasta los tuétanos la vida cultural en todas sus manifestaciones y los extremos apenas dejan espacio a un centro democrático y liberal que tiene pocos defensores en el mundo intelectual. No sólo Sartre y Merleau-Ponty ven en De Gaulle y la Quinta República a un fascismo renaciente y en Estados Unidos a un nuevo nazismo. Semejante disparate es en aquellos años de esquematismo e intolerancia un lugar común. Produce vértigo que pensadores que nos parecían los más lúcidos de su tiempo se dejaran cegar de ese modo por los prejuicios políticos.
Ahora bien. Pese a las orejeras ideológicas que delatan, aquellos debates tienen algo que en el mundo de hoy ha sido barrido por, de un lado, la banalidad y la frivolidad, y, por otro, el oscurantismo académico: la preocupación por los grandes temas de la justicia y la injusticia, la explotación de los más por los menos, el contenido real de la libertad, cómo conciliar ésta con la justicia e impedir que sea sólo una abstracción metafísica, etcétera. En nuestros días los debates intelectuales tienen un horizonte muy limitado y transpiran una secreta resignación conformista, la idea de que aquellas utopías de los tiempos de Sartre y Camus han quedado para siempre erradicadas de la historia. Hoy por hoy, tratándose de política, el sueño está prohibido, ya sólo son admisibles los sueños literarios y artísticos.
© Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 2012.
© Mario Vargas Llosa, 2012

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Los militares se convierten en el árbitro de la transición venezolana

ELPAIS



“Aquí hay una revolución militar en marcha y debe ser permanente, no puede detenerse”. El sentido de la frase debía resultar inequívoco. La pronunció Nicolás Maduro, vicepresidente de Venezuela y señalado sucesor por Hugo Chávez en caso de que este, convaleciente todavía en Cuba de su cuarta operación desde que en junio de 2011 se le detectó un cáncer, no esté en capacidad de asumir su tercer mandato presidencial el próximo 10 de enero.
Pero Maduro la leyó de un texto que atribuyó a Chávez y en el que exhorta en términos imperativos a mantener la doctrina militar bolivariana. Muchos analistas echaron de menos en el recado la redacción típica del presidente venezolano. También contribuyó al escepticismo sobre la autoría del mensaje el hecho de que se leyera durante una salutación a las guarniciones militares el 28 de diciembre, Día de los Inocentes, cuando por tradición en el país se gastan bromas para cazar a distraídos.
En Venezuela se ha dado inicio a la transición. Ya no parece decisivo si el presidente Chávez logra recuperarse de su reciente operación. Aun en ese caso, se da por hecho que, tarde o temprano, quedará incapacitado por el cáncer para completar el periodo hasta 2019. Hoy, 31 de diciembre, Chávez acumulará 110 días de tratamiento en La Habana, uno de cada cinco días del último año y medio de su gestión. En previsión de un desenlace fatal, los periódicos tienen preparados sus obituarios. Es una hipótesis que el propio Chávez dejó entrever en su última aparición pública.Esta vez la fecha fue ocasión de indicios explícitos sobre la importancia que las Fuerzas Armadas van adquiriendo como árbitro en la lucha por el poder que se gesta en el interior del chavismo. Con una sutileza que pocos le atribuirían, en el mismo acto militar se hizo presente Diosdado Cabello, exteniente del Ejército y actual presidente de la Asamblea Nacional, rival de Maduro en la línea sucesoria, vestido con una casaca verde oliva de tinte castrense. A la misma hora, el diario brasileño Folha de São Paulo, daba a conocer una entrevista con un antiguo ideólogo de la revolución bolivariana, el académico alemán Heinz Dieterich, quien desde México, donde reside, aseguró que “los cubanos no tienen influencia en la sucesión. Los militares leales a Chávez, este sí es el factor clave”.
Pero, además, los militares se han integrado de manera orgánica en la conducción del aparato paraestatal de asistencia y control social. Se trata de un “cuerpo biopolítico”, tal como lo califica, echando mano a un término acuñado por Michel Foucault, la psicóloga política Colette Capriles, profesora de la Universidad Simón Bolívar. El chavismo, en su aprendizaje durante 14 años de Gobierno, fue capaz de dar forma a una institucionalidad que funciona: las misiones, las redes de distribución de alimentos. “Este régimen se plantea cambiar y ordenarle la vida a las personas”, señala Capriles, “y para ello ha construido un eficaz sistema de localización y movilización de los individuos a través de organizaciones a las que deben adscribirse, a veces sin su voluntad, que los van llevando desde la cuna a la tumba”.En cualquier escenario, el visto bueno militar parece imprescindible. No tanto por su poder de fuego, sino por el control logístico y administrativo que las Fuerzas Armadas mantienen sobre funciones vitales del Estado. En el Gabinete, los militares ocupan tres carteras. Once exoficiales o suboficiales, designados como candidatos del oficialismo por el propio Chávez, fueron elegidos hace dos semanas gobernadores de otras tantas provincias de las 23 que conforman Venezuela.
Si el sector castrense quiere influir en la deriva política de Venezuela, no tendrá que hacerlo a cara descubierta, mediante un clásico pronunciamiento. Le basta con poner ese aparato a disposición de alguno de los candidatos a la sucesión, mientras se lo escamotea a otro. Es el trofeo que, junto a la mitología del comandante Chávez, se disputan Maduro y Cabello. Si a estas alturas Maduro lleva la ventaja por la voluntad expresa de Chávez, a la larga el resultado puede favorecer a Cabello. La mayoría de los oficiales del Ejército que hoy tienen mando de tropa forman parte de la promoción de 1987, la misma de Cabello.
En lo que con toda probabilidad podrían coincidir Cabello, Maduro y la oficialidad superior es en la conveniencia de llevar la transición por cauces constitucionales. Los dos primeros, para preservar el patrimonio político de Chávez. Los últimos, escarmentados por las sangrientas ocasiones en las que, desde 1989, las Fuerzas Armadas salieron a regañadientes a las calles para preservar el orden público.
La primera prueba de fuego para la determinación militar tiene fecha. El próximo 10 de enero debería juramentarse el nuevo presidente. A pesar del secretismo oficial sobre la salud del presidente electo, se espera que Chávez no se haga presente. En corrillos políticos se augura un acuerdo para declarar la falta temporal del presidente, lo que abriría un plazo de 90 días, prorrogable una sola vez, para que Chávez se incorpore al cargo o, ante su ausencia definitiva, se convoquen nuevas elecciones.
Perduran algunas dudas sobre el procedimiento —de hecho, ya se han presentado dos solicitudes de interpretación constitucional ante el Tribunal Supremo, purgado esta misma semana de sus últimos siete magistrados impredecibles o indóciles para el Gobierno—. Pero todo debe transcurrir en paz: si la incertidumbre da paso a desórdenes callejeros, los militares pueden verse obligados a intervenir.
Esa eventualidad, temida por todos, daría lugar a fracturas dentro de las filas castrenses, como ocurrió en abril de 2002, durante el breve golpe que sacó a Chávez del poder durante 47 horas. “Entre los militares actúan distintos grupos que no necesariamente están en contacto entre sí o tienen intereses convergentes”, advierte la experta Rocío San Miguel.
La otra gran incógnita tiene que ver con la Milicia Bolivariana. Con 120.000 miembros, armamento ligero y pobre organización, no es rival para ningún otro cuerpo profesional. Pero se constituyó por mandato del presidente Chávez y se ve a sí misma como una guardia pretoriana del proceso. Aliada a los extremismos chavistas, tendría condiciones que imponer en un conflicto. Pero son interrogantes en cuya respuesta nadie quiere enrolarse: el orden constitucional conviene a civiles y militares.

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Mesa de la Unidad: Maduro 

desconoce la profundidad de 

la crisis social



EL UNIVERSAl
Caracas.- El secretario ejecutivo adjunto de la Mesa de la
Unidad, Marino González consideró que  el responsable
del Poder Ejecutivo, Nicolás Maduro, tuvo un "mal estreno"
como delegado para asuntos económicos por parte del
presidente Hugo Chávez, pues en su primera intervención
en ese rol no pudo ser más "economicista".


González aseveró que Maduro sólo hizo referencia a 
la tasa de crecimiento reportada en el informe del Presidente 
del Banco Central de Venezuela, Nelson José Merentes Díaz.  
"Maduro obvió completamente las condiciones concretas 
en las cuales se desenvuelve la vida cotidiana de los 
venezolanos. Demostró que no conoce el efecto 
terrible que tiene la alta inflación en el ingreso de 
las familias venezolanas", manifestó.



Añadió que según las propias cifras del BCV, Venezuela 
cerró 2012 con una tasa de inflación de casi 20%. "Esta 
es la tasa más alta de América y la quinta del mundo. 
Pero lo más grave es el efecto en los alimentos, 
justamente el renglón más importante para el consumo 
de la familias de menores ingresos", indicó.



Además, aseguró que Maduro "olvidó mencionar que la 
inflación en alimentos fue casi cinco puntos superior 
a la tasa de inflación general. Todo ello a pesar de los 
controles de precios".



Para González, Maduro, además, no tomó en 
cuenta cifras oficiales, que apuntan a que de 
cada 100 artículos para el consumo, 20 
están escaseando de manera permanente. Indicó 
que entre ellos están los medicamentos, vacío causado 
por un recorte de 42% en la entrega de divisas 
en el sector salud en comparación con el año pasado.



Esta situación, aseveró, ha generado un fuerte 
desabastecimiento, especialmente de broncodilatadores, 
antibióticos y también los indicados para artritis, hipertensión, 
enfermedades de la tiroides, diabetes, y enfermedades 
, entre otros.



Además el secretario ejecutivo adjunto de la MUD, 
denunció que el Vicepresidente también obvió el impacto 
negativo de la actual política económica en la creación 
de empleo. "Durante el año 2012, el desempleo, la 
informalidad y la precariedad laboral se mantuvieron en 
niveles similares a los de 2011. Esto significa que 
el 50% de la población económicamente activa se 
encuentra en situación de precariedad laboral", acotó.



González también puntualizó que en ministerios, organismos 
descentralizados y empresas públicas no hay aumento de 
sueldos desde hace dos o tres años. Asimismo, denunció 
que se han suspendido o postergado las discusiones de 
cientos de contratos colectivos.



En ese sentido, apuntó que "el  deterioro es mayor si se 
toma en cuenta que los beneficios que establecen las 
convenciones laborales se han reducido: algunas clínicas 
no aceptan cobertura con pólizas que provengan de 
algún organismo oficial y prácticamente desaparecieron 
las bonificaciones como ayudas educativas para los hijos".



"De manera que el crecimiento económico del cual 
Maduro se siente muy satisfecho, no es más que un 
espejismo cuando se constata el efecto directo en las 
condiciones de vida de la población, y esto no es otra cosa 
que deterioro tanto en el poder de compra como en la 
capacidad para contar con buenos empleos, protegidos 
y bien remunerados", sentenció.



Insistió en que las propias cifras oficiales indican que 
actualmente el país produce 7% menos alimentos que cuatro 
años atrás. Y que la producción de las empresas públicas 
disminuyó casi 7% con respecto al año 2011.



Es por ello que insistió en que el propio informe del BCV indica 
que el crecimiento del 2012 está basado fundamentalmente 
en la construcción realizada con recursos públicos y en el 
aumento del consumo privado, muy relacionado con el 
aumento de las importaciones, que, aseguró, es de casi 
19% con respecto a 2011, según cifras oficiales.



"La dependencia de importaciones no sólo compromete 
el consumo final, sino también el consumo intermedio y 
la inversión.  Parece desconocer Maduro que no es 
buena noticia que dependamos sólo del petróleo y 
que, además, esté amenazada la estructura que está 
generando crecimiento, empleo y reducción de la pobreza 
de ingresos", apuntó.

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sábado, 29 de diciembre de 2012


Declaración de varios ex ministros de Sanidad venezolanos
 
A la opinión pública
 
El Presidente de la República informó al País, en su alocución del 8 de diciembre de 2012, que su estado de salud lo obligaba nuevamente a ser intervenido en la Habana, que la intervención era ¨absolutamente necesaria, imprescindible¨ e ¨implicaba riesgos¨, decidió prudentemente hacer públicas un conjunto de instrucciones explícitas, para sus seguidores, que han sido consideradas como un ¨testamento político¨. Advirtió, además, que estas disposiciones estarían enmarcadas en la Constitución Nacional. Particularmente, en caso de su ausencia temporal o en caso de su ausencia absoluta.
 
Una vez sometido a una delicada, compleja y prolongada intervención quirúrgica, realizada el 11 de diciembre, solo hemos tenido noticias oficiales mediante comunicados escuetos y a veces contradictorios, en razón de lo que se desconoce con precisión, en este momento, el estado real de salud del Presidente de la República y su pronóstico de vida. Voceros oficiales, no profesionales, han indicado que ocurrieron en el prolongado postoperatorio, complicaciones tales como ¨sangramiento¨ (sic) que obligó a una nueva intervención, e infección respiratoria que le hacen guardar reposo absoluto y solo ha permitido una lenta recuperación.  Como en oportunidades anteriores, la decisión del Gobierno sobre la información del estado de salud del Presidente ha sido de secretismo por lo que no hay detalles sobre la progresión de su enfermedad.
 
La trascendencia de los acontecimientos relacionados con el fin del período presidencial que fenece el 10 de enero de 2013 y del comienzo del nuevo período presidencial a partir de esa fecha, por razones obvias, no puede desvincularse del estado de salud del Presidente y, ante el impedimento físico o mental, definitivo y total o su eventual renuncia o desaparición por fallecimiento, se activarían las disposiciones constitucionales relacionadas con la falta absoluta para ejercer el cargo. No así si fuera el caso de la falta temporal del Presidente electo para asumir el cargo, porque existe un vacío de regulación constitucional en tal circunstancia.
 
Hasta este momento, transcurridos 17 días de la intervención quirúrgica a la que fue sometido, el Sr. Presidente de la República no ha manifestado por si mismo (mediante grabación de sus palabras o videos) si es posible su regreso al país, luego de cumplir la atención médica recibida en Cuba y si asistirá a la toma de posesión como Presidente, siempre que sus condiciones de salud se lo permitan. Tampoco ha indicado explícitamente, si se encuentra o no en condiciones y capacidad de gobernar, como cabría esperarse si puede cumplir con su obligación como el servidor público de más alta jerarquía.
 
Cobra valor entonces, poder disponer de una información médica, profesional, autorizada, confiable e independiente, mediante un informe cuidadoso, detallado y certificado del estado de salud del Presidente, elaborado por una junta médica constituida por médicos venezolanos; tal información es indispensable en este momento, tanto para la vida de la Nación, como para preservar su gobernabilidad. El mencionado informe ayudaría a estimar con precisión si existen condiciones médicas que le permitan ejercer a cabalidad el cargo de Presidente de la República o si tales condiciones constituyen impedimentos parciales o totales, temporales o definitivos para el desempeño idóneo de la presidencia de la República. Le correspondería al Tribunal Superior de Justicia designar la junta médica con aprobación de la Asamblea Nacional.
 
Finalmente, creemos que la transparencia de la información sobre los delicados asuntos de Estado, en el marco de la Constitución Nacional, garantiza que los ciudadanos estemos oportuna y bien informados y contribuye decisivamente a prevenir las consecuencias indeseables derivadas de la incertidumbre, de las dudas y temores y a lograr la paz, la convivencia y el bienestar que deseamos todos los venezolanos para el desarrollo armónico de nuestro país.
 
Caracas 28 de diciembre de 2012.
 
Blas Bruni Celli
Carlos Moros Ghersi 
Rafael Muci Mendoza 
José Félix Oletta L.
Ángel Rafael Orihuela
Pablo Pulido M.
Carlos Walter V.


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LA MESA DE LA UNIDAD RESPONDE A NICOLAS MADURO


La Mesa de la Unidad Democrática rechazó a través de un comunicado las declaraciones de el vicepresidente Nicolás Maduro. La MUD criticó que “Maduro no quiera reconocer que en Venezuela existe una ausencia temporal del Presidente”.
“Nicolás Maduro sigue agrediendo sin parecer capaz de controlarse. Lejos de escuchar el llamado que la Unidad le hizo –y le hace otra vez- acerca de la necesidad que tiene como responsable del Poder Ejecutivo de mostrar mayor responsabilidad y amplitud hacia toda Venezuela por los tiempos difíciles que se avecinan a la República, lo que comunica es mucha inseguridad.
Y es que la incertidumbre domina al gobierno y con palabras destempladas pretenden ocultar lo que cada día es un hecho: el gobierno no quiere reconocer que hay una ausencia temporal del Presidente en funciones, y comienza a lanzar desde sus aparatos de manipulación y propaganda una andanada de rumores orientada a confundir al país para crear un clima de tensión, que luego es respondido con agresivas intervenciones de altos funcionarios del gobierno quienes, del modo más cínico, piden ‘respeto para la salud del Jefe del Estado’, cuando los primeros en irrespetarla son los altos funcionarios que se bañan en discursos adulantes hacia el Presidente Chávez, pero no tienen la estatura para informar acerca de la verdadera situación del Jefe del Estado.
Le temen tanto a Hugo Chávez que en su ausencia muestran bajeza y mucha inseguridad. Temen a eso que Maduro llamó ‘el látigo de Chávez’ y no se atreven a expresar una idea propia, sino se justifican al decir que no hablan a título personal sino como representantes del llamado ‘alto mando político’, pero que no parece tal, dado el lenguaje destructivo e irrespetuoso hacia los venezolanos, impropio de altos funcionarios, que más bien parecen representantes de una secta que hoy se muestra insegura y que pretende buscar la seguridad no dialogando, sino polarizando.
Señor Vicepresidente, no le tenga miedo a hablar con Venezuela. Lo tendrá que hacer más temprano que tarde y en condiciones más apremiantes. Le reiteramos lo que anteriormente le dijimos: no pierda la oportunidad para construir un consenso en torno a los problemas que tiene el país, que son muchos y no son de rápida solución. Polarizando los ahondará más y la responsabilidad será exclusivamente suya.
“Maduro aprovechó el Día de los Inocentes y le tomó el pelo a los venezolanos. Expresó el Vicepresidente que ‘la MUD debe rendir cuentas al país’. Los venezolanos tienen el tonto lejos y saben que si alguna organización es escrutada, es la Mesa de la Unidad Democrática. La Unidad recibe críticas desde el seno de las fuerzas democráticas e, incluso, algunos tomaron la decisión de acercarse al gobierno y hoy son bienvenidos por el Vicepresidente Maduro.
Deseamos que cuando estas personas hagan sus críticas dentro del gobierno, la respuesta no sea el ‘látigo’ que tanto le gusta al Vicepresidente. Pero la Unidad también es criticada por el gobierno. Es cuestionada por Maduro, para quien no hay otros problemas en Venezuela sino la MUD.
Hasta somos espiados como reconoció el Presidente Chávez, quien se jactó al decir que sabe hasta el tipo de arepas que comen los dirigentes de la Unidad; cosas que no tienen importancia pero que interesan a un gobierno alejado de las necesidades de los venezolanos, que desconoce el calvario que viven los familiares de un fallecido a la hora de ir a la morgue o del trabajo que pasan miles de venezolanos cuando se va la luz, por falta de mantenimiento o por la corrupción que hay en los contratos para la compra de equipos de energía eléctrica. Es la terrible paradoja que vivimos hoy: un gobierno que pide respeto, pero que actúa irrespetando y amenazando.
“Maduro hablar de ‘rendir cuentas’ y los venezolanos se preguntan ¿Cuándo el gobierno que preside Maduro va a rendir cuentas de la violencia desatada que hay en Venezuela, responsable que el país sea hoy el más violento de Latinoamérica con un total de 21.700 homicidios este año que equivale a una tasa de 73 por cada 100 mil habitantes? ¿Cuándo el gobierno del cual Maduro es el encargado van a rendir cuenta por el hecho que cada día muere en Venezuela un oficial de policía?
¿Cuándo el gobierno que Maduro defiende va a rendir cuenta por la escandalosa cantidad de accidentes de aviones militares, con lamentables pérdidas de vidas? ¿Cuándo el gobierno que Maduro justifica va a rendir cuenta por el accidente en Amuay y tantos accidentes industriales que ocurren en la Pdvsa socialista? ¿Cuándo el gobierno del cual Maduro forma parte va a rendir cuentas por el uso inmoral de los recursos de todos los venezolanos para las campañas electorales del partido del gobierno? En definitiva ¿Cuándo el gobierno que hoy encabeza Maduro va a rendir cuenta por la permanente violación a la Constitución, cuya nueva violación se quiere consumar el 10 de enero de 2013?
“Señor Maduro, sabemos en lo que anda. Al llamar a quienes confían en la Unidad a desconocer la MUD, pretende lograr lo que su jefe no ha podido en 14 años, con todo el carisma y el poder que tuvo o tiene, no lo sabemos. Su gobierno –es lo que más le duele- no ha podido con el lecho de roca de las fuerzas democráticas del país, que desde 2006 ganan espacio y superan todos los obstáculos que un gobierno superavitario en recursos pero deficitario en escrúpulos, le coloca. Pese a los obstáculos y trampas, la Unidad está allí.
Con más vigor y bríos para servirle a Venezuela. Siga en ese camino Señor Maduro y no en el de dialogar para abordar los graves problemas de Venezuela. Siga con su inseguridad y temor. Sabemos que son fundados los motivos para su miedo. Seguramente su jefe, al ver lo mediocre de su actuación, con el ‘látigo’ que usted tanto extraña, lo colocará en el lugar en el cual merece estar”.
Prensa Unidad Venezuela

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Los pronósticos para la economía latinoamericana del año 13

Por:  | 29 de diciembre de 2012
Es tiempo de balances y también de preguntarse qué ocurrirá el año próximo con la economía latinoamericana. Es cierto que los economistas muchas veces fallan en sus pronósticos, pero tampoco por eso vamos a resistirnos a escuchar sus predicciones.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y los bancos privados y consultoras que participan de la medición que elabora la firma británica Consensus Economics preveían a principios de 2012 que este año Brasil crecería más del 3%. Pero el gigante sudamericano, por el contagio de la crisis europea y por errores propios de la política económica de los años anteriores, acabará expandiéndose entre el 1,1% y el 1,2%. Será uno de los crecimientos más modestos de Latinoamérica, que en general apenas se ha resentido este año. ¿Qué se espera para 2013? El organismo de Naciones Unidas pronostica una expansión del 4%, al igual que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El consenso del mercado prevé un 3,4%. La consultora brasileña Silcon es la más optimista en el sector privado (4,1%), mientras que su competidora Rosenberg y el banco Morgan Stanley se ubican entre los más precavidos (2,8%). La Corporación Andina de Fomento (CAF) vaticina un 4,2%. La inflación se mantendría en niveles similares en 2012 (5,5%) y 2013 (5,4%), según las consultoras y los bancos privados.
En la segunda economía latinoamericana, México, se preveía una expansión en 2012 del 3,1%  al 3,3%. Ahora se reconoce un 3,8% o 3,9%. La economía mexicana funcionó mejor de lo esperado en este año electoral y de recuperación del vecino EE UU, que en el tercer trimestre se expandió al 3,1%, más que Brasil o Argentina. Para 2013, el mercado coincide con la CEPAL y el FMI y vaticina una leve ralentización, un 3,5%, aunque mucho dependerá de qué suceda con el riesgo de que EE UU caiga en el llamado abismo fiscal. La OCDE prevé un 3,3%. En el sector privado, el más optimista es la financiera latinoamericana Bulltick (4%) y el más pesimista, el Bank of America Merrill Lynch (2,8%). El nuevo Gobierno de Enrique Peña Nieto lograría bajar la inflación del 4% en 2012 al 3,7% en 2013, aunque ese pronóstico de disminución está relacionado con un menor ritmo de la actividad económica. Grandes desafíos para el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder en un país asolado por la guerra contra el narcotráfico.
Aunque hay polémica sobre cuál es la tercera economía de la región, oficialmente es Argentina. A principios de 2012, la CEPAL decía que iba a crecer el 5% en 2012. En Consensus Economics se hablaba de un 3,5%, aunque claro que algunas consultoras y bancos predicen cuál será la estadística oficial del PIB y otras, en cambio, pronostican el crecimiento que consideran real, y no el sobreestimado por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Ahora la CEPAL, que se basa en las cifras de los gobiernos latinoamericanos, calcula un 2,2% en 2012 y el sector privado, un 1,5%. Argentina ha pasado de ser una de las economías de la región que más rápido crecían en los últimos años a convertirse en una de las que menos. Influyeron Europa y Brasil, pero también factores internos. Además, mientras que el banco JP Morgan Chase predice que el Gobierno informará una expansión del 2,7% en 2012, la consultora argentina ACM, uno de cuyos socios fue jefe de Gabinete del Ministerio de Economía en el final del Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), Javier Alvaredo, calcula que el PIB se contrajo 0,1%. Para 2013, año de elecciones legislativas de medio término del segundo Gobierno de Fernández, la economía se recuperaría tanto como la brasileña: un 3,1%, según Consensus Economics y el FMI, o un 3,9%, según la CEPAL. Los que más se ilusionan en el sector privado son las consultoras locales Ex Ante y Bein, con un 5%, mientras que la más cauta es Espert, con un 1,6%. Una encuesta de la firma Latinfocus entre economistas prevé que la inflación también suba, del 25,4% en 2012 al 28% en 2013. Las agencias provinciales de estadística informaron que la inflación anual hasta noviembre era del 23,1%, más del doble de lo que informa el Gobierno de Fernández.
Colombia, cuarta economía de la región, está desacelerándose en los últimos meses. No obstante, crecerá entre el 4,3% que calcula el FMI y el 4,5% de la CEPAL. En este caso, los pronósticos para 2012 se cumplieron. Consensus Economics hablaba de un 4,5% y ahora prevé un 4,4%. Para 2013, espera que esta última cifra se repita. La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) vaticina un 4,8%, frente al 3,5% de la consultora británica Capital Economics. La CEPAL y la CAF predicen un 4,5%, una décima más que el FMI. En cuanto a la inflación, se elevaría del 2,9% de 2012 al 3,1% el año próximo. Veremos qué sucede en este país que aún debe solucionar su conflicto bélico interno, así como rebajar los índices de pobreza y desempleo, superiores a los de las principales economías de la región.
¿Y Venezuela? Un país en vilo por la salud de su presidente, Hugo Chávez, que este año fue reelegido una vez más, después de 13 años en el poder. La CEPAL pronosticaba que en el 2012 electoral Venezuela iba a crecer el 3% y los analistas del mercado, un 3,9%. Se quedaron cortos. Será entre el 5,1% y el 5,3%. Para 2013, pasada la euforia de los comicios y después del impacto inicial de un ambicioso plan de viviendas sociales, la economía crecería entre el leve 1,3% que predicen los mercados y el 3,3% del FMI. La CEPAL vaticina un 2% y la CAF, que tiene sede en Caracas, sorprende con un pronóstico de recesión (-1,3%). En el sector privado, las proyecciones varían desde la expansión del 3,1% que auguran las firmas Azpurua García Velázquez e IHS Global Insight hasta la caída del 2% de Capital Economics. La inflación se aceleraría del 19,3% de este año al 27,7% en el próximo.
Decían que Chile iba a expandirse en 2012 entre el 4% y el 5%. Lo ha hecho al 5,5%. Para 2013, año de elecciones presidenciales en un país sin posibilidad de reelección, el FMI predice un 4,4% y la CEPAL, un 4,8%. La OCDE proyecta un 4,6% y el consenso del mercado, un 4,7%. La financiera Larraín Vial se ilusiona con un 5,4%, pero muchos analistas apuestan por el 4,5% (los de Corp Research, Gemines, Banco de Chile, Libertad y Desarrollo y Banchile Inversiones). La cifra será clave para las esperanzas de la derecha de mantenerse en el poder en los comicios de noviembre, aunque otros factores también pueden pesar más, como el descontento estudiantil con el sistema educativo. El índice de precios al consumidor (IPC) se incrementaría del 1,9% en 2012 al 3,1%.
La CEPAL y los analistas del mercado también fueron demasiado cautos para arriesgarse sobre el crecimiento de Perú en 2012. Hablaban de 5% o poco más. Ahora calculan 6,1% o 6,2%. Las expansiones de Chile y Perú, países mineros, demuestran que pudieron sobrellevar sin mayores inconvenientes la desaceleración de China, país clave para la demanda mundial de metales. En un país como Perú, con conflictos sociales derivados de la explotación minera a cielo abierto, las predicciones para 2013 son las siguientes: 5,8% para el FMI, 5,9% para Consensus Economics y 6% para la CAF y la CEPAL. La sociedad de bolsa peruana Inteligo SAB se anima a apostar a un 6,3%, mientras que una vez más Capital Economics resulta el más prudente, con un 5%. El IPC se mantendría en el 2,9%.
¿Qué sucederá con el resto del subcontinente? Veamos, a partir de los datos de la CEPAL y Consensus Economics.
Bolivia cerrará el año en que volvió a colocar deuda en los mercados después de nueve décadas con una expansión de entre el 4,8% y el 5%. En 2013 crecería entre el 4,6% que predicen los analistas privados y el 5% de la CEPAL. La inflación subiría del 4,6% al 5,1%.
El PIB de Costa Rica aumentaría en 2012 entre el 4,7% y el 5%, lo que evidencia el favorable impacto de la recuperación de EE UU en Centroamérica. En 2013, la expansión se desaceleraría al 3,5%, según la CEPAL, o al 3,9%, según el consenso del mercado. El IPC pasaría del 4,5% al 5,2%.
República Dominicana creció este año 3,8% o 3,9%. El año próximo se expandiría solo 3%, según la CEPAL, o subiría al 4,1%, según los pronósticos privados. Los precios, al igual que en casi toda América Latina, correrían más rápido, ya no al 3,6% de 2012, sino al 5%.
Ecuador, donde Rafael Correa buscará la reelección presidencial en febrero próximo, el PIB se expandiría entre el 3,5% que pronostica el organismo de la ONU y el 3,9% de los analistas privados. Sería una desaceleración respecto del 4,8% de 2012. El IPC bajaría del 5% al 4,6%.
El Salvador es otro de los países con menos crecimiento de la región. Este año solo se expandió entre 1,2% y 1,5%. El próximo estaría entre el 2% y el 2,1%. La inflación subiría del 1,5% al 2,8%.
Guatemala se expandió 3,3%. Y en 2013 se situaría entre el 3,4% y el 3,5%. El IPC, en el 4,5%, en lugar del 3,8% de 2012.
Honduras acaba el año con un 3,4% o 3,5% de alza del PIB. En noviembre de 2013 se celebrarán elecciones presidenciales. Se pondrá así fin al Gobierno de Porfirio Lobo, que llegó al poder en unos comicios que sucedieron al golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009. La economía se expandiría al 3,5% y la inflación llegaría al 6,1% (en 2012 fue del 5,8%).
 
Nicaragua creció entre el 3,8% y el 4%. Los mercados prevén un 3,5% en 2013, mientras que la CEPAL avizora un 4,5%. Los precios subirían al 6,4%, después de elevarse 6% en el presente año.
Panamá ha sido en 2012 el país latinoamericano que más ha crecido. No es la primera vez que esto sucede en los últimos tiempos. Cerrará el año con entre 9,8% y 10,5%. Un país en el que, pese a todo, siguen las tensiones sociales. En 2013 su PIB se incrementaría un poco menos, entre el 7,5% y el 7,8%. El incremento del IPC bajaría del 5,1% al 4,4%.
Paraguay fue el único país de la región que cayó en recesión en 2012. No por Europa sino por una sequía. El año en que el Congreso destituyó en un proceso rápido y polémico al entonces presidente Fernando Lugo el PIB se contrajo entre el 1,5% y el 1,8%. En 2013, año de elecciones presidenciales (se celebran en abril), la economía se recuperaría entre el 5,4% que auguran los mercados y el 8,5% de la CEPAL. La inflación prácticamente se mantendrá en el 4%.
Uruguay no creció tan poco como sus vecinos y socios de Mercosur, Argentina y Brasil, pero tampoco pudo aislarse del todo del contagio. Rebajó su ritmo de expansión a entre 3,7% y 3,8%. Fue el año en que cerró la línea área de bandera, Pluna. En 2013 el PIB subiría al 4% o 4,2%. El IPC, asunto que preocupa a los uruguayos, bajaría del 8,3% al 7,1%.
Veremos dentro de un año hasta qué punto aciertan los economistas de organismos internacionales y del sector privado.

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jueves, 27 de diciembre de 2012


R.G. AVELEDO: "Quizás confundimos consenso de las élites con apoyo popular"


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ELVIA GÓMEZ 
|  EL UNIVERSAL
Junto al árbol navideño doméstico, Ramón Guillermo Aveledo degusta galletas tostadas de Carora mientras reflexiona, en su sofá favorito, sobre el resultado del 16D, que dejó bajo el control del PSUV a 20 de las 23 gobernaciones. Admite que ese fue para la Mesa de la Unidad Democrática "un retroceso severo". Alerta que ese revés ha puesto a algunas personalidades, que no identifica, en la actitud de hacer públicas sus dudas sobre la conveniencia de mantener a la alianza como la conductora de la alternativa. 

"Hemos pasado esa prueba tan dura porque la alianza se mantiene. Todos estamos muy conscientes de que esta es la política correcta". Ratifica que la MUD revisará su táctica "para producir un cambio democrático por la vía electoral, constitucional, con un programa". 

-¿Sigue siendo la Mesa la mejor opción para el sector que adversa al Gobierno? 

-Tenemos estos acontecimientos en marcha sobre la salud del Presidente y si tuviéramos que enfrentar sus consecuencias políticas sin que hubiera Mesa de la Unidad sería todo más difícil. Hay un viejo refrán: "a río revuelto ganancia de pescadores" y hay gente a la que yo les observo que tengan cuidado con la óptica, porque están pensando que son pescadores y en realidad son peces. Otra cosa ante la cual hay que prevenirse es ante el síndrome de Cristiano Ronaldo. Ese es un jugador superdotado, que sería mucho mejor si se diera cuenta de que hay otros 10 jugando con él y no rinde lo mismo porque es muy individual, y por más brillante que sea un jugador necesita del equipo. 

-¿Por qué cree que los electores apoyaron a candidatos impuestos por el PSUV y no a los que ofrecían defender la descentralización? 

-Es interesante que después de que parece ser un consenso del liderazgo del país en todos los ámbitos, que la descentralización es necesaria, no parece ser un valor de primer nivel de exigencia para las mayorías. Allí tenemos que plantearnos, no que la descentralización es mala, ¡por el amor de Dios!, sino que o somos los descentralizadores los que no hemos sido buenos o quizás confundimos el consenso en las élites de las regiones con un respaldo popular mayoritario. Claro, el análisis inmediato de las elecciones por parte de los políticos siempre trata de buscar culpas e inocentes, pero yo quiero ser consistente: hay que ver las cosas en profundidad para poder curar cualquier mal y hay que tener capacidad de autocriticarnos en profundidad. 

-¿Tiene la Mesa dificultad para comunicar su mensaje o no quieren admitir que no comprenden a la mayoría? 

-Creo que hay que hacer un esfuerzo mayor. Yo creo que los grandes liderazgos del país han comprendido que el rentismo es el núcleo de la ideología nacional y cuando se presenta una alternativa a eso, estamos obligados a convencer a la gente de que es mejor la productividad que el rentismo, el progreso mejor que vivir del azar. Si uno nada contra una corriente tan profundamente arraigada tiene que conectar los cambios con la vida real de la gente. El Gobierno, con la excusa de una gran quimera, mantiene a una sección muy importante de venezolanos en el corto plazo. Es una paradoja, ofrece una cosa milenarista, ¡la revolución!, pero no ha habido nunca un momento de más dependencia de la renta petrolera que ahora. 

-Parte de la dirigencia de oposición también se maneja en el corto plazo. 

-Sí y la Mesa de la Unidad se rebela contra eso. No es que sean inmunes al ecosistema y no tengan esa tentación, pero la Mesa le ha producido a la alternativa democrática una gran respetabilidad en el mundo y en el pueblo. Aquí la clave está en no confundir ciertas voces con un estado de la opinión pública. La Mesa ha sido una respuesta a la inconstancia, un mal muy venezolano consecuencia de nuestra visión de corto plazo. La idea de un Gobierno de Unidad Nacional es más pertinente y el compromiso que firmaron todos los que aspiraban a la Presidencia, el 26 de septiembre de 2011, trasciende las diferencias. Ahora, tenemos que recordarlo también todos nosotros, ¿no?, porque a veces nos olvidamos y la gente también se olvida. 

-Seguimos sin tener certeza sobre la salud del Presidente ¿cómo actuar ante eso? 

-Tenemos meses diciéndolo, pero ahora es muy obvio, la versión oficial acerca de la enfermedad del Presidente no se sostiene en varios aspectos: en decir qué tiene y cuál es el pronóstico de un modo fiable y en decir que puede ser que el Presidente no venga (a juramentarse el 10 de enero) y se forma todo este debate constitucional. Ellos han dado información a retazos y lo que han hecho es generar más rumores. Dicen: "el Presidente está gobernando", ¡cómo va a estar en funciones!, esa versión está cariada. Para poder enfrentar el asunto, que no es solamente cuestión de los partidarios de Chávez, hay que admitir la realidad, ahora todo se reduce a la rivalidad entre Maduro y Cabello y las demás pretensiones dinásticas en el seno del PSUV. Pero esta es una república y el país no es solamente el partido de Gobierno. La idea de una oposición marginable, que no existe, que son traidores a la patria o de una oposición que está al acecho de lo que pasa para ver cómo encuentra una oportunidad, es una visión agotada, obsoleta. 

-¿Qué le puede ofrecer la Mesa ante esta crisis política al sector que le sigue? 

-Tenemos el deber de ofrecer coherencia, responsabilidad y demostrar comprensión de la realidad. Yo creo, por lo que he estado hablando con los dirigentes de los partidos, que esa es su disposición, a dar respuestas rápidas, certeras, a estar por encima de lo pequeño, estoy consciente de que eso debe proyectarse y no lo estamos haciendo. En la medida en que lo hagamos con más fuerza va a haber más confianza y eso contribuye a morigerar a los tentados por el individualismo, a esos peces que se creen pescadores. Aquí ha llegado la hora de la política y hay que asumirla sin complejos. 

-Jesse Chacón dijo que el resultado del 16-D ratificó que "el chavismo es una identidad política", ¿acepta eso? 

-Yo no discuto la cuestión de la identidad, hay unos rasgos que los unifican, pero eso no es monolítico. Es muy evidente que para ganar en Táchira, en Carabobo y en Zulia, Vielma Mora, Ameliach y Arias Cárdenas hablaron como si no fueran chavistas, hablaron como gente respetuosa de los demás, pero cuando tengan que enfrentar las presiones para gobernar tendrán que ver y optar. Cuando uno ve que en las encuestas un porcentaje alto de la gente es partidaria de que haya diálogo político eso significa que también gente del chavismo está en esa idea. Pero concediendo que el chavismo sea una identidad, lo que sí no es posible conceder es que así es toda Venezuela. El actuar en consecuencia les ha dado hasta ahora éxitos políticos, pero muy malos resultados en términos de inseguridad, empleo, inflación. Entonces, si persiste la noción de que el chavismo es el país y si empieza otra vez a cobrar fuerza una manera de hacer política que le habla solamente a los opositores, eso traería más problemas y lo peor que le podría pasar al país es que esto se agravara con una crisis política. Esta competencia de malas imitaciones del Presidente es porque no están interpretando correctamente la realidad. Eso aumenta nuestra responsabilidad para incidir en el grupo de poder. 

-¿Y como incidir en ese grupo con tanta pugnacidad? 

-A mí me gustó mucho el discurso del gobernador (Henri) Falcón en su proclamación, invitó a conversar al exgobernador Reyes Reyes y dijo que quería ser el epicentro del diálogo nacional. A los dirigentes del Gobierno debe quitárseles el miedo a hablar con los demás, el vicepresidente Maduro está a cargo de un gobierno que es para todos y el presidente de la Asamblea Nacional con más razón, es el poder público plural por definición. Maduro con su tono radical va camino de nuevas equivocaciones, piensa más en la rivalidad entre chavistas que en su responsabilidad con el país. Y nosotros tenemos que estar dispuestos, con mucha seguridad en nuestras convicciones, porque hablar con el otro no quiere decir que uno abjure de sus convicciones. ¡Si es que la gente dialoga porque tiene posiciones distintas! 

-Estamos ante una crisis económica, el Presidente ausente con un mal pronóstico, los dos jefes encargados rivalizando. ¿Hay salida? 

-Si actuáramos con fatalismo, como las tragedias griegas, diríamos: "esto no tiene remedio", pero los seres humanos tenemos la capacidad de torcer el rumbo. Tenemos que mostrar nuestra fuerza real, que no es la que deseamos pero que no es pequeña. Decantada la abstención, las proporciones de los votos son las mismas que el 7 de octubre ¿y eso por qué?, porque el país no es homogéneo. La política unitaria es pertinente y no es un accidente, es un proyecto y, nosotros insistiendo en el Gobierno de Unidad Nacional, admitiendo nuestros errores y dirigiendo una palabra fuerte al país contribuiremos a que se asienten las aguas. 

-¿Qué harán si llaman a elecciones presidenciales? 

-La Mesa va a resolver lo que haya que resolver oportunamente, no nos vamos a adelantar pero tampoco a demorar. Hay una combinación interesante de la que no siempre estamos conscientes, de experiencia y juventud, mientras el oficialismo está recurriendo siempre a la figura del Presidente para mantenerse unido y tener qué decir. Producto de ese susto que les causa el desamparo, hemos visto unos gritos desafinados del Vicepresidente y unos gruñidos del presidente de la AN. Yo estoy seguro de que ellos pueden dar más que eso y es nuestro deber llamar a todos a la responsabilidad.

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