Lección
de Alvarez Paz
Cuando mediaba la década del sesenta del
siglo recién pasado, llegó a Caracas, procedente de la salerosa Maracaibo,
Oswaldo Alvarez Paz, para sustituir en la secretaría general de la Juventud
Revolucionaria Copeyana(JRC-social cristianos)a Abdón Vivas Terán.
Oswaldo venía de ser el líder de la JRC y presidente de la Federación de Estudiantes
de la Universidad del Zulia, estado petrolero y agroindustrial cuya capital es
Maracaibo. Los liceístas social cristianos, a quienes yo dirigía en esos
tiempos, nos entregamos a respaldar la gestión de Alvarez Paz.
De aquellos años revoltosos recuerdo a
Oswaldo como un abogado joven, muy talentoso, amable, deportista y, sobre todo,
con mucho coraje político. No olvidemos
que vivíamos días de intensa confrontación en liceos y universidades, con la
Juventud Comunista.
Después
este maracucho recio y simpático fue diputado, jefe de la fracción parlamentaria
social cristiana y hasta presidente de la Cámara de Diputados de Venezuela.
Siempre fue un buen polemista y nunca traicionó a la democracia.
Con el paso del tiempo Oswaldo ganó una
cerrada contienda al dirigente socialista Luis Hómez, para convertirse en el
primer gobernador electo de su estado natal, el Zulia.
Cuatro años más tarde fue reelecto abrumadoramente para continuar esa función.
Ganó unas elecciones primarias para ser
el candidato presidencial del partido social cristiano COPEI, y si no fue electo
presidente de la República, como le correspondía en ese momento, fue por la
inverosímil inconsecuencia del líder histórico de su partido, Rafael Caldera.
La llegada del teniente coronel golpista
Hugo Chávez Frías, a la cabeza del gobierno de su país, colocó inevitablemente a Oswaldo, como a todos
los venezolanos dignos de ese nombre, en el escenario de la lucha para defender
la democracia amenazada.
Con Chávez Oswaldo ha sufrido persecución
y cárcel, pero un hombre como él no es de los que doblan las rodillas o se
hacen el sordomudo cuando se presenta el hecho.
Oswaldo sigue en la primera línea de combate contra el abuso de poder y
la corrupción chavista.
Ante
el proceso paradigmático de elecciones primarias, Oswaldo Alvarez Paz ofreció
su nombre para ser el candidato de la oposición unida, que busca rescatar a
Venezuela de la pesadilla neocomunista que Chávez encarna. El siempre será una
buena opción para dirigir la patria en tiempos difíciles.
Pero Oswaldo, con la sabiduría de los
genuinos estadistas, percibió que para este proceso otros compatriotas están
mejor ubicados electoralmente. Entonces
con elegancia y generosidad dio un paso lateral. Y lo hizo en resguardo de la
unidad de la oposición y el porvenir de los venezolanos.
Oswaldo, hermano, que la Virgen de
Chiquinquirá te bendiga por ese gesto.
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