ALEX VASQUEZ
EL NACIONAL
“He visto la aflicción de mi pueblo” (Éxodo: 3,7). La Conferencia Episcopal Venezolana inicia con esa frase su más reciente exhortación pastoral, de la que destaca su preocupación ante la “gravísima situación que vive el país”, que obliga a la Iglesia a ser crítica y a exigir a los responsables que tomen las medidas pertinentes.
“La mayoría asume que vivimos un momento muy difícil e incierto, que es necesario y urgente superar. No se puede negar lo que está a la vista: presos políticos, los vejámenes, las torturas, la violación de los derechos humanos. El pueblo venezolano exige mejores condiciones de vida diaria; pide seguridad y mayor protección a su derecho a la salud y a la alimentación de su familia. Toda la nación padece la falta de medicamentos y atención hospitalaria y la escasez. Exige mayor seguridad ante la violencia desbordada, la impunidad y el narcotráfico”, expresó monseñor Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, luego de la 104ª Asamblea Ordinaria de la CEV, que se realizó esta semana.
La Iglesia lamentó la grave devaluación de la moneda, con sus terribles consecuencias en el costo de bienes y servicios. “Todo cuesta más cada día. Urge tomar medidas económicas sensatas en el marco de la Constitución y las leyes que impidan ese absurdo y nocivo mecanismo de una política económica equivocada que enriquece a unos pocos y empobrece a la mayoría”, expresa el texto.
Porras estuvo acompañado por José Valera, obispo de Guanare, y Ramón Linares Sandoval, obispo emérito de Barinas. Afirmó que los venezolanos quieren un país en el que haya seguridad para trabajar, producir y compartir. Donde se destierre “la política estéril y dañina de catalogarnos por las diferencias, por el odio de clases y la exaltación del enfrentamiento”.
“Queremos construir un país que promueva la actividad económica abierta, en el que la iniciativa privada con responsabilidad social sea motora de desarrollo y progreso, lejos del estatismo que ha fracasado en el mundo entero”, agregó.
¿Cómo superarlo? La Iglesia considera que alcanzar la solución a la crisis requiere el tránsito por dos vías: el diálogo entre todos los venezolanos, especialmente entre los sectores políticos que se empeñan en erigir la polarización, y la participación de la sociedad en las elecciones parlamentarias.
“La necesidad de diálogo y de soluciones concertadas es impostergable. Nadie tiene el monopolio de la verdad. Cada quien tiene la obligación moral de aportar lo mejor, en la búsqueda del bien común, teniendo en cuenta los intereses de los más pobres”, aseveró Porras.
Subrayó la importancia de votar en las parlamentarias: “Todo el pueblo debe participar con responsabilidad en el proceso electoral de diciembre. Es un deber que no podemos eludir. Es la oportunidad de la recomposición política y social del país. No queda sino el poder de la soberanía popular que indique con su intuición creadora el país que sueña y quiere”.
Pidió a la ciudadanía trabajar por un proceso limpio, en el que se denuncien las irregularidades con la verdad.
La Iglesia le exige al Consejo Nacional Electoral velar por la pulcritud de los comicios: “El CNE tiene la obligación de ser imparcial, evitando el ventajismo, el abuso o la parcialización, y garantizando el libre ejercicio por parte de los electores del derecho al voto según su conciencia. El pueblo exige libertad para opinar, disentir, proponer, tener acceso a una información libre”.
Respeto al otro y pluralismo
Monseñor Baltazar Porras aclaró que las puertas de la Conferencia Episcopal Venezolana han estado abiertas al gobierno, que en las asambleas ordinarias siempre hay un espacio reservado para el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz y que incluso se invitó a Walter Boza, director de Instituciones Religiosas y Cultos, a que los acompañara esta vez, pero se excusó.
Monseñor Baltazar Porras aclaró que las puertas de la Conferencia Episcopal Venezolana han estado abiertas al gobierno, que en las asambleas ordinarias siempre hay un espacio reservado para el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz y que incluso se invitó a Walter Boza, director de Instituciones Religiosas y Cultos, a que los acompañara esta vez, pero se excusó.
Reiteró que la Iglesia siempre estará a disposición para entablar el diálogo que necesita el país.
Sobre las palabras del presidente Nicolás Maduro, que afirmó que saldría a la calle si el oficialismo pierde las parlamentarias, Porras advirtió que las amenazas lo que hacen es amargar la vida de la sociedad.
“La sociedad pide vivir en paz. Vivir en paz es respetar al otro; ningún proyecto político representa la panacea. Hacemos un llamado a no incitar permanentemente a la violencia, queremos vivir en pluralismo”, señaló.
El Dato
La Iglesia considera inaceptable la existencia las “mal llamadas Zonas de paz”, en las que los cuerpos de seguridad del Estado no pueden entrar, pues las controlan bandas anárquicas.
La Iglesia considera inaceptable la existencia las “mal llamadas Zonas de paz”, en las que los cuerpos de seguridad del Estado no pueden entrar, pues las controlan bandas anárquicas.
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