TRINO MARQUEZ
Movido por la ambición de poder,
Vladimir Padrino López aceptó asumir la conducción de la Misión Abastecimiento
Soberano y Seguro. El General, después de 17 años de continuos fracasos,
debería saber que la economía de un país no se dirige con políticas
intervencionistas y que los controles en vez de estimular el crecimiento, lo
frenan y aniquilan. No es a base del cepo militar como van a resolverse las
trabas de producción, distribución y abastecimiento que existen en Venezuela.
El aparato productivo nacional comenzó a ser destruido por Hugo Chávez. Esta
labor la ha continuado su delfín, Nicolás Maduro. Por añadidura, se acabaron
las divisas para importar, por el derrumbe de los precios petroleros y la
política de dispendio irresponsable aplicada durante más de tres lustros.
Padrino López
tiene el sello del fracaso en su futuro inmediato. La FAN no logrará el éxito
en un campo donde solo la economía de mercado triunfa: producir en abundancia y
distribuir con eficacia. Todos los ensayos voluntaristas del gobierno han
naufragado (Comités Locales de Abastecimiento y Producción, Consejos Populares
de Abastecimiento, etc.). El rigor militar no sirve para resolver problemas
económicos, ni los uniformados pueden ganar guerras inventadas con el fin de
ocultar el fracaso del estatismo.
Padrino asumió
el nuevo papel para auxiliar a Maduro, el Presidente más débil que ha tenido
Venezuela desde finales del siglo XIX. Su fragilidad deriva de su propio
origen. Fue designado sucesor por Hugo Chávez y después obtuvo la presidencia
en unas elecciones amañadas en las cuales dilapidó, en apenas un mes, gran
parte del capital político que su mentor le había dejado en herencia.
Luego
de tres años y medio al frente del Poder Ejecutivo únicamente confía en los militares. Por eso se acogió de
forma incondicional a su tutela. A partir de
ahora cogobernará con Vladimir Padrino, en la práctica sustituto del
vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, quien quedó descolocado en el Gabinete
ministerial, pues su labor era coordinarlo y recibir cuenta de los ministros.
Esa tarea será ejercida en adelante por el General.
En
su giro hacia el militarismo desembozado,
Maduro, además de Istúriz, se llevó por delante al PSUV, partido al que hace
apenas unas semanas había encargado de organizar los CLAP. Reconoce que esa maquinaria sirve para
amenazar, desfalcar al Estado, organizar brigadas de choque y grupos paramilitares,
pero no para cumplir tareas tan exigentes como supervisar la producción de
alimentos y garantizar su distribución en todo el país. Por inútil, la deja de
lado. A Freddy Bernal lo despidió sin entregarle la carta de cesantía. El hecho
de que los generales Carlos Osorio y Rodolfo Marco Torres, entre varias decenas
de oficiales, hayan sido responsables de la compra, almacenamiento y
distribución de alimentos en el pasado reciente, y hayan fracasado de forma
estruendosa, eso sí, saliendo de los cargos con los bolsillos repletos de dinero,
no significa nada para Maduro. El primer
mandatario quiere ganarse el apoyo irrestricto de los uniformados, sin
importarle cuán corruptos e ineptos sean.
Prefiere
militarizar el Estado y la sociedad y cogobernar con Padrino López, con el respaldo
del TSJ y el CNE para impedir cualquier forma de consulta popular, que apoyarse
en esa maquinaria pesada, corrompida e ineficaz que es el PSUV.
La
inseguridad de Maduro es de tal magnitud que da el vuelco hacia el
autoritarismo militarista en momentos en los cuales aspira asumir la
presidencia de Mercosur. El argumento fundamental de Brasil y Paraguay para
oponerse a esa asunción reside en que en Venezuela se rompió el hilo
constitucional. El gobernante venezolano les da pruebas irrefutables de que en
efecto esa ruptura se produjo. El nombramiento de Padrino como Presidente
alterno, o Vicepresidente en los hechos, viola la Constitución y la Ley
Orgánica de la Administración Central.
Tampoco
le importa lo que piensen Rodríguez Zapatero, Torrijos y Fernández, mediadores
que él buscó para que facilitaran un
diálogo democrático entre el Gobierno y la oposición. ¿Cómo dialogar y llegar a
acuerdos cuando el verdadero Presidente es un militar que no fue electo para
gobernar, sino formado y designado para resguardar la integridad del territorio
nacional?
¿Será
que Maduro prepara a Padrino para que sea el próximo Vicepresidente, de modo
que él pueda renunciar en 2017 y el país quede, constitucionalmente, bajo el
dominio de la FAN?
@trinomarquezc
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