Frank E Payares M
@payaresfrank
Caracas, 15 de diciembre de 2019
Mi apreciado y respetado amigo Alfredo Padilla desde hace varios meses ha sostenido la idea de liberar a Juan Guaidó de disciplina partidista. Se trata de un recurso político utilizado en el pasado para permitirle al Presidente recién electo tomar y ejecutar decisiones políticas sin las cadenas estatutarias del partido al cual pertenecía, permitiendo de esta manera acercarse en su estrategia de gobierno a sectores y políticas mucho más amplias.
JG está a punto de ser reelegido como Presidente de la AN; es posible que esto sirva para darle fortaleza y continuidad a un liderazgo personal en la oposición.
El jefe de VP debería propiciar esta liberación de disciplina partidaria y darle fortaleza al liderazgo de Guaidó, que al parecer es el político con mayor empatía y conexión con los ciudadanos, con capacidad para conducir el proceso hacia la transición democrática.
Lo anterior no sería lo único por hacer, JG y los factores de oposición tienen como responsabilidad construir una dirección política amplia y capaz de conducir la política en 2020. Esa dirección debe abrirle espacio protagónico a la vanguardia social, de manera que partidos y dirigencia social se conviertan en los conductores del movimiento de liberación democrática de nuestro país, sin secuestro de ningún sector.
Nadie es poseedor de La Verdad, lo que parece tener espacio y posibilidades de desarrollo victorioso es la capacidad de conversar verdades y construir acuerdos entre los factores políticos y sociales. Los ciudadanos venezolanos demandan acciones responsables y efectividad política.
Los esbirros han hecho todo para irse, le corresponde a los demócratas hacer todo para iniciar la construcción de la democracia que Venezuela demanda.
JG está a punto de ser reelegido como Presidente de la AN; es posible que esto sirva para darle fortaleza y continuidad a un liderazgo personal en la oposición.
El jefe de VP debería propiciar esta liberación de disciplina partidaria y darle fortaleza al liderazgo de Guaidó, que al parecer es el político con mayor empatía y conexión con los ciudadanos, con capacidad para conducir el proceso hacia la transición democrática.
Lo anterior no sería lo único por hacer, JG y los factores de oposición tienen como responsabilidad construir una dirección política amplia y capaz de conducir la política en 2020. Esa dirección debe abrirle espacio protagónico a la vanguardia social, de manera que partidos y dirigencia social se conviertan en los conductores del movimiento de liberación democrática de nuestro país, sin secuestro de ningún sector.
Nadie es poseedor de La Verdad, lo que parece tener espacio y posibilidades de desarrollo victorioso es la capacidad de conversar verdades y construir acuerdos entre los factores políticos y sociales. Los ciudadanos venezolanos demandan acciones responsables y efectividad política.
Los esbirros han hecho todo para irse, le corresponde a los demócratas hacer todo para iniciar la construcción de la democracia que Venezuela demanda.
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