Desde la realización de la Asamblea General de la OEA, en Santo Domingo, los días 13 al 15 de junio, los gobiernos del hemisferio y la opinión pública internacional han tomado cuenta de la grave crisis política, económica y social que afecta a Venezuela.
En esa oportunidad, 15 Cancilleres –incluyendo los de mayor peso de la región- emitieron un comunicado en el que, entre otras cosas, reafirman su compromiso con la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana; apoyan los esfuerzos para que se encuentre solución a la crisis que vive Venezuela y alientan el respeto a la Constitución y los principios de separación de poderes, el respeto al Estado de Derecho y las instituciones democráticas, al tiempo que apoyan la aplicación justa y oportuna de los procedimientos Constitucionales. Esto último, en términos diplomáticos, es un respaldo a la aplicación del Referéndum Revocatorio.
A pesar de todos los obstáculos, gestiones y recursos opuestos por el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, el día 23 del mismo mes, se celebró la reunión de Consejo Permanente que había sido convocada por el Secretario General invocando el artículo 20 de la Carta Democrática. El día anterior el gobierno de Venezuela había presentado una extensa carta con falaz argumentación destinada a impedir la reunión convocada.
Dicha reunión tuvo su comienzo con la moción venezolana de impugnar el orden del día que incluía como punto único la presentación del informe del Secretario General sobre la situación en nuestro país. Tal moción, expresada con vehemencia y consideraciones denigrantes hacia la persona del Secretario Almagro, fue sometida a votación abierta con el resultado de veinte (20) votos a favor de que se aprobara el orden del día, doce (12) en contra y dos abstenciones, sufriendo así el gobierno otra derrota.
En opinión del Grupo Ávila, el Secretario General de la OEA, al exponer un resumen de su informe y darse luego las intervenciones de múltiples delegaciones, reconociendo, en su mayoría, la crisis de nuestro país, se concreta la activación de la Carta Democrática Interamericana en su primera fase, y se abre la de una evaluación colectiva de la situación.
El mismo Secretario General, en declaración posterior, así lo corrobora, y es lógico afirmar que los miembros de la Organización, en los días o semanas por venir, deberán afinar cual será la forma de las gestiones diplomáticas a realizar (creación de un “grupo de amigos”, continuación de las labores exploratorias de los ex presidentes promovidos por UNASUR, incorporación de nombres adicionales) con vista a la búsqueda de una solución pacífica y constitucional para la crisis venezolana.
El grupo Ávila estima que la apreciación colectiva de la situación venezolana solicitada por el Secretario General de la OEA se mantiene abierta para que la evolución de los hechos vayan dando la pauta de las acciones colectivas que puedan acordarse.
Lo anterior no se contrapone a que la oposición venezolana insista en el cumplimiento del derecho a un referéndum revocatorio en tiempo oportuno y a la separación e independencia de los poderes públicos, principios éstos que por estar incluidos en la Constitución venezolana no tienen porqué ser objeto de renuncia o concesión alguna.
Caracas 30 de junio de 2016
grupoavilablog@gmail.com
El Grupo Ávila es una agrupación informal, compuesta por diplomáticos, analistas políticos, profesores universitarios e investigadores en las áreas de relaciones internacionales y las ciencias sociales, preocupados por el acontecer internacional y nacional.
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