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El PSOE aspira a gobernar en solitario, con apoyos puntuales, y sin el apoyo explícito de los independentistas de ERC. Es la idea que han transmitido los dirigentes del partido que preside Pedro Sánchez en la mañana posterior a la victoria socialista en las elecciones generales 2019. El PSOE, con el 28,68 por ciento de los votos, ha logrado 123 diputados.
La vicepresidenta en funciones del Gobierno, Carmen Calvo, ha asegurado que Sánchez quiere seguir en la línea mostrada durante los últimos diez meses, con lo que, de partida, no están por la labor de incluir en su Ejecutivo a ministros de Podemos, tal y como exige Pablo Iglesias.
«Vamos a intentar un Gobierno en solitario porque creemos que como partido y como Gobierno la gente nos ha entendido muy bien», ha dicho Calvo en la Cadena Ser. «Pensamos que tenemos un respaldo más que suficiente para ser el timón de este barco. Sabemos perfectamente que Unidas Podemos nos ha ayudado mucho y nos refuerza en sentido progresista. Pero pensamos que tenemos que seguir en esta línea».
El PSOE inicia las negociaciones para la investidura y la formación del próximo gobierno tras estas elecciones con la intención de gobernar en solitario, sin la entrada de Podemos en el Ejecutivo. Sánchez aspira a un pacto de investidura, pero no a uno de legislatura. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, lo ha dicho de otra manera en Telecinco. La «ambición» de su partido es gobernar en solitario con pactos puntuales, como ha venido haciendo hasta ahora.
Si los socialistas optan por pactar la investidura con Podemos y los nacionalistas hay dos opciones: que sumen con ERC (181 diputados), o que lo hagan con PNV y Junts per Catalunya (179), sobre el papel más moderados en materia económica. No obstante, Ábalos ha marcado otra línea roja al descartar apoyarse en los 15 escaños de ERC: «Por ahí no entramos en su momento, dijimos que no íbamos a entrar y no vamos a entrar».
«Siempre hemos aspirado, lo hemos dicho en campaña, que queríamos un proyecto autónomo y nos gustaría que así fuera, pero entendemos que hay que buscar acuerdos», ha dicho Ábalos. El número tres del partido no ha querido anticipar nuevos movimientos indicando que ahora toca «administrar con la tranquilidad debida» el triunfo de ayer y buscar apoyos para una investidura, pero «sin precipitarse».
La suma de PSOE y Ciudadanos alcanza los 180 diputados, cuatro por encima de la mayoría absoluta, lo que les daría un amplio margen para gobernar, pero en el día después de las elecciones ambos partidos parecen descartar esta opción.
La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, se ha referido en los mismos términos en RNE. La intención de los socialistas, ha dicho, es gobernar en minoría, si bien ha apuntado que «no hay ninguna prisa» a la hora de tomar decisiones sobre las posibles opciones.
Narbona ha subrayado que España necesita «un gobierno fuerte» y «un horizonte de estabilidad» para acometer los desafíos que hay por delante, sin dar pistas de si el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se inclinará por un gobierno con Unidas Podemos o por buscar el apoyo de Ciudadanos.
«No cabe descartar en estos momentos ninguna opción. No hay ninguna prisa en el sentido de tomar ni hoy, ni mañana, ninguna decisión», ha dicho la dirigente socialista. La dirección del PSOE hará esta tarde una primera evaluación de los resultados.
El secretario general del PSOE reúne a las 17 horas a la Comisión Ejecutiva Federal del partido para hacer balance de las elecciones generales del domingo, que ganó con 123 diputados frente al hundimiento del PP por la fragmentación del centroderecha.
Sánchez salió anoche a la calle Ferraz, donde tiene la sede federal el PSOE, para celebrar el triunfo con los cientos de militantes que se agolparon a las puertas tras conocer el triunfo en las elecciones generales.
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