Estados Unidos deja de considerar a China como manipulador de su divisa
EL PAIS
Estados Unidos ha dejado este lunes de considerar
oficialmente a China como un manipulador de su divisa, según ha
informado el Departamento del Tesoro en un informe. La decisión despeja
un obstáculo para alcanzar un acuerdo que detenga la guerra comercial
que ambas potencias llevan casi dos años librando. El anuncio se produce
en una jornada en la que los negociadores chinos han llegado a
Washington, donde este miércoles está previsto que se firme la primera
fase de dicho acuerdo comercial, cerrada en diciembre entre ambos equipos negociadores.
La medida revoca la controvertida decisión, tomada en agosto del año pasado
por la Administración Trump, en medio de una escalada de las tensiones
comerciales entre las dos potencias, de incluir a China en la lista
estadounidense de países que manipulan su moneda para obtener una
ventaja competitiva. Aquel verano, el presidente Trump acusó a Pekín de
devaluar el yuan para mitigar el impacto de los aranceles que había
impuesto a las importaciones chinas.
En un largamente esperado informe, publicado este lunes por
la tarde, el Tesoro ofrece su primer análisis público de las prácticas
monetarias de Pekín, y explica os compromisos adquiridos por China para
mejorar la transparencia en su manejo del yuan. El compromiso, por parte
de ambos países, de evitar devaluaciones que favorezcan sus
exportaciones forma parte del acuerdo que Trump y los líderes chinos
planean firmar el miércoles.
"China ha adquirido compromisos ejecutables de abstenerse
de la devaluación competitiva, promoviendo transparencia y rendición de
cuentas", ha dicho el secretario del tesoro, Steven Mnuchin, en un
comunicado.
Durante buena parte del conflicto comercial entre los dos
países, iniciado cuando Trump anunció la imposición aranceles a
productos chinos en marzo de 2018, el yuan ha venido depreciándose
respecto al dólar, reduciendo el impacto de los gravámenes y causando
frustración en la Administración estadounidense. La designación oficial
de China como manipuladora de divisas fue una medida de alto valor
simbólico, que no había sucedido desde 1994. Mnuchin se había mostrado
reacio inicialmente porque China no reunía todos los requisitos que
exige su Departamento para engrosar la lista. Pero al final, el 6 de
agosto del año pasado, menos de una semana después de anunciar que los
aranceles abarcarían a todos los bienes importados del gigante asiático,
Mnuchin cedió a las presiones de Trump y tomó la decisión apelando a
una ley de 1988 que contenía una definición más laxa de manipulación de
divisas.
La medida fue criticada por numerosos economistas, y el
Fondo Monetario Internacional señaló en septiembre que no había
evidencia de manipulación. El debilitamiento del yuan podía ser
atribuido, advertían, a una desaceleración en el crecimiento de la
economía del país. La decisión de agosto, además, fue anunciada en un
comunicado de prensa, y no en el seno del más detallado informe del
Tesoro, lo que privó a los analistas de una explicación pormenorizada de
la decisión.
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