COLLAGE SOBRE RÓMULO BETANCOURT (XLII)
(Gobierno Constitucional 1959-1964 –IV-)
Carlos Canache Mata
Desde su inicio, la actuación administrativa
del gobierno constitucional de Rómulo
Betancourt afrontó, tanto en el escenario internacional como en el interno, situaciones
complicadas, con muchas dificultades. Dice el historiador Germán Carrera Damas
que la gestión gubernamental en ese período “significó para Rómulo Betancourt
presidente la más difícil prueba de su capacidad política y de su determinación
de estadista comprometido con la implantación de la democracia” (1). Lo mismo
opina otro historiador, Manuel Caballero, quien señala que, después de ser el
ganador en el trance electoral, “Betancourt comenzará a gobernar en medio de
perspectivas nadaa auspiciosas. Pero la travesía del desierto ha terminado, aún
así lo que lo espera en Canaán no son precisamente ríos de leche y miel” (2).
La situación
económica encontrada en 1959 era problemática y preocupante. La dictadura había
dejado unas Reservas del Tesoro de 2.215 millones de bolívares, pero también
había dejado una deuda pública por un monto de 4.500 millones e bolívares; la
disminución estacional de las obras públicas, según las conveniencias inaugurativas
del dictador, había generado una gran masa de desempleados solicitando trabajo,
especialmente en Caracas; abundaban los reclamos y necesidades sociales que
exigían atención; hay una baja de los precios en los mercados externos del
petróleo, con el consiguiente impacto en los ingresos fiscales y en el
financiamiento presupuestario, a pesar de la modificación de la Ley de Impuesto
sobre la Renta, decretada el 19 de diciembre de 1958 por la Junta de Gobierno
presidida por Édgar Sanabria, que elevó la participación del país en los
beneficios petroleros desde le fórmula del cincuenta-cincuenta a alrededor de
un 60%; el Gobierno de Estados Unidos aplica restricciones, desde el 10 de
marzo de 1959, a sus importaciones de petróleo, por lo que los volúmenes
exportados por Venezuela se igualan a los de 1957; el valor de las
exportaciones de petróleo, que había sido de 2.570 millones de dólares en 1957
y de 2.299 millones de dólares en 1958, baja a 2.182 millones de dólares en
1959; descienden apreciablemente las actividads de inversión. Ese fue el oscuro
paisaje económico y fiscal que, en el comienzo de su andadura, encontró a la
vista el Gobierno Constitucional de Rómulo Betancourt.
Con motivo de las
restricciones a las exportaciones de nuestro petróleo, el Gobierno venezolano dirigió
el 24 de abril de 1959 un memorándum al Gobierno de EEUU, en el que expresaba:
“El Gobierno de Venezuela está particularmente extrañado por la tendencia
indicada por el Gobierno de Estados Unidos
al establecer discriminaciones contra las importaciones de petróleo
desde Venezuela sobre la base de la seguridad nacional de EEUU, y esta
tendencia hace surgir la implicación de que a Venezuela se la desestima y que
las fuentes venezolanas de petróleo ya no se consideran, como antes lo fueran,
esenciales para la seguridad de Estados Unidos…” (3). Es más, por parte del Gobierno venezolano se
aplicaron restricciones cuantitativas a artículos incluidos en el Tratado
comercial entre EEUU y Venezuela, tal como lo anunció el Presidente Betancourt
el 18 de junio de 1959 en una reunión con el Consejo Bancario Nacional: “Está
ya resuelto que un determinado número de productos que estamos en capacidad o
en posibilidad de producir en el país va a ser excluido de la Lista N° 1 del
tratado comercial suscrito entre Venezuala y Estados Unidos. El tratado no será
denunciado…y así sucesivamente, continuarems excluyendo todos aquellos
artículos que estemos en capacidad de producir dentro del país” (4). Esa medida
anunciada por el Presidente Betancourt ha sido considerada por los economistas
como una pieza fundamental en el avance del desarrollo industrial de Venezuela
en los años siguientes, la cual estaba enmarcada en una estrategia de
desarrollo que impulsara y fortaleciera los sectores internos de producción.
No obstante la
difícil situación económica encontrada y los problemas presentados en 1959,
descritos líneas arriba, el Presidente Betancourt, en discurso pronunciado el 7
de diciembre de 1959 con motivo de la conmemoración de su elección presidencial,
pudo hacer el siguiente balance sumario de la gestión cumplida durante su
primer año de gobierno, en estos términos: “…Pero (el país) sabe que no sólo se está
gobernando con libertades públicas, sino también con empeñoso esfuerzo administrativo. Sabe que
encontramos acumulado un saldo de problemas que fueron creciendo y ahondándose
en casi una década de desgobierno. Pero sabe también que se le ha dado al país
un ritmo de trabajo en todos los frentes. Sabe que se están construyendo más de
450 obras públicas en todo el país. Que los desocupados van obteniendo
progresivamente trabajo estable. Que las fábricas de cemento y de otros
materiales de construcción están vendiendo la totalidad de su producción; que
una más justa distribución de la renta nacional ha aumentado la capacidad de
consumo de la población y que este año de 1959 lo está considerando ya
excepcional, por su volumen de ventas y de ganancias, la determinante mayoría
de las firmas bancarias, comerciales o industriales. Que las siembras en el
campo son las más altas que se recuerdan en la historia del país y que los
préstamos en estos nueve meses de
gobierno hechos por el Banco Agrícola y Pecuario exceden de los de varios años
anteriores reunidos. Que el proceso de liberación económica de la nación y de
creación de fuentes estables de trabajo se expresa con el signo magnífico de
que las inversiones industriales en 1959 superan con largueza a las de
cualquier otro año de la historia nacional. Que ya somos millonarios en niños
concurriendo, con su gozosa algarabía, a los planteles educacionales. Que el
gobierno está empeñado en una política de austeridad, de equilibrio del
presupuesto, de reducción drástica de todo gasto dispendioso, de aséptica
moralidad administrativa; y de convencer también a los venezolanos, seguros de
que lo ayudarán con entusiasmo en esa empresa, de que sólo produciendo más,
gastando menos en lo superfluo y trabajando todos con un mismo ímpetu
contructivo, podremos forjar una patria grande, próspera y esclarecida” (5). En
el Segundo Mensaje presentado al Congreso de la República el 29 de abril de
1960 se recoge, con cifras e informaciones más detalladas, la obra realizada
durante el año 1959.
Así entrarermos en
el año 1960.
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Notas
1-Germán Carrera
Damas. “Rómulo Histórico”. Editorial Alfa. 2013. Pág. 296.
2-Manuel
Caballero. “Rómulo, político de nación”. Alfadil Ediciones/FCE. 2004. Pág. 303.
3-Eduardo Mayobre.
“José Antonio Mayobre”. Biblioteca Biográfica Venezolana. C.A. Editora El
Nacional. 2009. Pág. 62.
4-Rómulo
Betancourt. “La Revolución Democrática en Venezuela”. Tomo I. Imprenta
Nacional. Caracas/1968. Pág. 85-86.
5-Rómulo
Betancourt. Obra citada. Pág. 187.
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