viernes, 17 de julio de 2015

UN PROYECTO INTEGRADOR IV

EDUARDO FERNANDEZ

Hay que desmontar el exceso de presidencialismo que existe en nuestro sistema político.

En Venezuela tenemos una suerte de presidencia imperial. Más que a un presidente, los venezolanos, cada cinco años según la Constitución de 1961 y cada seis años ahora, elegimos a una persona que concentra en sus manos un poder descomunal. Eso ha sido así en el pasado. Eso también, como tantas otras cosas, se ha agravado en los últimos 15 años.

El Presidente es el jefe del Estado, el jefe del Gobierno, el comandante en jefe de la Fuerza Armada, el jefe de la Hacienda Pública Nacional, el conductor de la política exterior. Pero, además de todo eso, se ha convertido en el jefe del Poder Legislativo gracias a la tendencia de aprobar leyes que delegan en sus manos la facultad de legislar; en el jefe del Poder Judicial, gracias a la politización inaudita que se ha producido en esta rama del poder público y en un factor de influencia determinante en las otras ramas del poder público.

Si al tema del presidencialismo agregamos el del centralismo, que anula la capacidad de tomar decisiones en los niveles regionales y municipales y concentra todas las decisiones en la capital de la República y en las manos del Presidente, tenemos un sistema muy poco democrático.

Frente a esa realidad, ¿qué hacer? La respuesta no es simple. El presidencialismo, el centralismo y el estatismo son desviaciones del ideal democrático que hunden sus raíces en el pasado más remoto de nuestra historia. Además, a esas desviaciones hay que agregar el rentismo petrolero. Para superarlos se necesita más y mejor democracia. Se requiere profundizar la cultura democrática en todos los venezolanos. Se requieren cambios constitucionales y legales que fortalezcan un sistema de equilibrio y contrapesos entre las ramas del poder público. Se requiere profundizar la descentralización, la regionalización y la municipalización del poder público.

Se requiere reforzar el tejido social de cuerpos intermedios entre el Estado y los ciudadanos: sindicatos, gremios profesionales, asociaciones de vecinos, partidos políticos, organismos representativos de los sectores de la producción, universidades, academias, organismos culturales, etcétera.

Se requiere la diversificación de la economía y la promoción de un vigoroso sector privado que produzca bienes, servicios y empleos modernos. Y se necesita un manejo diferente del ingreso petrolero.

Seguiremos conversando.


Eduardo Fernández
@efernandezve

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