Informe de Libertad Económica 2017
Hernán Bonilla
Recientemente se dio a conocer el índice de libertad económica a nivel mundial que publica el Instituto Fraser de Canadá y que es copublicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo en Uruguay,
que a su vez realiza un informe sobre nuestro país. Como en cada
edición, se encuentran interesantes relaciones entre variables
económicas, políticas y sociales, así como hechos estilizados que ayudan
a apreciar qué hacen los países que han logrado desarrollarse.
El índice se elabora con 42 indicadores agrupados en cinco grandes áreas que son: tamaño del Estado, sistema legal y derechos de propiedad, estabilidad monetaria, libertad de comercio internacional y regulación. Cada país obtiene un puntaje de 0 a 10 en cada área y su promedio es el puntaje global con el que se arma el ranking.
Es interesante constatar la correlación que se encuentra en los resultados internacionales del índice, dado el número de países y la cantidad de años que se realiza el informe, que ya son más de 20. Existe una altísima correlación entre la libertad económica y la prosperidad de un país. En efecto, al agrupar los países en cuartiles se encuentra que el grupo de los más libres tiene un ingreso por habitante de 42.463 dólares mientras que en los menos libres es de 6.036 (dólares internacionales para permitir la comparación, ya que es una unidad que permite despejar las diferencias por tipo de cambio).
También es relevante destacar que a quienes más favorece la libertad económica es a los habitantes más pobres de cada país. En primer lugar, porque la pobreza es mucho menor en los países más libres. En este grupo la pobreza alcanza al 2,26% de la población mientras que en los menos libres la pobreza trepa al 48,9%. En segundo lugar, porque la distribución del ingreso no varía con el grado de libertad económica de los países, sonsonete que muchas veces se utiliza sin evidencia y sin razón. Y, en tercer lugar, porque el ingreso por habitante del 10% más pobre de la población es 10 veces mayor en los países más libres que en los menos libres. En efecto, en los países más libres el ingreso por habitante del 10% más pobre es de 11.998 dólares frente a 1.124 en los países menos libres.
A su vez el índice encuentra otras correlaciones a tener en cuenta. En los países más libres las personas viven más años que en los menos libres, los indicadores de libertad política y civil son más altos en los países con mayor libertad económica y la equidad de género es mayor en los países más libres, verbigracia.
Uruguay obtiene un puntaje de 7,16 que lo ubica en la posición 68 del ranking global. Este puntaje representa una leve suba respecto al año pasado, pero aún es bajo en comparación al mayor de los últimos años que fue 7,39 en 2011 y le permitió alcanzar la ubicación 37. En cuanto a las áreas del índice en la que obtenemos la mejor posición es en libertad de comercio internacional y la peor en regulación. Es en la regulación que enfrentan las empresas, el mercado de trabajo y el mercado de créditos donde obtenemos los peores puntajes y la única en la que estamos por debajo del promedio mundial e incluso del de América del Sur, lo que es un recordatorio severo de que tenemos mucho por mejorar si es que nos decidimos a avanzar hacia el desarrollo.
Este artículo fue publicado originalmente en El País (México) el 13 de octubre de 2017.
El índice se elabora con 42 indicadores agrupados en cinco grandes áreas que son: tamaño del Estado, sistema legal y derechos de propiedad, estabilidad monetaria, libertad de comercio internacional y regulación. Cada país obtiene un puntaje de 0 a 10 en cada área y su promedio es el puntaje global con el que se arma el ranking.
Es interesante constatar la correlación que se encuentra en los resultados internacionales del índice, dado el número de países y la cantidad de años que se realiza el informe, que ya son más de 20. Existe una altísima correlación entre la libertad económica y la prosperidad de un país. En efecto, al agrupar los países en cuartiles se encuentra que el grupo de los más libres tiene un ingreso por habitante de 42.463 dólares mientras que en los menos libres es de 6.036 (dólares internacionales para permitir la comparación, ya que es una unidad que permite despejar las diferencias por tipo de cambio).
También es relevante destacar que a quienes más favorece la libertad económica es a los habitantes más pobres de cada país. En primer lugar, porque la pobreza es mucho menor en los países más libres. En este grupo la pobreza alcanza al 2,26% de la población mientras que en los menos libres la pobreza trepa al 48,9%. En segundo lugar, porque la distribución del ingreso no varía con el grado de libertad económica de los países, sonsonete que muchas veces se utiliza sin evidencia y sin razón. Y, en tercer lugar, porque el ingreso por habitante del 10% más pobre de la población es 10 veces mayor en los países más libres que en los menos libres. En efecto, en los países más libres el ingreso por habitante del 10% más pobre es de 11.998 dólares frente a 1.124 en los países menos libres.
A su vez el índice encuentra otras correlaciones a tener en cuenta. En los países más libres las personas viven más años que en los menos libres, los indicadores de libertad política y civil son más altos en los países con mayor libertad económica y la equidad de género es mayor en los países más libres, verbigracia.
Uruguay obtiene un puntaje de 7,16 que lo ubica en la posición 68 del ranking global. Este puntaje representa una leve suba respecto al año pasado, pero aún es bajo en comparación al mayor de los últimos años que fue 7,39 en 2011 y le permitió alcanzar la ubicación 37. En cuanto a las áreas del índice en la que obtenemos la mejor posición es en libertad de comercio internacional y la peor en regulación. Es en la regulación que enfrentan las empresas, el mercado de trabajo y el mercado de créditos donde obtenemos los peores puntajes y la única en la que estamos por debajo del promedio mundial e incluso del de América del Sur, lo que es un recordatorio severo de que tenemos mucho por mejorar si es que nos decidimos a avanzar hacia el desarrollo.
Este artículo fue publicado originalmente en El País (México) el 13 de octubre de 2017.
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