CARLOS RAUL HERNANDEZ
EL UNIVERSAL
Nuestros candidatos andan en los altos hornos de la campaña contra
una maquinaria poderosa y abusiva, aunque repudiada e impopular. Pero
también mordidos en las piernas por el malderrabia de los resistencios y calle-calle,
doble ponchados en sus aventuras de estos dos dolorosos años, pero en
extremo útiles al gobierno. Debería convocarse un Rosario en Familia
para pedir que paren el malentretenimiento, el descrédito abstencionista
contra los que se la juegan en serio en barrios y aldeas. 2018 toca el
examen final del gobierno y no luce fácil eludirlo. La comunidad
internacional está orientada a que haya elección presidencial y sea
limpia, a los diálogos dominicanos, y eso intensifica con la cercanía de
la dead-line. Desde arranque de los 2000 en la aurora del
régimen, cuando se habló de prepararse para las elecciones pautadas
entonces, sonó el canto pavoso: “¿esperar?… ¡el país no aguanta más!”.
“¡La solución es ya!” (y vino el calvario: RR contra Chávez, fracaso del paro petrolero y la marchitis, payasadas del 11 de abril, plazaltamira,
retiro de candidaturas 2005). A quien invocara el sentido de la
realidad, lo execraban “los gerentes” que quebraron empresas, salieron a
quebrar la política y siguieron en eso para desventura de sus
asesorados, que si no están presos los andan buscando. De no ser por la
ominosa participación de la gerencia en la política, el chavismo tal vez
sería hoy un recuerdo fastidioso. La locura recomenzó en 2014 y a
quienes pedían prepararse y ganar las parlamentarias de 2015, les caía
de nuevo el Niágara de frases de rigor, “colaboracionistas”, “con este
CNE”, “quieren legitimar…” y nociones extraídas del país de Alicia,
donde las distorsiones oníricas de la mente sustituyen la realidad, la
reina celebra todos los días su no cumpleaños y los caminos no van a
ninguna parte.
Intervención militar democrática
Ante la propuesta de presionar en 2016 por las elecciones regionales, la respuesta de la Reina fue ¡qué gobernadores ni qué niño muerto; vamos al revocatorio!, ¡Maduro vete ya! Igual soñaron en 2017 las elecciones generales y la intervención militar democrática. Quienes recordaban que el reto era asegurar las elecciones de 2018, que detrás de la prisa se escondía un áspid y una equivocada evaluación política, eran cómplices (hay unas y unos en el congelador, los sacan cada año a meter la pata, y los vuelven a esconder). Los resistencios creían tener la máquina del tiempo para adelantar todo: bastaba la frase mágica y genial: ¡el hambre no espera! y el mundo se desplomaría. En concreto hoy vamos a 2018 en el cuadro de la negociación. Al parecer los calle-calle y la gerencia regresaron del futuro con el DeLorean hecho chatarra y el gobierno sigue hacia la fecha electoral.
Ante la propuesta de presionar en 2016 por las elecciones regionales, la respuesta de la Reina fue ¡qué gobernadores ni qué niño muerto; vamos al revocatorio!, ¡Maduro vete ya! Igual soñaron en 2017 las elecciones generales y la intervención militar democrática. Quienes recordaban que el reto era asegurar las elecciones de 2018, que detrás de la prisa se escondía un áspid y una equivocada evaluación política, eran cómplices (hay unas y unos en el congelador, los sacan cada año a meter la pata, y los vuelven a esconder). Los resistencios creían tener la máquina del tiempo para adelantar todo: bastaba la frase mágica y genial: ¡el hambre no espera! y el mundo se desplomaría. En concreto hoy vamos a 2018 en el cuadro de la negociación. Al parecer los calle-calle y la gerencia regresaron del futuro con el DeLorean hecho chatarra y el gobierno sigue hacia la fecha electoral.
No luce tan descabellada la distopía de
campamentos de refugiados en la frontera. ¿Aceptarán los vecinos
semejante perspectiva? ¿Podría aparecer en Venezuela el nuevo Al-Azhad-Sadam-Fidel-Kim Jon Un-Mugabe,
el dictador sanguinario del Estado fallido que desafía al mundo? Quizás
pero con un costo social y político tal que la sacaría del cuadro de
las naciones civilizadas (del que está de salida). ¿A cambio de qué y
para qué cargarían Rusia y China con la responsabilidad de una especie
de Somalia en Latinoamérica, cuando dependería de ellos una intervención
humanitaria de la ONU? Y no es descartable que no salga de este
contexto un Al-Ashad sino otro Milosevich. Por eso es de vida o muerte
seguir las conversaciones, que los candidatos asistan si la
constituyente los convoca, y no se haga nada que salve al gobierno de su
sino.
¡Regresa Isabel!
Resistencios y gobierno llevan 18 años de fracasos, sin el más mínimo pudor, ni siquiera una exigua capacidad de auto reflexión. Desde que comenzó la pesadilla revolucionaria, el desenfreno se hizo modo de vida. Toda revolución impone como paradigma social la falacia y la exageración, contra la democracia cuyo centro político debe ser relativamente sobrio, porque si no lo es y cae en manos de irredentos, se acaba. La tragedia ya asomaba sus fauces y las bielas del sistema traqueaban cuando en el Parlamento de los 90 se exhibían en varas las cabezas cortadas de los “corruptos” sin pruebas, y unos diputados-gladiadores, como el Podemos que amenaza la democracia en España, sin el pudor del saco, ni la hoja de parra de la corbata, paseaban sus propias barrigas exultantes por el Hemiciclo.
Resistencios y gobierno llevan 18 años de fracasos, sin el más mínimo pudor, ni siquiera una exigua capacidad de auto reflexión. Desde que comenzó la pesadilla revolucionaria, el desenfreno se hizo modo de vida. Toda revolución impone como paradigma social la falacia y la exageración, contra la democracia cuyo centro político debe ser relativamente sobrio, porque si no lo es y cae en manos de irredentos, se acaba. La tragedia ya asomaba sus fauces y las bielas del sistema traqueaban cuando en el Parlamento de los 90 se exhibían en varas las cabezas cortadas de los “corruptos” sin pruebas, y unos diputados-gladiadores, como el Podemos que amenaza la democracia en España, sin el pudor del saco, ni la hoja de parra de la corbata, paseaban sus propias barrigas exultantes por el Hemiciclo.
Sostienen que El Príncipe de Maquiavelo es
realmente Isabel la Católica. Ella según sus palabras no tenía que
“decir la verdad sino lo que convenía al Reino”. Churchill utilizaba el
humor como navaja y en general los demócratas resaltan las buenas
noticias para disimular las malas. A los políticos medios en general la
cautela los enseña hablar sin decir, como satirizaba Cantinflas (“¡a ese
señor yo ni lo ignoro!”). Al contrario Fidel, Pinochet, el Galáctico
convirtieron la inmoderación, “el decir las verdades en la cara”, la
carencia de entendimiento, la piratería, la irreverencia, el estilo
zumbao y guapetón que cultivan los resistencios y los calle-calle, el extremismo mental y verbal, en el alien de
este sistema político. Su imagen de culto con chaqueta de guacamaya
tricolor y el librito azul en la mano mientras gritaba “verdades”
-generalmente calumnias- nos marcó con yerro candente.
@CarlosRaulHer
No hay comentarios:
Publicar un comentario