Enchiquerados
Eduardo Fernandez El gobierno no quiere que el pueblo vote y una buena parte del pueblo, frustrado por tantos engaños, ha terminado perdiendo la fe en la lucha democrática. El gobierno sabe que la inmensa mayoría de los venezolanos queremos un cambio político. Queremos salir de un gobierno que solo produce hambre y desolación. Queremos un gobierno nuevo lo más pronto posible. Por eso ellos no quieren que el pueblo vote. Conocen las encuestas. Saben que si el pueblo vota pierden. Por eso se dedican a “enchiquerar” el proceso electoral. Hacen todas las maniobras para ensuciar el proceso y para desanimar a los electores: Ponen al TSJ a elegir el CNE. Intervienen arbitrariamente a los partidos políticos. Inhabilitan tarjetas, dirigentes políticos y partidos. Aumentan el número de diputados a elegir violando la Constitución Nacional e inventan la figura de los diputados nacionales no prevista en la Constitución. Abusan de su poder en los medios y de las cadenas. Y encima, hacen que, en cadena de radio y televisión, el general Ministro de la Defensa, responsable del Plan República, arremeta contra uno de los principios fundamentales del sistema democrático: el principio de la alternabilidad republicana, justo en la fecha para evocar la unidad de la nación venezolana: el día del aniversario de nuestra independencia. La principal tarea de la Fuerza Armada Nacional es defender la soberanía nacional, soberanía que reside en el pueblo. Nuestra Fuerza Armada debe ser garante del cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que dice en su artículo sexto: “El gobierno de Venezuela es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables”. Todo lo que hace el gobierno es fomentar la abstención y desacreditar la ruta electoral que es la única vía que existe para cambiar al gobierno de una manera democrática y civilizada. El gobierno no quiere que el pueblo vote y una buena parte del pueblo, frustrado por tantos engaños, ha terminado perdiendo la fe en la lucha democrática. Si la mayoría que quiere cambio llena los centros de votación en rebeldía cívica y sale de ellos con el 100% de las actas, este gobierno cae. Los partidos tendrían que desprenderse de sus tarjetas partidistas para postular una tarjeta única y abrir espacio a los candidatos más representativos. ¿Serán capaces? El 80% de los venezolanos que hoy viven en situación de pobreza extrema, los obliga. Seguiremos conversando. Eduardo Fernández |
viernes, 17 de julio de 2020
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