Grupo La Colina

EL DESPLOME PRODUCTIVO DE LAS EMPRESAS BÁSICAS

DAMIAN PRAT

20 mil millones de dólares
en merma de ingresos ha costado en 3 años
desplome productivo de empresas básicas

(Otra deuda más de Chávez y la falsa revolución)

Sidor, por ejemplo, debió producir en 2011 tres millones 600 mil toneladas de productos planos (planchones, laminados, etc.) de acero porque esa es su capacidad instalada, pero sólo se fabricaron 1 millón 390 mil toneladas, es decir, un triste 38% de su capacidad. Esos 2 millones 200 mil toneladas que dejaron de producirse debido al acelerado deterioro de la empresa tras casi cuatro años de “estatismo salvaje”, significó que se perdieron ingresos por el orden de 1 mil 830 millones de dólares de acuerdo al precio de ese tipo de productos de acero. ¡Casi 2 mil millones de dólares menos!

¿Quién responde por eso? ¿Quién paga esa ruina? Los que hablan de “la patria nueva que estamos construyendo” mientras en realidad destruyen y desindustrializan a Guayana, jamás asumen su responsabilidad. Ellos viven culpando “al imperio” o a quien sea con tal de no mirarse en el espejo. Esa pérdida la paga Sidor misma con el abandono de las reinversiones y el mantenimiento. Lo paga Venezuela con menos ingreso de divisas. Lo pagan los trabajadores de Sidor a quienes les tumban beneficios para medio pagar el déficit. Lo pagan otros trabajadores que podrían entrar a nuevos proyectos industriales a tener empleos buenos y productivos.

Lo de los “planos” de Sidor fue solo uno de los casos. Un ejemplo. La cuenta está detallada, empresa por empresa para los años 2009, 2010 y 2011 y suma casi 20 mil millones de dólares. El informe lo elaboraron técnicos de larga experiencia en la industria que ahora apoyan el programa de gobierno de Andrés Velásquez y Henrique Capriles, esperanzados en poder salir de la ruina y entrar al cambio para el progreso.

¡Es un bochorno que indigna! ¡Cuántas cosas habrían podido hacerse con esos 20 mil millones de dólares! Sobre todo crecimiento industrial para multiplicar los ingresos y generar decenas de miles de empleos buenos y estables que son la única fórmula verdadera para acabar con la pobreza.

Ferrominera, por ejemplo, sumando los tres años, dejó de ingresar por baja productiva de mineral en esos tres años sumados, 2.680 millones de dólares. Es que “los destructores” rojitos la llevaron a perder hasta 21 millones de toneladas de la que debía ser su producción trienal. Multiplicado por los precios promedio de cada uno de esos tres años arroja la cifra mencionada. ¡Por eso tienen los equipos pesados de mina convertidos en chatarra, igual que la vía férrea y le deben de todo a los trabajadores! Es más, entre pellas y briquetas no producidas por el desastre en que han convertido a nuestra gran empresa, se perdieron ingresos de casi 3 mil millones de dólares.

Se llenan la boca hablando de “independencia nacional” mientras sus ejecutorias debilitan y destruyen la soberanía nacional productiva. Por eso llegaron a privatizar el 70% de la producción y las compras de repuestos en el exterior.

Entre Venalum y Alcasa, las pérdidas por aluminio no producido y obviamente no vendido, suman 1.200 millones de dólares menos. En Minerven fueron 240 millones de dólares perdidos. Y en las antiguas briqueteras privadas, tras la estatización los ingresos fueron 5 mil 300 millones de dólares menos de los que pudieron ser.

El daño causado a Guayana, a su industria y el progreso de su gente es incalculable. Sólo basta imaginar el panorama si esas empresas no hubieran sido sometidas al “estatismo salvaje” y a criterios supuestamente “ideológicos” pero sumamente retrógrados como eso de que “productividad y rentabilidad son conceptos del malvado capitalismo y del neoliberalismo”.