LA CARTILLA
E. Nouel V.
Sin querer queriendo, sin aludirlo de manera directa, se la leyeron al paciente de La Habana. Aunque ya desde aquí y de otros lares se la han leído y remachado hasta la saciedad, es de esperar que tampoco en esta oportunidad y mucho menos en las circunstancias personales y políticas que vive, ponga alguna atención a tales ideas sobre democracia moderna, globalización económica y buen gobierno en un entorno planetario como el de hoy. Eso sería como pedirle guayabas a un cují.
LAGOS, CARDOSO Y GONZÁLEZ
Tres ex presidentes experimentados y sabios fueron convocados a esta ciudad acogotada por la delincuencia y el descalabro de los servicios públicos, por una institución financiera nacional, para que dirigieran unas palabras a Venezuela. Así, Fernando Henrique Cardoso, Felipe González y Ricardo Lagos nos ofrecieron sus reflexiones a partir de sus ejecutorias particulares como hombres públicos que han sido.
Y aunque existe el dicho popular de que nadie escarmienta en cabeza ajena, nunca está de más oír de boca de tan relevantes protagonistas, sus conclusiones acerca del arte de gobernar, de los errores que deben evitarse en este oficio y de los éxitos que podemos alcanzar si asimilamos las enseñanzas de la historia.
F. H. Cardoso fue el que abrió los fuegos en este importante encuentro caraqueño. Para los que no lo saben, vivió en nuestro país y lo conoce bien. Es un científico social y entre sus obras más conocidas está aquella que escribió con Enzo Faletto, “La dependencia y desarrollo”, que fue una suerte de “biblia” para los “dependentistas”, allá, a finales de los sesenta del siglo pasado, tesis éstas que en la actualidad están demodés, pero que fueron entonces asumidas no sólo por los políticos de izquierda. Luchó contra la dictadura militar de su país durante muchos años y alcanzó la presidencia para ejecutar un programa de importantes logros para su pueblo.
Felipe González siguió en el turno al bate. Abogado andaluz, ex presidente de gobierno de España, figura importante de la socialdemocracia internacional. Era secretario general de su partido, el PSOE español, cuando vuelven a la democracia en su país a la muerte del dictador Francisco Franco, a quien combatió. Enrumbó exitosamente a España a la modernidad, la hizo europea, y contribuyó a la consolidación de la democracia. Político de fino olfato, pragmático y de carisma, hoy es una personalidad de relieve mundial, cuya opinión es requerida por muchos.
Cerró el evento el ex presidente chileno Ricardo Lagos, también ficha importante de la socialdemocracia. Protagonista destacado de la Concertación de los Partidos por la Democracia en su país. Abogado, economista y académico. Fue un luchador incansable contra la tiranía militar de Pinochet en su país.
Sin duda, tres demócratas convictos y confesos. Probados en el fragor de una dura y azarosa lucha política.
Con matices, en materia económica comparten el mismo enfoque. La política económica no es de izquierda o de derecha; o es buena política o es mala. Crecimiento y desarrollo deben ir juntos. Debe redistribuirse los excedentes, fruto de la riqueza. Debe redistribuirse el fruto, no el árbol que produce el fruto, pues puede suceder que éste sea la única vez que lo dé, señaló González. Si crecemos –indicó Lagos- el ingreso aumenta por persona. No debe existir monopolio, ni público ni privado, apunta Cardoso. Lo decisivo es crear capital humano, dijo González. Es decisiva una equilibrada relación entre el sector público y el privado. La apertura económica exterior favoreció el crecimiento de la producción, recuerda Cardoso. El desarrollo e inversión en las nuevas tecnologías y educación debe ser una prioridad. Lo que importa es que exista competencia, el mercado, para empresas privadas y públicas.
En lo político, los tres políticos, al unísono, resaltaron la importancia del diálogo político y social. Se recordó el fracaso estruendoso de los experimentos políticos comunistas y colectivistas. La democracia, dijo acertadamente González, no es garantía de buen gobierno, lo es de que podamos quitar a los malos gobiernos: “Democracia no es una ideología, son reglas de juego”. Lagos señaló que el reto es pasar de una sociedad de derechos constitucionales a una sociedad de garantías, en donde los derechos no sean algo escrito, sino la esencia de la democracia. Los presidentes se eligen para administrar el futuro, no para los pleitos del pasado.
Competitividad, competencia, productividad, desarrollo tecnológico, educación, autonomía de los poderes públicos, legitimidad de ejercicio gubernamental, participación democrática, diálogo político, no al militarismo, fueron los puntos clave de las exposiciones de estos tres ex presidentes visitantes.
En suma, puede decirse que fue un mensaje de futuro, de progreso, de libertad, a partir de una rica experiencia. Independientemente de las pequeñas o grandes diferencias que se pueda tener con algunos de los conceptos emitidos, resulta reconfortante ver a estadistas en un entorno político, económico y social que contrasta de forma muy marcada con las ideas expresadas por ellos; uno en el que una ideología demencial, una utopía regresiva, ha pretendido imponerse a un pueblo que se resiste a aceptarlo.
EMILIO NOUEL V.
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