sábado, 27 de mayo de 2017

LO PREOCUPANTE


OSWALDO PAEZ-PUMAR

Al general Vladimir Padrino-López le resulta preocupante la declaración de la Fiscal General de la República Luisa Ortega-Díaz en relación con la muerte del joven Juan Pernalete. Su preocupación la origina que la Fiscal “haga una precalificación de hechos”. ¿Me pregunto yo y le pregunto al general si conoce de algún procedimiento que inicie la fiscalía, aun en caso de flagrancia, sin que haya una precalificación? ¿Quiere usted para los miembros de los distintos componentes de la fuerza armada algo distinto?
Todo procedimiento que persigue castigar al autor de un homicidio se inicia con la existencia de un hecho: una persona fallecida con todas las apariencias de que no se trata de una muerte natural. En este caso aparentemente por el impacto de una ‘granada lacrimógena’, que no se adquieren en los supermercados.
La Fiscal ha tenido la prudencia de señalar que se conoce de donde fue lanzada, mas no quién la lanzó; y ya el general está preocupado, porque ‘podría instigar la violencia contra ellos’. Yo le pregunto de nuevo al general ¿contra ellos o contra él? General el él está referido al eventual autor material no a usted, ni siquiera a algún ahijado que pueda tener dentro del componente.
El empleo del plural de parte suya ¡contra ellos! me induce a pensar que se trata de un comportamiento ordenado y no de una conducta aislada de alguien que se saltó las órdenes como resultado del nerviosismo, de un arrebato, de un deseo de herir pero no de matar, o finalmente de alguien que pudo haber tenido la intención de dar muerte.
Si usted hubiera tenido un mínimo de entendimiento en lugar de cuestionar lo que hace la Fiscal, pudiera haber hecho unas cuantas cosas:
1°) lamentar la muerte del joven Pernalete;
2°) Señalar que la responsabilidad, en caso de establecerse la autoría en alguno de los miembros del componente, es personalísima porque las instrucciones para contener las manifestaciones expresamente les prohíben el ataque directo a menos que esté en peligro su propia vida; y
3°) no cometer la estupidez de referirse a la granada causante de la muerte como ‘presuntamente disparada’, porque esas ‘lacrimógenas’ no se auto-propulsan.
Lo preocupante es, en la realidad de los hechos, lo que señalamos en segundo término, porque usted no puede hablar de la responsabilidad personalísima porque están siendo entrenados para atacar a quienes somos señalados de ‘enemigos del proceso, o de la revolución’; y teme que si se desmarca la fuerza armada de lo que haga uno de sus miembros, puede generar una diáspora. Quién disparó la ‘granada’ le estaba obedeciendo.
Lo preocupante es que usted haya podido llegar a ser general y ministro.

OSWALDO PÁEZ-PUMAR

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