viernes, 23 de octubre de 2020

 

La política
















Eduardo Fernandez


A quienes quieran trabajar por recomponer la política no me cansaré de recomendarles la lectura de la última carta encíclica de S.S. el Papa Francisco: Fratelli Tutti

La política en el mundo está mal. La prueba de que eso es así abunda por todas partes: guerras, inseguridad, hambre, violencia, explotación, terrorismo, tráfico de drogas y de personas, abusos contra la ecología y en contra de la naturaleza. Es decir, son múltiples las demostraciones de que la política, en el mundo de hoy, está muy mal.

A quienes quieran trabajar por recomponer la política no me cansaré de recomendarles la lectura de la última carta encíclica de S.S. el Papa Francisco: Fratelli Tutti.

Allí nos dice el Papa: “Para muchos la política hoy es una mala palabra, y no se puede ignorar que, detrás de este hecho, están a menudo los errores, la corrupción, la ineficacia de algunas políticas. A esto se añaden las estrategias que buscan debilitarla, reemplazarla por la economía o dominarla con alguna ideología. Pero ¿puede funcionar un mundo sin política?

Mas adelante nos dice: “La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el Bien Común a largo plazo. Al poder político le cuesta mucho asumir este deber en un proyecto de nación y más aún en un proyecto común para la humanidad presente y futuro.”

Finalmente nos dice: “Convoco a rehabilitar la política, que es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el Bien Común”.

Tampoco anda bien la política en nuestro país. Son muy abundantes las pruebas: hambre, violencia, inseguridad, corrupción, violación sistemática de los derechos humanos.

La Conferencia Episcopal acaba de decirlo con meridiana claridad: “El Ejecutivo Nacional ha demostrado su incapacidad para dar respuesta a los grandes problemas nacionales y sus actuaciones tienden a agravarlos. A todas luces aparece que su único objetivo es permanecer a toda costa en el poder, sin importar cuánto sufrimiento traiga eso al pueblo venezolano.

Por su parte, los sectores de oposición se muestran divididos y sin presentar una alternativa verdadera de cambio. Tanto el oficialismo como la oposición no presentan un proyecto de país que logre reunir y convencer a la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano de vivir en justicia, libertad y paz. Venezuela reclama a gritos un cambio de actitud en toda la dirigencia política.”

Habrá que seguir el consejo de San Benito: “ora et labora”. Recemos y trabajemos.

Seguiremos conversando.


Eduardo Fernández
@EFernandezVE

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