jueves, 15 de octubre de 2020

Pasos de sombra


Luis Daniel Álvarez V.

Miembro del Grupo Ávila


En la historia venezolana abundan los jefes de Estado que dicen representar el sentir de la mayoría. Sin embargo, muchos de los casos son funestos personajes que venden una imagen de valerosos actores dispuestos a dar la lucha contra cualquier adversario y a esgrimir una idea de valentía y determinación.

Estos presidentes se promocionan como estadistas que están llamados a impulsar los anhelados cambios que requiere el país y a plantear que antes de ellos sólo imperaban el caos, la anarquía y la desigualdad. Otra característica que los describe es que les encanta que se hable de ellos, generando un manifiesto culto a la personalidad que lleva a sus círculos más estrechos a aplaudir todas sus tropelías.

Debajo de la máscara de defender los intereses nacionales se esconden gestiones repulsivas y dantescas en las que abundan la represión, la corrupción y la más absoluta discrecionalidad, caracterizándose por el desprecio con el que tratan a la disidencia y la saña con la que arremeten contra la prensa, estableciendo ergástulas en las que se consume la vida de aquellos que disienten y se oponen.  

Estos personajes, que no tienen un bagaje intelectual que los defina, emplean constantemente frases, proclamas y consignas que buscan confundir a la colectividad y cuando esto no es suficiente, recurren a propiciar enfrentamientos con  la comunidad internacional, buscando victimizarse con miras a tratar de concretar adhesiones internas en torno a su figura.

El 11 de octubre hubiese cumplido 162 años Cipriano Castro Ruiz, un patético personaje que gobernó Venezuela entre 1899 y 1908 y que pese a prometer un gobierno diferente, sembró una época de temores y persecuciones. Aunque trató de vender la idea, y así lo recuerdan muchos, de reivindicar los intereses venezolanos, la realidad muestra que el país vivió uno de sus períodos más oscuros. ¡Y pensar que a muchos les gusta emular a Castro! Tal vez sin notar que haciéndolo, llevan consigo el sello del repudio y del país que no debe repetirse.

luis.daniel.alvarez.v@gmail.com

@luisdalvarezva

 

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