"Teodorización" y "derechización"
El teodorismo trata de atraer a todas las izquierdas hacia Pérez
ARGELIA RÍOS | EL UNIVERSAL
viernes 2 de septiembre de 2011 12:00 AM
Inusitadamente, Henri Falcón, ha adquirido una nueva relevancia en el tablero de las alianzas políticas opositoras. El "tutelaje" brindado por Teodoro Petkoff a la precandidatura de Pablo Pérez, ha terminado ampliando el peso del gobernador larense, quien -sin poseer el apresto del director de Tal Cual, cuya presencia en los auditorios es de añeja data- adquiere ahora un rol indudablemente estelar en la campaña de Henrique Capriles.
Es ostensible que al mandatario mirandino se le pretenden desvalijar sus respaldos más estratégicos. No en vano lo que está en desarrollo es la recreación de una feroz pugna entre las izquierdas de la MUD, divididas en este momento por la titularidad del pensamiento "progresista". El tema enfrenta a quienes se adhieren a la propuesta del zuliano considerado por el teodorismo, en coincidencia con AD, como el "jojoto" más confiable, con quienes, por el contrario, prefieren apostarle al enigmático mirandino, para beneficiar -como lo señalan- un tipo de cambio que garantice un paso más firme en la ruptura con el pasado.
Necesitado como se halla el gobernador mirandino, de impedir que sus adversarios zulianos le estampen la etiqueta de "derechista", no tiene otra opción que robustecer su nexo con Falcón, para disputarle al teodorismo -que siempre reclamará su propiedad sobre el mundo de la izquierda- al menos algunas fracciones de la izquierda no chavista. En especial ésas que, pese al inocultable carisma de Pérez, ven en él el riesgo de una restitución del poder de la antigua AD, partido del que fue militante, hasta la constitución, por parte de Manuel Rosales, de la organización Un Nuevo Tiempo.
En las criptas de la política nacional todos conocen las fuertes presiones que hoy experimentan los grupos de la izquierda democrática inclinados a favor de la nominación de Capriles: el forcejeo, como ya es evidente, busca trasladar esos apoyos hacia Pérez, con el deliberado propósito de "derechizar" al mirandino, y de "izquierdizar" al zuliano, a modo de encubrir su conexión, tanto con la antigua AD blanca, como con la de su novedosa franquicia azuleja.
Esta suerte de "teodorización" de la candidatura de Pablo Pérez -que también exige una obligante "desrosalización"- tiene una motivación: las dos transiciones exitosas del siglo XX -la española y la chilena- fueron conducidas por los sectores que se encontraban ideológicamente más cercanas a los dictadores a las cuales sucedieron. El hecho explica por qué el teodorismo trata de atraer a todas las izquierdas hacia Pérez y por qué razón Henri Falcón surgido de vientre del "proceso"- tendría que asumir un compromiso todavía más nítido con Capriles Radonski, para dificultar su "derechización".
Es ostensible que al mandatario mirandino se le pretenden desvalijar sus respaldos más estratégicos. No en vano lo que está en desarrollo es la recreación de una feroz pugna entre las izquierdas de la MUD, divididas en este momento por la titularidad del pensamiento "progresista". El tema enfrenta a quienes se adhieren a la propuesta del zuliano considerado por el teodorismo, en coincidencia con AD, como el "jojoto" más confiable, con quienes, por el contrario, prefieren apostarle al enigmático mirandino, para beneficiar -como lo señalan- un tipo de cambio que garantice un paso más firme en la ruptura con el pasado.
Necesitado como se halla el gobernador mirandino, de impedir que sus adversarios zulianos le estampen la etiqueta de "derechista", no tiene otra opción que robustecer su nexo con Falcón, para disputarle al teodorismo -que siempre reclamará su propiedad sobre el mundo de la izquierda- al menos algunas fracciones de la izquierda no chavista. En especial ésas que, pese al inocultable carisma de Pérez, ven en él el riesgo de una restitución del poder de la antigua AD, partido del que fue militante, hasta la constitución, por parte de Manuel Rosales, de la organización Un Nuevo Tiempo.
En las criptas de la política nacional todos conocen las fuertes presiones que hoy experimentan los grupos de la izquierda democrática inclinados a favor de la nominación de Capriles: el forcejeo, como ya es evidente, busca trasladar esos apoyos hacia Pérez, con el deliberado propósito de "derechizar" al mirandino, y de "izquierdizar" al zuliano, a modo de encubrir su conexión, tanto con la antigua AD blanca, como con la de su novedosa franquicia azuleja.
Esta suerte de "teodorización" de la candidatura de Pablo Pérez -que también exige una obligante "desrosalización"- tiene una motivación: las dos transiciones exitosas del siglo XX -la española y la chilena- fueron conducidas por los sectores que se encontraban ideológicamente más cercanas a los dictadores a las cuales sucedieron. El hecho explica por qué el teodorismo trata de atraer a todas las izquierdas hacia Pérez y por qué razón Henri Falcón surgido de vientre del "proceso"- tendría que asumir un compromiso todavía más nítido con Capriles Radonski, para dificultar su "derechización".
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