Las denuncias sobre corrupción en el Miss Venezuela, difundidas en
redes sociales por algunas de sus participantes, confirman la imagen que
dibuja la novela Las Muñecas de la Corona de la periodista Ibéyise
Pacheco, publicada a finales de 2017.
El cierre del concurso y el despido de su creador y director Osmel
Sousa, confirman el entramado de corrupción y degradación moral de la
casta gobernante que se apoderó del país y que hundió a una de las
marcas más exitosas.
Las Muñecas de la Corona expone los entretelones de un certamen que
degeneró en una palanca para utilizar la belleza como instrumento de
influencia y facilitación de relaciones y negociados en las altas
esferas del poder en Venezuela.
El caso más nombrado es el de las “petromisses”, en referencia a la
red de corrupción que se creó en Pdvsa durante la presidencia de Rafael
Ramírez. La utilización de algunas de las misses para facilitar los
oscuros negociados de Ramírez y sus testaferros, como su primo Diego
Salazar, comienza a salir a la luz pública aunque era un secreto a voces
desde hace años.
La lista de los beneficiados con los favores de algunas de las misses
no se reduce solo a los jerarcas de Pdvsa y sus socios. Incluye también
desde ocupantes de Miraflores hasta el TSJ, pasando por el BCV, la
Tesorería y algunos medios de comunicación, entre muchos otros que, en
nombre de una supuesta revolución a favor de los pobres, saquearon al
país condenando al pueblo a la miseria, el hambre, las enfermedades y la
violencia.
Algunas misses fueron ofrecidas en bandeja de plata, seguramente no
de forma gratuita. Como dice Pacheco: “Se trata de jóvenes que ven en
los miembros de la boliburguesía, el trampolín a una nueva vida de
comodidad y lujos alejada de la pobreza y la violencia que ha instaurado
en Venezuela el mal llamado socialismo del siglo XXI”.
Exhibir lo robado se convirtió en una obsesión para los funcionarios
corruptos, familiares, testaferros y socios. No bastaban los carros mas
lujosos, ni las mansiones y los aviones privados. Entre los símbolos de
estatus de la nueva casta corrupta figura, en lugar destacado, la visión
machista de la mujer como objeto. Algunas misses y modelos son
exhibidas como “trofeos” del supuesto éxito social de los nuevos
millonarios.
En la lectura de la novela de Ibéyise – que se consigue en Amazon.com
– los venezolanos encontrarán otros reconocibles perfiles de los
responsables del gran saqueo que ha sufrido el país.
@TablanteOficial
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