GONZALO GONZALEZ A.
El Black Out nacional
iniciado el jueves 7 de marzo, y aún no cesado del todo, es una demostración
palmaria e irrefutable de que el caos ya se instaló, de que el país está al
garete, de que los venezolanos estamos indefensos. Y de que el Gobierno
chavista está de lejos superado por las dificultades.
La crisis sistémica en progreso es consecuencia de un régimen
cuya gestión de gobierno no sólo no pudo con los viejos problemas de la nación,
sino que los agravó y encima trajo nuevos padecimientos. Lo que en definitiva
experimentamos es un retroceso colosal en todos los órdenes de la vida
nacional. De continuar los rojos en la conducción del Estado lo que nos espera
es Tiranía, Inseguridad, Hambre, Totuma, Vela, Leña y Burro.
Lo más grave de la situación es que el caos y la anomía son
provocados conscientemente por el régimen y no unas consecuencias secundarias e
inesperadas o unos daños colaterales inevitables. El chavismo – e insisto en
mencionar a la corporación porque todo esto empezó con Chávez y su proyecto de
inspiración castrista – cree firmemente que destruirlo todo contribuye a
facilitar su proyecto de dominación.
La respuesta del Gobierno al apagón y sus nefastos efectos y
consecuencias es de manual, propia de quienes tienen vocación totalitaria y
desprecio por la verdad y la inteligencia de la gente: responsabilizar a
terceros de sus carencias, fallas y errores.
Ahora se anuncia una remodelación ministerial (cuando pergeño
estas notas martes 19/3 a las 7am aún no ha concretado tal cosa), como si esa
fuese la respuesta requerida ante la magnitud de la situación. Salvo algunos
desprevenidos u oportunistas seriales, nadie confía en la eficacia de un nuevo
gabinete maduriano. También se dice que el ministro Zapatero regresa. A todas
luces buscan comprar tiempo ante un desmoronamiento progresivo que tiene visos
de indetenible.
Sólo mediante el
terrorismo de Estado puede el chavismo imponer el continuismo. ¿Está la FAN
dispuesta a recorrer ese camino?
Venezuela necesita y reclama un nuevo Gobierno con capacidad
y voluntad política para imponer el orden necesario, para comenzar a vencer el
caos y la anomía. Cada día que pasa se fortalecen las condiciones objetivas y
subjetivas propicias a tal efecto (aunque
algunos sean escépticos al respecto) porque la correlación de fuerzas nacional
e internacional es desfavorable al status quo imperante. No estoy diciendo que
será fácil ni que está a la vuelta de la esquina.
La mejor de las opciones para imponer orden y superar el caos
y la anomía es la vía democrática propuesta por la Asamblea Nacional y
conducida por el Presidente (e) Guaidó. Que día a día demuestra su fortaleza e
implantación nacional.
Caracas, 19 de marzo de 2019
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