EL EFECTO BACHELET
TRINO MARQUEZ
El
detallado y filoso informe de la doctora Michelle Bachelet acerca de la
situación de los derechos humanos en Venezuela tuvo efectos cataclísmicos sobre
el régimen de Nicolás Maduro. Hasta el momento de su publicación, Maduro había asumido
el papel de víctima. El gobernante de un modesto país latinoamericano estaba
siendo acorralado con sanciones financieras por la primera potencia militar y
económica del mundo. ¡Qué asimetría! Los fariséicos principios de la no
injerencia, la soberanía de las naciones y la autodeterminación de los pueblos,
estaban sirviéndole para ocultar los desmanes, maquillar la corrupción y
barnizar la insondable incompetencia de su administración. A los mandatarios
más incautos, o más oportunistas, según el caso, Maduro lograba enternecerlos
con el cuento del bloqueo económico, los castigos contra Pdvsa y las
limitaciones para negociar los bonos y papeles venezolanos. Con el reporte de
la Bachelet se produjo un giro copernicano.
La violación de los derechos humanos es
sistemática y continua. Todos los espacios de la vida social están siendo vulnerados.
El derecho a la salud, a la educación, a la libre información, al empleo digno,
a la disidencia política y a vivir en Venezuela. No hay rendija que no haya
sido taponada. En los hospitales escasean las medicinas y los aparatos
quirúrgicos. En la educación, faltan profesores y maestros. Los medios de
comunicación están mediatizados por la censura oficial. El empleo es precario y
los salarios miserables. La oposición es perseguida, encarcelada, asesinada o
lanzada al exilio. El deterioro global de la calidad de vida arroja a cada vez
más venezolanos al exterior; la diáspora no para de crecer. En medio de este
cuadro calamitoso, los países afectados por el éxodo se preguntan, ¿dónde fue a
parar el torrente de petrodólares que durante casi una década ingresó a
Venezuela y que hubiesen servido para desarrollarla y convertirla en una
potencia económica regional y hemisférica? Ya las excusas y justificaciones no
son creíbles. Maduro, además de arruinar la nación, la martiriza. Incumple
principios esenciales de todo gobernante. Resulta evidente que solo le interesa
permanecer en el poder por el placer morboso que le produce. En ese camino, los
gobernantes de las naciones más poderosas de la Tierra no están dispuestos a
servirle de comparsa. No aparecerán asociados a un personaje que, además de
arruinar la nación en el plano material, la ultraja sin misericordia.
El reinicio de la ronda de discusiones
en Barbados es efecto del giro que introdujo el informe Bachelet. Las
descalificaciones de Maduro, Cabello, Arreaza y Tarek William solo han servido
para reafirmar lo que señalan esas líneas. El régimen ha quedado al descubierto.
Para el Alto Mando la situación también cambió. Permanecer atado a un grupo de
civiles que utiliza la Fuerza Armada para quebrantar los derechos humanos, no
resulta cómodo. Esa clase de delitos no prescriben, según establece el Estatuto
de Roma.
La combinación entre el informe de
Bachelet y las sanciones internacionales formaron una mezcla letal para Maduro.
No le será sencillo evadir la suerte. A Barbados, la oposición llega más
fortalecida que en cualquier otro momento. Según ha trascendido, uno de los
puntos centrales de la agenda es la realización de elecciones presidenciales en menos de un año a
partir del momento que se logre el acuerdo. Otro tema importante se relaciona
con el levantamiento de las sanciones. El primer asunto corresponde
estrictamente a los factores internos que se encuentran reunidos: gobierno y
oposición. El otro se relaciona con una variable externa: Estados Unidos y la
Unión Europea, fundamentalmente. Las sanciones solo se reducirán si los países
que las adoptaron evalúan que hay una actitud sincera de parte de Maduro. Si la
ronda fracasa por su tozudez, el castigo se acentuará. Vendrán peores días para
el régimen, y más dramáticos para los venezolanos.
La oposición, por su parte, deberá
entender que si bien Maduro está muy debilitado y aislado, aún le queda la opción
de no ceder. Puede permanecer engrapado a Miraflores, aunque arrastre al país
hacia una ruina aún mayor. Puede aferrarse a sus incondicionales: la milicia,
la GNB, los colectivos, las Faes, los reductos del ELN, los presos de Iris
Varela.
Las negociaciones en Barbados, o donde sea
que se realicen, deberán llevarse adelante con sentido pragmático y realista.
En la actualidad, la salida electoral cuenta con un amplio respaldo. Hasta
China y Rusia, que no son precisamente modelos democráticos, están de acuerdo
con que la solución de la crisis nacional se fundamenta en una consulta
comicial creíble y confiable para las partes en conflicto.
El informe de Michelle Bachelet, junto
a las sanciones, reabrió las posibilidades de un acuerdo para resolver el
conflicto. Le corresponde a la dirección opositora concretarlo. No se dejen
avasallar por los guerreros del teclado. El país sensato los acompañará.
@trinomarquezc
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