Viena, 23 jun (EFE).- El expresidente del Gobierno español Felipe González advirtió hoy en Viena del riesgo de “un nuevo golpe recesivo, que va a afectar a todo el mundo”, a raíz de la situación actual de EEUU y Europa, una “bomba de relojería que aún no está desactivada”.
“Si no se resuelve la crisis en los países centrales (EEUU, los estados europeos y Japón), no excluyan un nuevo golpe recesivo, que va a afectar a todo el mundo”, resaltó González en un debate del Círculo de Montevideo inaugurado hoy en la capital austríaca.
“Porque en los últimos 25 años los países centrales han gastado lo que van a tener que pagar en los próximos 25 años. Y los países emergentes, y los productores de materias primas, sobre todo petrolera, han ahorrado aquello que les deben los países centrales”, añadió.
Para González, no se trata de cuál es la renta per cápita de cada país, sino de “una realidad de dónde está el ahorro, dónde está el desahorro, y cómo cambia eso las relaciones multilaterales, y cómo crea crecientes lazos de interdependencia inexorable”.
“Por tanto, la bomba de relojería que todavía no está desactivada en esta crisis se llama Estados Unidos y Unión Europea, y digo por ese orden, aunque se habla más de la UE, si no se habla de Grecia”, subrayó el expresidente.
Ante los integrantes del selecto Círculo de Montevideo en el debate abierto en el Hofburg, el antiguo palacio imperial de los Habsburgo, el político español lamentó el regreso del dominio del mercado, tras la crisis de 2008, y alertó de que el rechazo a regular los mercados implica incubar una nueva crisis.
“En el momento de la implosión del sistema financiero internacional, dentro de la preocupación, había algo que nos llenó de esperanza: el reclamo de que los políticos hicieran algo para sacar al mundo de la crisis”, dijo.
“Por tanto, reclamación de la política, y dijimos entonces: qué bien, la política está de vuelta”, pero “una vez que se ha pagado el rescate a los bancos y se han desequilibrado las cuentas públicas, el señor mercado vuelve a pedir a la política que se aparte, y que no se le vaya a ocurrir regular el funcionamiento del sistema para evitar que otra vez ocurra”.
“De tal manera, que hoy ya estamos galopando (…) hacia la siguiente implosión del sistema financiero internacional. Como no lo estamos evitando, estamos incubando la siguiente”, insistió.
Por otro lado, señaló que a (el presidente de EEUU, Barack) Obama se lo van a cargar” aquellos que no están de acuerdo con políticas de redistribución de ingresos para reducir las diferencias entre ricos y pobres.
Sobre el tema principal de la sesión del círculo, la inserción de América Latina en el mundo actual, González destacó la presencia actual de tres países latinoamericanos (Brasil, México y Argentina) en el G20.
Insinuó que éstos podrían desarrollar un papel importante si previamente consensúan su postura en ese grupo con el resto de las naciones del continente.
Para González, el G20 es de facto un “núcleo de gobernanza mundial”, que sustituye al G8, ya que los miembros de éste último, aunque siguen reuniéndose antes de participar en el G20, no consiguen ponerse de acuerdo.
El G8 “significaría algo, tal vez, si hubiera capacidad para ponerse de acuerdo entre los siete, o incluso entre EEUU y Europa, o incluso dentro de Europa entre los europeos (…), pero como eso no se está produciendo, es parte de la crisis de gobernanza en Europa”, dijo.
Al alentar a los latinoamericanos a reforzar la cooperación para hablar con una sola voz en el G20, recordó el fuerte crecimiento que se espera de la economía de países como Brasil o México y vaticinó que la región podrá contar con una demanda fuerte de materias primas y alimentos, proveniente sobre todo de Asia, por “mucho tiempo”.
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