jueves, 2 de junio de 2011

La larga marcha hacia la certidumbre

Se han ido eliminando uno tras otro obstáculos que parecían de temer y vamos embalados...

DIEGO BAUTISTA URBANEJA | EL UNIVERSAL
jueves 2 de junio de 2011

Una de las tareas centrales de la Mesa de la Unidad Democrática, de los partidos que la componen y de los candidatos que competirán en las primarias para la selección del candidato presidencial del 2012, es la de transmitir certidumbre, confianza, seguridad en su capacidad de gobierno a partir del año 2013.

Eso es más importante incluso que convencer a la gente del fracaso de este gobierno. De eso está convencida una amplia mayoría del país. Si todo el que está ganado para esa idea fuera a votar por el candidato de la Unidad, ésta tendría asegurada una holgada victoria.

Lo que ocurre es que hay que completar esa generalizada opinión negativa sobre el gobierno, con la fuerte convicción de que quien lo viene a reemplazar puede manejar este país de una manera superior. Si no, se va a imponer la que en el fondo es la gran apuesta de Hugo Chávez: que a la hora de las chiquitas una parte de quienes piensan que su gobierno no sirve, se digan, "pero mejor vamos a dejar eso así".

La construcción de esa certidumbre, de esa confianza, es todo un proceso. No hay una varita mágica que la produzca instantáneamente, ni una figura individual cuya candidatura sea suficiente por sí sola para suscitarla. La Unidad Democrática está en plena larga marcha hacia esa certidumbre, hacia esa confianza que necesita producir en ese sector clave del electorado al que me refería, y que no se cuenta en el de por sí grueso grupo que dice "yo voto por un burro, con tal de salir de Chávez".

Esa larga marcha se inició hacia agosto del año 2009, cuando nace la Mesa de la Unidad Democrática. Se contaba con experiencias previas, que habían significado un primer ensayo de entendimiento y de cooperación entre fuerzas políticas y sociales muy heterogéneas y que constituían aleccionadores antecedentes. Pero comenzaba una nueva etapa en la construcción de una unidad política más profunda y plenamente capaz de asumir las riendas del país.

A los tres meses de ese empezar, se obtienen los éxitos de las elecciones de noviembre del 2009, con triunfos en cinco importantes gobernaciones y en la Alcaldía Metropolitana. Once meses después se logra el espectacular triunfo de septiembre del año 2010, cuando la mayoría del país vota a favor del cambio democrático. Todo ello requirió labores de filigrana, de tenacidad, de amplitud. Al mismo tiempo, y como elemento de esos logros, la Unidad Democrática va discutiendo y acumulando propuestas de gobierno en todas las áreas, producto del aporte de los mejores en cada terreno.

Es cierto que en cada uno de esos episodios de éxito se produce una resaca. El despojo a Ledezma. Las dificultades del grupo parlamentario para satisfacer a su electorado plenamente. Hay quejas por lo que se percibe que la reacción ante el desastre y los desmanes del gobierno no es todo lo rápida o enérgica que sería ideal. También hubo aspectos o situaciones puntuales en las que se dejó que desear. Pero el saldo positivo es inequívoco: son grandes losas que se ponen en ese camino que se va construyendo hacia la certidumbre y la confianza.

Mientras tanto, los partidos dan cada vez más fluidez a sus relaciones mutuas y, como parte del aprendizaje realizado, se disponen a una mayor y más efectiva incorporación del resto de la sociedad a las tareas unitarias.

En la continuación de la larga marcha, se han elaborado muy recientemente los reglamentos que regirán la selección de los candidatos a la presidencia, gobernaciones y alcaldías.

Después de todo eso, el impulso adquirido, el momentum que llaman, luce indetenible, ya de cara al 2012. Se han ido eliminando uno tras otro obstáculos y dificultades que parecían de temer y vamos embalados hacia unas primarias y hacia una oferta de gobierno de mucha contundencia.

Ahora vienen los grandes episodios finales. La organización de las elecciones primarias. La discusión y elaboración de un compromiso de gobierno. La realización misma de las primarias. Todo ello trae consigo un gran trabajo de organización, de difusión, de incorporación, que será decisivo para la prueba definitiva del 2012.

Es importante rematar bien. Hay que incorporar esa necesidad de transmitir certidumbre, amplitud, capacidad de gobierno como criterio de lo que se hace y lo que se dice por parte de la Unidad y sus actores y voceros. Así, en la medida misma en que se avanza, es que se podrá seguir pavimentando, hasta completarlo, el camino por el que transcurre la marcha hacia el rescate democrático.

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