Milagro político en Venezuela
Joaquin Ibarz
La Vanguardia
21-5-2010
Hugo Chávez y la oposición venezolana se preparan para una batalla que puede ser decisiva. En las elecciones legislativas del 26 de septiembre el Gobierno bolivariano puede perder su hegemonía en el Congreso y en el resto de los órganos del poder, que le ha servido para avanzar en la construcción del nuevo totalitarismo, al que se bautizó como Socialismo del siglo XXI. En los comicios se medirá la capacidad de los partidos democráticos y de la sociedad civil de articular y presentar al país un liderazgo alternativo.
Teodoro Petkoff, director del diario caraqueño TalCual, señala que Chávez se encuentra hoy peor que nunca y la oposición mejor que nunca. "Con vistas al desafío electoral de septiembre, la situación puede considerarse muy auspiciosa para los adversarios de un régimen que ha sumido a Venezuela en la peor crisis de que se tenga memoria. La oposición ha cuadrado un acuerdo unitario perfecto, para competir por los 167 escaños en juego", señala el periodista y ex candidato presidencial.
En una demostración inédita de unidad desde que Hugo Chávez alcanzó la presidencia, la oposición dejó de lado diferencias para aprobar una lista única de cara a las legislativas. Los comicios definirán el rumbo que seguirá Venezuela, no sólo en el campo político, sino también en el orden socio económico y en la supervivencia de las libertades ciudadanas más elementales.
Arrebatar al chavismo el control de la Asamblea Nacional
La unidad de la oposición se logró con el objetivo de arrebatar al chavismo el control de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral). Por primera vez desde 1999, la alternativa democrática puede tener mayoría de legisladores comprometidos con el pluralismo, el estado de Derecho y el respeto a las instituciones.
En medio de inevitables rivalidades políticas y encontronazos personales, los partidos y movimientos democráticos dejaron aparcadas sus diferencias para consolidar un frente común. En 143 distritos se llegó por consenso a una lista unitaria de aspirantes; en las 22 circunscripciones restantes los candidatos se escogieron en elecciones primarias.
El arco opositor, que incluye formaciones de derecha e izquierda, aspira a quebrar la sólida hegemonía que posee el oficialismo en el Congreso desde que en 2005 logró todos los escaños a raíz de una cuestionada estrategia de abstención. Si bien resultará difícil que la oposición controle la Asamblea, una cosa está clara: Hugo Chávez encontrará una resistencia inédita.
"La oposición está más fuerte de lo que podía esperarse, presentará lo que se podría llamar una alianza perfecta. El trabajo relevante apenas comienza. Para ganar, la unidad es indispensable pero no suficiente", dijo el analista Luis Vicente León, director de la firma encuestadora Datanálisis. Según este experto en sondeos de opinión, las primarias de oficialistas y opositores fueron un éxito para el sistema político e introdujeron un precedente positivo que marcará la pauta para la selección de candidatos en el futuro.
Oposición unida, aunque sea con chicle
"Más allá de errores en el proceso de negociación, la mezcla de consenso y primarias permitió a la oposición cumplir una condición indispensable para tener éxito en la elección: ir unida, aunque sea con chicle, para captar el voto de castigo y de de los descontentos. Las primarias pusieron el debate donde debe estar: en la gente", señala el director de Datanálisis.
"Con esta muestra de unidad esperamos obtener como mínimo la mayoría simple de la Asamblea Nacional; es una realidad que el gobierno ya admite'', dijo el dirigente opositor Ramón José Medina, presidente de la comisión técnica de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), un frente democrático que agrupa a 16 organizaciones, entre ellas los principales partidos de oposición. "Desde que Chávez está en el poder es la primera vez que la oposición logra una alianza fuerte, con pocas posibilidades de que se rompa", destacó Medina.
Según Medina, si la oposición obtiene la mayoría simple de la Asamblea (81 escaños), podrá bloquear la aprobación de leyes y el nombramiento de funcionarios, como los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia.
"Hemos logrado un milagro político en un tema tan difícil como construir candidaturas unitarias para la Asamblea; ahora trabajamos en un programa de propuestas que se denomina Cien soluciones para la gente, con el que se han comprometido todos nuestros candidatos", señaló Omar Barboza, presidente del partido Un Nuevo Tiempo (UNT) y miembro de la MUD.
Chiste chileno que se aplica a Venezuela
A propósito de milagro político, para quienes no valoran lo suficiente la unidad lograda por la MUD, Teodoro Petkoff ha recordado un chiste que circuló por Chile en los predios de la Concertación Democrática, durante los largos meses en que los 17 partidos y grupos que componían la instancia unitaria pugnaban por alcanzar un acuerdo, y cada reunión era más frustrante que la anterior. Cuentan que, desesperados, los opositores recurrieron a expertos para que diagnosticaran la situación y propusieran salidas al desencuentro. Al cabo de un tiempo, los mediadores se reunieron con la Concertación, todavía nonata, para emitir su diagnóstico. "Hay dos maneras de resolver esto, dijo el portavoz de los sabios, una es la normal y la otra por la vía del milagro. ¿Cuál quieren que les exponga primero?" Le pidieron la salida normal.
"La normal, dijo un experto, es que bajen arcángeles y una comisión de las once mil vírgenes, y con mecanismos de persuasión celestial los convenzan de que es preciso llegar a un acuerdo". Los políticos, asombrados, preguntaron que si esa era la vía normal, ¿cuál sería la del milagro? "¡Ahhh! ¡La del milagro es que ustedes se pongan de acuerdo!"
En Chile se dio el milagro y los 17 partidos de la Concertación se pusieron de acuerdo, derrotaron a Pinochet dos veces y se quitaron de encima al dictador. Según Petkoff, en Venezuela también funcionó el milagro al constituirse la MUD. v La Mesa busca recuperar espacios en una Asamblea dominada por el oficialismo. La única oposición que existe en el Congreso es una docena de disidentes que se fueron separando del oficialismo en los últimos cinco años. El control total del legislativo facilitó a Chávez tener el pleno dominio del Tribunal Supremo de Justicia, fiscalía, contraloría, Defensor del Pueblo y Consejo Nacional Electoral. En consecuencia, ningún funcionario, civil o militar, se atreve a levantar la voz a Chávez. Quiere controlarlo todo; hasta Internet. No admite crítica alguna del interior y mucho menos del exterior.
"La experiencia de 2005 es aleccionadora para valorar la importancia de tener buena representación en la Asamblea en el contexto político actual", dijo Medina.
Las encuestas muestran pérdida de popularidad de Chávez
Las encuestas muestran de manera sostenida la pérdida de popularidad de Chávez. La mala gestión económica y social ha deteriorado de tal manera las condiciones de vida del venezolano que en todos los estratos sociales la desaprobación al Gobierno es superior al 50 %. Tal disconformidad se incrementa con el aumento de la inseguridad, cortes de luz eléctrica, restricciones en el servicio de agua, escasez de alimentos básicos, deterioro de la vida cotidiana, inflación superior al 30 %...
La comentarista Marta Colomina señala que en el pasado mes de enero fueron reprimidas con violencia 15 marchas de venezolanos que protestaban "contra quienes dilapidaron más de un millón de millones de dólares y hoy muestran un país acorralado por el hampa, desabastecido, endeudado hasta los tuétanos, con legiones de desempleados, con empresas arruinadas y servicios de agua y electricidad colapsados".
Según el general Fernando Ochoa Antich, ex ministro de Defensa con el presidente Carlos Andrés Pérez, Chávez está angustiado porque "las encuestas y el desbarajuste nacional le quitan el sueño; las informaciones que recibe le deprimen. No hay una positiva. Todas le confirman el fortalecimiento de la oposición". Ochoa Antich subraya que los sondeos detectan que "un número creciente de venezolanos empieza a ver en la oposición condiciones para establecer un gobierno de unidad que ponga punto final al desastre nacional, lo que desespera a Chávez".
Oscar Schemel, director de la firma encuestadora Hinterlaces, señala que la oposición necesita concentrarse en combatir la capacidad propagandística del gobierno y reforzar un mensaje de identidad nacional. "La revolución no está en su mejor momento electoral con una aguda crisis económica, un desastre en los servicios públicos, una inflación feroz, un descontento creciente", indicó Schemel.
La acumulación de conflictos no resueltos y el deterioro en la calidad de vida de la población contribuyeron a formar una visión nada positiva de la situación. Luis Vicente León subraya que problemas coyunturales como devaluación, inflación y crisis eléctrica abonan la percepción negativa. Según el analista, razones estructurales explican la caída de la popularidad de Chávez: su incapacidad para afrontar las dificultades y amortiguar el descontento con gasto público y subsidios sociales. Los sondeos son contundentes: 89,4% de población se muestra insatisfecha con la gestión de Chávez para atajar la inseguridad, 84,9% está descontenta por los apagones, 80,5% no aprueba la actuación del presidente frente a la corrupción y el desempleo.
El director de Datanálisis advierte que la oposición no debe cantar victoria antes de tiempo. León señala que aunque aumentó el malestar, en otros comicios pasó algo parecido y, sin embargo, el presidente terminó ganando la votación. El Gobierno lograba levantar su evaluación global con políticas populistas, maquillando su incapacidad con reparto de subsidios. León insiste en que la caída de la popularidad del Chávez no es una tendencia irreversible. Otros analistas advierten que la oposición no debe subestimar a Chávez. Con las arcas llenas, una ley electoral hecha a la medida y un Consejo Nacional Electoral sumiso hasta la abyección, podría modelar a su antojo los resultados de las legislativas.
El híbrido de populismo y militarismo ya no funciona como antes.
Aunque el aumento de los ingresos petroleros le da mayor margen para incrementar las dádivas, el problema actual de Chávez es que el híbrido de populismo y militarismo ya no funciona como antes. Chávez parte de una situación negativa que afecta su conexión popular. La batalla no es entre él y sus adversarios políticos, sino entre él y los problemas que genera la ineficiencia de su gobierno, como destrucción del aparato productivo, derrumbe de la economía, desempleo creciente y violaciones a los derechos laborales del trabajador. Hace unos días, el Banco Central y el Instituto Nacional de Estadísticas informaron que en los últimos doce meses la inflación subió 30,4% (tan sólo en el mes de abril los precios aumentaron 5,2%). Lo peor no es el alza veloz e incontenible de los precios sino que el Gobierno no tiene idea de lo que está pasando ni sabe qué hacer para detener el encarecimiento de los productos básicos. José Guerra, ex funcionario del Banco Central, profesor de economía en la Universidad Central de Venezuela, auguró que la inflación de 2010 superará el 35%.
La inflación no cederá porque entre expropiaciones, amenazas y demás aliños del discurso anticapitalista, no hay inversión y la economía ya no tiene capacidad de acción frente al estímulo del gasto público. ¿Cómo un inversionista confiaría en un gobierno que expropia y nacionaliza a diestra y siniestra? Chávez utiliza las estatizaciones como herramienta principal para hacerse con el control de todo el aparato productivo del país. Sin embargo, muchas son las denuncias de que la situación laboral y de producción no mejora luego de que las autoridades controlan la industria o la finca expropiada. Muchas empresas nacionalizadas, como la telefónica CANTV y la Electricidad de Caracas, ofrecen mucho peor servicio.
En una entrevista al diario caraqueño El Nacional, el ensayista venezolano Moisés Naïm dice que quizás uno de los principales errores que ha cometido el presidente Chávez es enamorarse de un modelo económico que depende para su éxito de lo que menos hay en Venezuela: funcionarios públicos eficientes. Cuando el Presidente nacionaliza empresas a diestra y siniestra, se las entrega a funcionarios que no tienen la más remota idea de cómo manejar eficientemente esas actividades. Y lo que hemos visto es que a pesar de los esfuerzos y la buena voluntad ¬o a veces simplemente por indolencia o corrupción¬ al poco tiempo las empresas nacionalizadas colapsan".
Juan Manuel González, presidente de la agrupación empresarial Fedecámaras, asegura que en los 11 años de gobierno de Chávez no ha existido una política agroalimentaria sólida, por lo que todas las iniciativas, entre ellas las cooperativas los llamados fundos zamoranos (unidades agrarias de producción con lineamientos socialistas), han fracasado, lo que contribuye al desabastecimiento y al incremento de las importaciones. Mate González/ Vanessa Izaguirre destacan que a pesar de que el Gobierno anuncia constantemente la siembra y cosecha de miles de toneladas de alimentos, supuestamente producidos en fincas expropiadas por la fuerza sin seguir el mínimo procedimiento legal, la realidad es que día a día esas fincas están más abandonados e inoperantes, al punto que hasta los mismos trabajadores han reclamado dicha situación. En Venezuela existen decenas de miles de hectáreas cultivables que fueron expropiadas cuando estaban en plena producción y que se han convertido en campos yermos.
La oferta de bienes decae, los petrodólares no alcanzan para cubrir todas las importaciones necesarias, las cárceles se llenan de carniceros y bodegueros acusados de subir los precios pero la inflación sigue para arriba. Y el dólar también.
Moisés Naïm: ni siquiera los países africanos devastados por la guerra tienen una inflación más alta
Moisés Naïm, director de la revista Foreign Policy, se pregunta: "¿Qué más hace falta decir de un país que tiene extraordinarios ingresos petroleros y la más alta inflación del mundo? Ni siquiera los países africanos sin gobierno y devastados por la guerra registran una inflación más alta que la de Venezuela. ¿Qué decir del manejo de un país que cuenta con los mayores recursos energéticos del hemisferio, pero que obliga a sus habitantes a vivir en una constante pesadilla de apagones y racionamiento eléctrico?"
Según Naïm, qué se puede decir de un dirigente cuyas políticas tienen el efecto de expulsar al exterior masivas cantidades de capital y lo mejor de su talento humano y cuyo gobierno regala a otros países y sin la autorización de nadie las riquezas de la nación mientras la gran mayoría vive en la miseria. "La más cruel ironía de todo esto –destaca Naïm- es que el presidente que dice entender y sufrir por la situación de los pobres es el que ha impuesto las políticas más devastadoras para esos mismos pobres. No hay misión, subsidio, regalos, becas u otras dádivas o limosnas que pueda darle al pueblo, que sirvan para compensar el impacto que tiene sobre los más pobres la combinación de inflación, desempleo y asesinatos en la que los ha condenado a vivir".
Los venezolanos, que viven sobre una de las reservas petroleras más grandes del mundo, sufren la mayor inflación del continente y una de las más altas del mundo. La subida de precios es más grave cuando, como ocurre en la República bolivariana, la economía está hundida en la recesión. La gente de a pie se queja de que tiene que ir de un mercado a otro para poder comprar alimentos de primera necesidad, cada vez más escasos, más caros y con menor variedad de marcas y presentaciones.
El 49% de los venezolanos valora negativamente las misiones sociales que en los siete últimos años habían recibido una aceptación casi unánime. Ahora sólo el 44,1% las considera un recurso positivo. La pregunta que cabe plantear no es si Chávez gastará más, lo cual se da por descontado. El interrogante está en si el derroche le devolverá la popularidad perdida. Más de una vez ha mostrado capacidad para revertir encuestas. Dinero le sobra, y son múltiples los medios de propaganda, coerción y represión que maneja. No importa cuánto baje la popularidad del caudillo. Los comentaristas advierten que mientras no aparezca alguien capaz de capitalizar la estela de frustración que provoca la inseguridad, la corrupción y la ineficiencia oficial, no se puede asegurar que Chávez será derrotado.
Unir Venezuela al destino de Cuba
El analista chileno Fernando Mires destaca que la mayor torpeza de Chávez es pretender unir el destino de Venezuela al de una nación en bancarrota económica, política y moral: la Cuba de los Castro. El propio hermano menor ha dicho que Venezuela y Cuba son cada vez más "la misma cosa". "Intentar ganar elecciones ofreciendo como alternativa el modelo cubano es un desatino increíble. Además, el más grave problema para Chávez es que no sólo necesita vencer en las elecciones. Para que su proyecto de totalización del poder pueda ser posible, precisa ganar de un modo abrumador, requiere pulverizar a la oposición", subraya Mires.
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