TENTÁCULOS DE LAS FARC EN VENEZUELA
EL ESPECTADOR
Cerca de 28 campamentos clandestinos y 1.500 de sus hombres se mueven en Venezuela.
A dos semanas de las elecciones presidenciales, atizadas por la calentura política que han provocado las intervenciones del presidente Hugo Chávez Frías desde Venezuela, El Espectador conoció un informe secreto de los organismos de inteligencia del Estado y el DAS en el que se evidenciaría cómo se mueven las Farc en Venezuela y Cuba, con información precisa de campamentos guerrilleros y supuestas alianzas para exportar el proyecto bolivariano a Colombia.
Coordenadas de centros de entrenamiento de las Farc en la frontera con Arauca, ubicados en los estados de Apure y Zulia, son descritas en el documento, y se especifica que en dicha área se encuentran unos 1.500 hombres de las Farc en 28 campamentos usados “como alivio para los combatientes que vienen de Colombia y para brindarles primeros auxilios”. Además, en esas áreas se autorizan despegues de aeronaves para el narcotráfico.
Se reporta que alias Iván Márquez, transita libremente entre las regiones de Nula y Machiques, donde tiene un campamento de entrenamiento militar y político en el sitio Acunflar. El documento dice que Rodrigo Londoño, alias Timochenko, y Bertulfo Álvarez desarrollan operaciones en la Serranía del Perijá, y aporta pistas sobre el paradero de los jefes máximos del Eln Antonio García y Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, de quienes se dice que “deambulan libremente entre La Victoria y Guasdualito”.
En particular, se afirma que Germán Briceño Suárez, mandamás de las Farc en la fronteriza región de Arauca, se mueve como Pedro por su casa por Elorza, Achaguas y Mantecal en el vecino país, que un ganadero y comerciante venezolano lo protege en su casa y que además se beneficia con contratos oficiales y obras públicas a través de terceros. Las revelaciones del informe dan cuenta de la infiltración del grupo ilegal en el vecino país.
En el documento se relacionan nombres, cargos y perfiles de supuestos venezolanos que tendrían relaciones con la guerrilla en Guasdualito, Valencia, la Sierra del Perijá, Elorza o Machiques, e incluso se reseñan identidades de presuntos militares y civiles que coordinarían entregas de armas o explosivos. El Espectador no publica sus nombres, pero se lee en el informe que oficiales venezolanos tendrían vínculos con instructores de las Farc, agentes cubanos y el Frente Bolivariano de Liberación (FBL).
Se resalta que en los municipios Rómulo Gallegos, Pedro Camejo y Muñoz, las Farc se abastecen de equipos de comunicación y armas. En marzo de 2010, un testigo protegido del DAS relató que conoció de un enlace que se encarga de conducir a centros de entrenamientos de las Farc a civiles. En esos centros, ubicados en Apure, Maturín, Monagas, Aragua, Santa Cruz de Aragua y en la periferia de Maracay, estarían integrantes del grupo terrorista vasco Eta y también “algunos grupos de iraníes” con miembros del frente 59 de las Farc.
Otras informaciones indican que se pretende reclutar a 3.000 campesinos “para entrenarlos en técnicas de combate” y escoger a 200 “para diligencias de inteligencia y contrainteligencia dirigidas a ciudadanos colombianos en ciudades como Arauca, Puerto Inírida y Mitú”. Detrás de estas operaciones estarían milicianos infiltrados, “bajo la asesoría de expertos cubanos”. Además se destaca otra perla: supuestamente desde Caracas se invirtieron dineros del Banco Banorte para construir una urbanización en los Valles del Tuy para “integrantes del FBL y las Farc”.
Entre el 6 y el 12 de marzo de 2010, el DAS conoció de dos reuniones en las que habría participado Iván Márquez y un general en Barinas, y en diciembre del año pasado en la Sierra del Perijá trascendió un encuentro al que también asistió. Del jefe guerrillero Rodrigo Granda, de la comisión internacional de las Farc, se dice que hace presencia en el barrio 23 de enero de Caracas. Según el informe, ofrece conferencias sobre estrategias de inteligencia a simpatizantes de la guerrilla en horas de la noche.
El director del DAS, Felipe Muñoz, corroboró el informe y añadió que existen centros de entrenamiento y acopio de narcóticos de las Farc en Venezuela, y que “hay preocupación de los organismos del Estado por la penetración de cuadros bolivarianos y grupos clandestinos que quieren expandir el modelo chavista en Barranquilla, Cali, La Guajira y Bogotá”. El documento describe financiación de estas células en Risaralda a través de Movimiento Socialista Bolivariano, que desde abril de 2009 desarrolla actividades en Colombia.
El caso cubano
En relación con la presencia de la guerrilla en La Habana, el informe identifica el marco geopolítico y geoeconómico de las actividades del grupo ilegal. Se sabe, por ejemplo, que entre el 3 y el 17 de agosto del año pasado se realizaron en La Habana brigadas de solidaridad con el pueblo cubano, jornadas en las que participaron representantes de izquierda de Latinoamérica y los delegados de las Farc Liliana López Palacio, alias Olga Lucía Marín y Orlay Jurado Palomino, alias Hermes Aguilera.
En el encuentro, advierte el documento, se comprometieron a colaborar con aportes mensuales procedentes de Venezuela y Colombia “para que integrantes de las brigadas viajen a Miami o Nueva York a organizar marchas de apoyo al desbloqueo comercial a la isla y a la liberación de cinco cubanos detenidos en Estados Unidos”. Se refiere que Olga Marín “cuenta con un aporte mensual de 5.000 dólares, consignados en cuentas cubanas” procedentes, al parecer, de una empresa estatal de Venezuela.
El objetivo de la guerrilla es insistir en reconocimiento internacional como grupo beligerante y por eso su línea de acción busca aumentar su presencia en Estados Unidos y Honduras. Se habla del traslado de 500 terroristas al país centroamericano para desestabilizar al gobierno y “mantener conversaciones con un norteamericano que apoya las bases de izquierda en Cuba con el fin de presionar a los gobiernos de E.U. y Colombia respecto a las bases militares”. Queda en evidencia que en La Habana funciona un centro alterno de las Farc.
Tras la muerte de Raúl Reyes, las actividades de la comisión internacional en Cuba cobraron fuerza y, seis meses después, se reunieron Ovidio Salinas, Rodrigo Granda y José Valerio Méndez en la sede de la Organización de Solidaridad con los Países de Asia, África y América Latina “para acordar la creación de una coordinadora de organizaciones pro Colombia en el exterior”. Relata el informe que fuerzas ilegales alinderadas con las Farc utilizan a Cuba como plataforma para fortalecer el Movimiento Continental Bolivariano.
El informe secreto de 16 páginas abunda en detalles sobre las repercusiones estratégicas de las Farc en Cuba y Venezuela para mantener oxígeno político, y hace consideraciones respecto del plan del Estado colombiano para focalizar, a través de la diplomacia y la inteligencia, los efectos negativos de la guerrilla en la región. Según el análisis del DAS, los emisarios internacionales de las Farc se siguen moviendo y lo hacen con nexos financieros que hoy indaga la justicia.
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