ANALITICA
A pesar de que cada día aparece algún nuevo personaje llamando a votar en las espurias elecciones parlamentarias fabricadas por el régimen y la ambigua declaración de la Conferencia Episcopal, que no es ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, creemos que hay múltiples razones para no hacerlo. Detallamos:
1.- Hay una absoluta ilegitimidad de esta convocatoria, que además está secundada por la literal expropiación de los nombres y tarjetas electorales de varios partidos políticos de oposición.
2.- Participar en esa elección es ir en contra de la decisión unánime de la comunidad internacional democrática de no reconocer los resultados de ese fraude.
3.- En el caso de hacerlo, ¿por cuáles candidatos que sean verdaderamente opositores se votaría? ¿Por aquellos que han pactado de una u otra forma con el régimen o por aquellos que acepten postularse usando el nombre de las organizaciones políticas secuestradas por el régimen?
4.- ¿Acaso alguien en su sano juicio puede creer que el resultado de esas elecciones parlamentarias va a resolver la situación del adecuado suministro de gasolina o el problema de la falta de agua, electricidad, gas y de las telecomunicaciones o ponerle remedio a la emergencia sanitaria que está diezmando a nuestra población?
5.- ¿Creen que esa ilegítima Asamblea lograría que ingresasen al país los recursos económicos y financieros necesarios para iniciar el proceso de recuperación nacional? La respuesta es no, así como tampoco estaría en condiciones de tomar las medidas necesarias para darle un parado a la desintegración de Venezuela, que cada día tiene mayores espacios controlados, ya sea por grupos guerrilleros foráneos o por bandas delincuenciales.
Plantear que esas elecciones parlamentarias van a producir un cambio favorable para los venezolanos es un vil e irresponsable engaño político.
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