miércoles, 18 de septiembre de 2019

Fernández se desvincula del grupo que pactó con el oficialismo

El excandidato presidencial aseguró que lo que necesita el país, en este momento, son "soluciones inteligentes y pacíficas"

Eduardo Fernández, mejor conocido como “El Tigre”, abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello y ex candidato a la Presidencia de Venezuela por Copei, en una entrevista exclusiva para Venepress, aseguró que no tuvo nada que ver con la reunión que se llevó a cabo en la Cancillería del país, donde se firmó un acuerdo para entablar una mesa de diálogo con el líder del oficialismo, Nicolás Maduro.
“He recibido pitos y aplausos. A los que me pitaron, pitaron a la persona equivocada, pues no tuve nada que ver con eso. No estuve en esa reunión. Algunos me aplauden, ya que piensan que estuve involucrado en una exploración a la crisis del país; pero, la verdad, esos aplausos no me corresponden”.
Sin embargo, aplaudió este tipo de acciones, ya que “todo lo que ayude a buscar soluciones inteligentes, pacíficas, que no haya más violencia de la que ya sufrimos todos los días, y que podamos acordar un cronograma electoral para cambiar al Gobierno”.
“Maduro debe irse. Mientras esté en Miraflores, la situación va a empeorar. Solo hay dos fórmulas: Con votos o con armas. Más del 80% de los venezolanos queremos un cambio; entonces, qué bueno sería que nos (organicemos) para celebrar elecciones”, aseveró.
En ese sentido, ratificó que si hay una persona que, realmente, saldría beneficiada de los comicios presidenciales en Venezuela es Nicolás Maduro.
“Yo creo que si hay algún venezolano que le conviene que hagan elecciones, y que le conviene perderlas, es Nicolás Maduro. Él mismo va a colocarse en la situación de salir de una forma muy traumática”. 
Por otra parte, afirmó que una salida por la fuerza es “poco probable y poco deseable”.
“Lo mejor es que nos pongamos inteligentes y encontremos un acuerdo para hacer elecciones”.
Las condiciones del pacto entre oposición y oficialismo
Los encuentros entre la oposición y el oficialismo venezolano, auspiciados por Noruega, dejaron algunos condicionantes para solucionar la crisis del país suramericano. Entre ellos, configurar el Consejo Nacional Electoral (CNE), puesto que carece de credibilidad; que los diputados del chavismo se integren a la Asamblea Nacional (AN), como un fragmento minoritario del órgano legislativo; y la liberación de presos políticos.
Sin embargo, la cuestión está en qué ganaría Maduro con esto.
¿Por qué renunciaría al CNE, liberarían a nadie, o se integrarían -como una minoría- a la AN?
Fernández dijo que, a su juicio, los políticos que se encuentran en el Gobierno “tienen que estar llegando a la conclusión de que no se pueden quedar ahí”. 
“Es muy difícil gobernar un país cuando la mayoría no quiere que los gobierne. Además, han perdido la confianza del pueblo y de la comunidad internacional. Yo tengo la impresión de que el poder es una tortura para los que están ahorita en Miraflores”, opinó.
De igual manera, confesó que espera que el chavismo no vuelva “más nunca” al país, pues son “muy negativos” para el territorio.
No obstante, explicó que para que esto no vuelva a suceder se necesita de cultura democrática de la que, actualmente, carece Venezuela.
¿Nicolás Maduro decide su propio destino?
“Creo que es una decisión colectiva. Habrá influencias de Cuba y de potencias extranjeras como Rusia o China; pero, básicamente, el jefe del grupo es Maduro. Les conviene que haya un cambio civilizado, un cambio pacífico”.
Guiado, la ilusión de Venezuela
Israel Barbuzano, periodista de Venepress, le preguntó al político venezolano si mantenía algún tipo de contacto con el líder de la oposición, Juan Guaidó. A lo que contestó que no, pero que está a su orden para cuando él lo desee.
“Yo tengo mucho respeto por la agenda de Guaidó; pero, yo estoy a su orden cuando él quiera conversar conmigo porque creo que está jugando un papel estelar en Venezuela. Ha despertado una gran ilusión. Tenemos que ayudarlo y contribuir con su liderazgo como una alternativa frente a la situación existente”. 
Motivado a esto, dijo que espera que su liderazgo sea “compartido”, ya que la toma de decisiones sobre el escenario venezolano no se puede limitar al pensamiento de un solo individuo. 
“Creo en el liderazgo compartido y democrático. Se supone que él consulta y toma en cuenta diferentes puntos de vistas. Espero que su liderazgo sea compartido”. 
Volviendo al pasado, ¿una Junta de Gobierno Militar para el país?
“Me suena muy complicado, pero en política no hay nada imposible. Lo que sí puedo decir es que el manejo de la Fuerza Armada va a ser muy difícil”.
Además, agregó que es necesario reinstitucionalizar las fuerzas del Estado, recordando que son unidades apolíticas que no están al servicio de un líder, sino de todos los venezolanos.
“No sé como surgiría (una Junta de Gobierno Militar). El solo concepto no me gusta ni un poquito. Los militares se preparan para ser militares, no gobernantes. No me gustaría verlo porque creo que Venezuela ha sufrido demasiado con esas Juntas de Gobierno”.
¿Copeyano hasta la muerte?
"Democrático, católico y copeyano hasta la muerte”, destacó. 

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