Maduro ordena la puesta en marcha de ejercicios militares en Caracas y en la frontera
ABC
Este viernes la capital venezolana amaneció con tanquetas, sistemas de radares y baterías antimisiles, soldados y milicianos junto a los paramilitares «colectivos» recorriendo las principales calles y edificios públicos durante dos días.
El pánico de la población civil aumentó tras despertarse con las alarmantes «sirenas» como si estuvieran avisando tiempos de guerra y bombardeos.
Otro tanto ocurrió en la frontera del país con Colombia y Brasil bajo el denominado «Escudo Soberano 2020», calificado por Nicolás Maduro como «los ejercicios militares más importantes de su historia» que ordenó desplegar este viernes y sábado.
Aun somnoliento Gustavo Díaz confesó en las redes sociales que se asustó cuando escuchó la sirena que puso a temblar los vidrios de su ventana. «Me gustaría saber para qué el régimen inventa este circo militar».
«Son los primeros ejercicios militares 2020 para garantizar la defensa de todas las ciudades, para defender todas las ciudades del país, para entrenarnos, capacitarnos y poner en práctica esta ley en todo su sistema operacional», explicó Maduro hace diez días cuando anunció la puesta en escena de la militarización en las zonas urbanas del país. En los chats de los chavistas se informó que fue suspendido dentro de Fuerte Tiuna «todo movimiento vehicular por orden presidencial» mientras se realizan los ejercicios militares entre las 7 y 9 de la mañana.
Todos los vecinos deben permanecer dentro de sus hogares, mientras los militares establecen sus posiciones defensivas. «Se exhorta a quienes tengan planificado hacer diligencias personales y/o laborales a tomar las previsiones del caso y llevarlas a cabo antes de las 06:00 am o después de las 10:00 am terminada dicha actividad», dice el chat chavista.
En las diversas puertas de entrada a Caracas se observó movilización de tropas, camiones militares, como al sureste en Tazón y en el este el Distribuidor Metropolitano dirección Guarenas donde se instalaron tres tanquetas y unos 100 uniformados armados.
En la entrada de la autopista La Guaira instalaron unos equipos de radares y baterías antimisiles. Otro tanto en la base militar de La Carlota, en la zona del 23 de Enero cerca del Palacio de Miraflores, sede del gobierno, y en el Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de la Defensa y residencia de Nicolás Maduro.
Un vecino de la zona, Jesus Lara, comentó que el régimen desplegó los radares JY-11, un supuesto «secreto de guerra» que los mismos oficiales responsables lo difundieron por las redes sociales.
En la céntrica avenida Urdaneta aledaña al palacio de gobierno, un grupo de milicianos vestidos de caqui y los paramilitares «colectivos» con camisetas rojas y armados marcharon en fila india.
«Con solamente mil milicianos manejando armas que puedan ser utilizadas para causar daños en la sociedad civil podría ser un daño», dijo la experta en temas militares, Rocío San Miguel.
La entrega de armas del Estado a la milicia pone en riesgo la seguridad de la nación. «En este caso a la aviación civil y militar Estas personas no disponen de equipos electrónicos para distinguir un avión amigo-enemigo y por tanto pueden cometer fratricidio ¿Quien responde?», se preguntó Rocío San Miguel.
En la frontera del Táchira, el chavista Freddy Bernal, designado como el protector de la región, presidió el desfile al frente de 3.500 hombres y mujeres armados desde la Fría al norte del estado.
«Estamos dispuestos a levantar las banderas de la patria de Bolívar y Chávez», dijo. Pero Bernal reconoció que “enfrentar militarmente a EEUU sería un suicidio” aunque no le importa despilfarrar en entrenamientos militares innecesarios.
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