viernes, 4 de junio de 2010

¿Dónde (coño) está la MUD?

Alonso Moleiro
TALCUAL

Viernes, 4 de junio de 2010

Convencido, como muchos otros, de que el instrumento para el regreso de la democracia y la reinstitucionalización del país lo constituye un ensamble de partidos democráticos que hagan suyas las demandas de un movimiento de unidad nacional, he asumido, públicamente y sin el menor titubeo, la defensa de la Mesa de la Unidad Democrática. La plataforma de la oposición cierra el capitulo de la "unidad perfecta" con algunos lunares, como el episodio de Carlos Vecchio, pero la verdad es que terminó abonando en un terreno donde nadie daba medio. Hay unidad porque de otra forma no la habría , y es completa. Más allá de las frivolidades "primarias" y los intereses creados.

La magnitud de la crisis nacional, y la gravedad del problema que a todos ha planteado Hugo Chávez, sin embargo, desnudan con un dramatismo descarnado las enormes lagunas que, hasta la fecha, evidencia esta plataforma. Lo logrado hasta ahora es importante pero muy insuficiente.

La MUD es un frente integrado por partidos. Son ellos, no sólo los facultados a postular nombres para ocupar cargos, sino los obligados a asumir la defensa de los intereses globales de una sociedad que se siente desamparada. A la cual el gobierno ataca al detal porque la sabe disgregada.

La Polar y el empresariado, las universidades autónomas, los medios de comunicación, los estudiantes, los gremios, los sindicatos. El colapso económico. Los alimentos descompuestos. ¿Dónde carajo esta la MUD? ¿Cuáles son sus mensajes a la nación? ¿Qué tiene que decirles a los más pobres? ¿A las Fuerzas Armadas? ¿A quienes se quieren ir del país? ¿Qué tal, por ejemplo, una campaña para promover la defensa de la Constitución?. A ver si me explico. Estamos ante una auténtica emergencia nacional. Este país está a punto de perder por completo su pertinencia. No basta con escuchar, cada dos domingos, que algún dirigente le vuelva a contar a la gente que "Chávez quiere dividir al país" o que nos suelten florituras intrascendentes del tipo "los ciudadanos tenemos derecho a soñar". La MUD tiene que reaccionar, convocar, responder y defender. Tiene que ser un bloque y aprender a ser vanguardia. Tiene que dar con una fórmula comunicacional solvente para ponerse por delante de un movimiento para salvar a la nación, con una visión de mediano plazo y un comando político estable. El marco lo tiene regalado: la angustia y la irritación ciudadana les están creciendo en la nariz. Si la oposición reedita las chorradas proselitistas del referéndum de la enmienda de 2009 o el revocatorio de 2004, pues apaga y vámonos. Nos quedamos sin país. Por primera vez en 10 años la oposición consiguió la ruta para crecer. Captahuellas, paros petroleros, plazas de Altamira, retiros electorales, coordinadoras: todas las idioteces del pasado han quedado superadas. Queda tiempo, pero se hace tarde.

Falta la otra parte de la encomienda. Quienes hemos defendido a la MUD tenemos que exigirle que esté a la altura de la gravedad de las circunstancias.

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