DAMIÁN PRAT (EL CORREO DEL CARONÍ, 24 DE AGOSTO DE 2010)
Alcasa en “el llegadero”
No hay coque petrolero ni coque metalúrgico. No hay creolita, ferrosilicio ni alquitrán anódico. Tampoco bloques catódicos ni fluoruro de aluminio. Mucho menos hay “baño electrolítico” ni arrabio. Sin esos insumos no es posible producir aluminio. Lo que hay de alúmina es porque Bauxilum lo sigue suministrando aunque Alcasa les debe 1. 500 millones de Bs.F. que es el equivalente a 11 años de consumo. Hay energía eléctrica, clave para transformar la alúmina en aluminio, porque Edelca la sigue suministrando aunque le deben 542 millones de Bs.F. que equivale a dos años y medio de consumo.
Ningún proveedor internacional quiere seguir suministrando nada a Alcasa. Venalum ya no aguanta seguir haciendo “préstamos” (o comprando a nombre de Alcasa) porque tiene su propio calvario desde que en 2005 el gobierno la puso a ser “caja chica” de todos sus desastres políticos y desde que el mismo gobierno le destruyó casi la mitad de sus celdas de reducción (que costará años reponerlas).
Alcasa tenía hace 4 años 626 celdas para hacer el proceso de reducción del aluminio. Hoy quedan 227 activas. Casi una tercera parte. 230 desaparecieron cuando este gobierno ordenó el cierre y desmantelamiento de las Líneas I y II en diciembre pasado. Otras 179 celdas de las Líneas III y IV están dañadas o fuera de servicio. Producía unas 195-205 mil ton/año. Este año no llegan a 90 mil.
Alcasa perdía 80 mil millones (de los viejos, o sea 80 millones Bs.F. de hoy) en el año 2004. Era malo pero manejable. Desde mediados de los 90 se sabía que esa planta, con tecnología obsoleta, necesitaba fuertes inversiones, es decir, la Línea V con tecnología moderna para 250 mil ton/año, que bajaría tremendamente los costos de producción y llevaría a azul los números de la empresa. En 2001 la CVG de este gobierno puso la “piedra fundacional” de la Línea V. Hasta el sol de hoy todavía la valla que lo anuncia está allí, corroída por el óxido y el tiempo.
De allí en adelante, el gobierno la usó como “ratón de experimentos de laboratorio” o simplemente la abandonó.Primero con “la cogestión obrera”. Luego con las cooperativas para tercerizar. La usó para el clientelismo político. Nunca jamás hubo dinero para hacer las inversiones. Ni la Línea V ni el Laminador, ni nada. La última vez que se conocieron cifras, en 2008, las pérdidas llegaban a 980 mil millones. El dinero que siempre hubo a manos llenas para los “maletines”, los negocios corruptos con Argentina, las “regaladeras” sin fin a Fidel, Evo y otros amigotes. Mil veces se denunció que el plan final del gobierno es cerrarla. Sólo que mientras busca votos no le conviene y “corre la arruga”. Ahora culparán al falso “control obrero” y entregarán el esqueleto a los chinos. Sólo necesitan votos suficientes y “diputados-focas” a partir del 26S para terminar el remate de Alcasa. ¿Escupirán pa’arriba los alcasianos?
Me cuentan que el sindicato objeta seguir entregando a las transnacionales las 7 mil toneladas mensuales de aluminio que es casi el total de lo que se produce. Por esa “venta”, Alcasa no recibe ni un dólar porque ese era parte del dinero de la tristemente célebre “cuenta del banco Ruso en el Líbano” que el Mibam y el gobierno recibió por adelantado. Un contrato firmado por este gobierno, con autorización directa de Chávez, según la orden que se presentó en la directiva de Venalum, de acuerdo a la denuncia de Fernando Serrano, director laboral. Aunque en Alcasa, denuncian los directores laborales Henry Arias y Diego Castro, nunca se convocó a la directiva para aprobarlo. Es el mismo reclamo que hace Manuel Díaz en Venalum quien denuncia que nadie sabe en qué se gastó el dinero. Diego Castro asegura que el remanente ya no lo tiene el Mibam sino que lo pasaron al Fonden por orden de Miraflores. Díaz exige que ese dinero regrese y sea invertido en las empresas del aluminio. ¿Qué hace Giordani con nuestro dinero?, se pregunta.
El gobierno quebró a Alcasa. Al gobierno no le dio la gana de invertir en Alcasa. El gobierno usó a Alcasa para experimentos irresponsables. El gobierno es responsable de sus altos costos de producción y del cierre definitivo de 280 de sus celdas y de dejar que se fueran dañando sin recuperarlas a otras 179 que hoy están fuera de servicio. El gobierno es responsable del escandaloso clientelismo político. El gobierno negoció con las transnacionales un contrato raro y ha dispuesto del dinero en lugar de entregarlo a Venalum y Alcasa.
El gobierno le debe 820 millones de Bs.F. a los trabajadores. Porque esa también es la otra cara de la moneda de la ruina. Tiene 10 meses de atraso con el Seguro Social, la Ley de Política Habitacional y el Seguro de Paro. Debe tres meses de caja de ahorros. Debe 570 millones de Bs.F. de prestaciones sociales. También a los proveedores les debe 210 millones de Bs.F.
Mientras tanto, los “revolucionarios rojitos del PSUV” andan en su mundo de fantasías malgastando miles de horas hombre en “discutir” sobre “las nuevas relaciones de producción, el marxismo-leninismo y el luminoso futuro comunista”. Hablan de “defender los logros de la revolución”. Tienen “300 tiempo completo” para dedicarse a la campaña electoral del PSUV. Discuten sobre “la agresión yanqui en swazilandia y los crímenes de los lacayos Uribe-Santos”. Perdón, ahora borraron a Santos del discurso. El malo es Uribe solamente. En fin.
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