miércoles, 27 de febrero de 2019

¡Dejen el masoquismo!


CAROLINA JAIMES BRANGER
@cjaimesb

¿Es que nos acostumbramos a perder al punto de que todo lo convertimos en derrota? ¿Es que estos veinte años no han sido suficientes para darnos cuenta de que la estrategia del G2 de sembrarnos desesperanza le ha funcionado todo el tiempo? ¿Nos vamos a rendir cuando estamos a punto de ganar?… ¡Los venezolanos nos emocionamos y nos decepcionamos en segundos!
Me provoca gritar de la desesperación cuando leo mensajes y mensajes que hablan de la derrota que sufrimos el fin de semana. ¿Cuál derrota? ¡Sí, claro que tenemos que lamentar una vez más muertes de inocentes venezolanos y eso es una tragedia! Pero esto que vivimos es una guerra, y por desgracia, en las guerras hay bajas. Y este régimen de Nicolás Maduro es despiadado, vil, asesino. La libertad la pariremos con dolor…
Lo que pasó el fin de semana expuso ante el mundo lo que los venezolanos tenemos años sufriendo. Todos los ojos estaban puestos sobre nosotros y Maduro decidió seguir la estrategia cubana: todo le salió mal. Y encima, los videos virales mostraron la verdadera cara de su régimen: los policías y guardias nacionales disparando a un pueblo desarmado, Iris Varela a la cabeza de los grupos paramilitares –se especula que también de presos-, malandros encapuchados, fuertemente armados, recorriendo las ciudades amedrentando a los habitantes, otros malandros incendiando camiones llenos de ayuda humanitaria… ¡Eso no fue un éxito de Maduro! ¡Fue un éxito de la Asamblea Nacional, de los valientes diputados que nos representan y que tantos han vituperado y del pueblo que salió a acompañar las caravanas y protestó desde sus ciudades!
Encima, el bailecito de Maduro terminó de exacerbar incluso a la señora Bachelet que había permanecido impertérrita ante la situación venezolana.
Luego vino la reunión de este lunes –Guaidó con el Grupo de Lima y el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence- sobre la que también hubo comentarios airados, desalentadores y que no corresponden a la realidad. Un texto que circuló por Whastapp y cuya autoría desconozco, resume estupendamente dicha reunión:
“Para los que han estado en este grupo en reuniones multilaterales (que son varios) está claro que la reunión de hoy fue un éxito diplomático:
1. Guaidó participa por primera vez en una reunión multilateral como presidente de Venezuela y así es reconocido y tratado por todo el grupo.
2. Se reconoce formalmente el uso de fuerzas paramilitares por parte del usurpador.
3. Se reconoce el incumplimiento del Convenio de Ginebra sobre la ayuda humanitaria por parte de Maduro.
4. Se reconoce a Guaidó como único representante ante los organismos Multilaterales como BID, Banco Mundial, FMI, CAF, FLAR, BIS, Parlamento Andino, etc.
5. Se designa al BID para que empiece a trabajar en el Plan País.
6. Se utiliza un lenguaje sumamente fuerte en contra de Maduro por parte de todos los integrantes del grupo, algo nunca visto en reuniones multilaterales de este tipo.
7. Se reitera el respaldo de todos los gobiernos del grupo al presidente Guaidó”.
El aspecto que más me ha gustado de todo lo que ha hecho Guaidó desde que asumió la presidencia de la Asamblea Nacional, es que no ha dado puntada sin dedal. Todo ha estado perfectamente concebido, por escenarios de acción, plan A, plan B, plan C, plan D. ¿Por qué pensar que se agotaron los planes? ¿Por qué seguir la línea de pensamiento de quienes manipulan y tergiversan todo? Reitero cuánto siento los asesinatos, pero estoy segura de que no quedarán impunes. Si no salimos de Maduro, habrá muchos más bajas.
Mientras escribo este artículo escucho la conversación del periodista de Univisión Jorge Ramos con Patricia Janiot. Otra pifia más para el larguísimo recuento de pifias del régimen. Una entrevista autorizada por el mismo Maduro fue interrumpida abruptamente por él y los hermanos Rodríguez. Ramos y su equipo fueron encerrados en un cuarto del Palacio de Miraflores, con luces apagadas, confiscados sus equipos, incluyendo celulares y pertenencias personales. La prensa internacional vivió en carne propia la represión que la prensa nacional ha sufrido por años. Las denuncias se harán aún mayores…
Maduro y su combo tienen que demostrar que están fuertes, pero su lenguaje corporal los delata. “Estoy duro, de pie”, vociferó Maduro en el mitin que dio el sábado. Lo hicieron antes que él Saddam Hussein, Muamar El Gadafi, Manuel Noriega, Ferdinand Marcos, Osama Bin Laden, Hosni Mubarak y otros tiranos. Sólo basta remitirse a la historia reciente.
Yo sigo optimista. Yo creo en Guaidó. Creo en nuestra Asamblea Nacional. Creo en nuestra fortaleza y nuestro valor. Como leí no recuerdo de quién, no es que vamos bien… ¡es que vamos del carajo!

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