viernes, 24 de septiembre de 2010

En el tren de las presidenciales
A partir del 26S, Chávez batallará sin escrúpulos contra sus partir del lunes 27S, Chávez comenzará a trabajar el objetivo de la estación electoral que más le interesa. La campaña para intentar su reelección en 2012 le exigirá adoptar decisiones para protegerse de un posible revés. El desempeño electoral de cada una de las partes, en la jornada de este domingo, impactará las condiciones en que el oficialismo y sus adversarios asistirán a esa contienda. Los resultados que el país conocerá dentro de 48 horas, revelarán la salud y las perspectivas de cada uno de los polos: sus fortalezas, sus dificultades y, desde luego, el potencial que poseen para superarlas. Son imaginables los esfuerzos que el Presidente desplegará para asegurar su permanencia en el poder, más allá del presente período. El jefe tiene todo bien dispuesto. La nomenclatura no se asume como parte de un "gobierno normal": ella "es" "una revolución" y ninguna de ellas acepta límites temporales. La única obsesión que tiene su elenco es asegurarse el triunfo de 2012, aun sin contar con la voluntad mayoritaria de los electores: mantenerse en el poder, omitiendo, con disimulo, la sagrada conquista del sufragio universal. Por tanto, al margen de lo que ocurra este oponentes, que estarán obligados a demostrar arrojo y compromiso de lucha para enfrentar las duras embestidas futuras. La más difícil será, precisamente, el ataque contra el voto directo de la totalidad de la población electoral. Un intento que exigirá una contundente y eficiente respuesta de quienes aspiran a mantener la ruta pacífico-electoral de esta lucha contra el continuismo autoritario. Es un hecho que las victorias pueden transformarse en derrotas, y viceversa. Lo que suceda este domingo no define por completo los desarrollos que Venezuela presenciará a continuación, aunque sí influirá en la conducta de las partes. Lo que ellas hagan con la decisión que tome el electorado este 26S, marcará el curso del desafío de 2012. Y, adicionalmente, lo que decidan emprender, será el producto de una franca y honesta evaluación de los resultados del domingo próximo. Los venezolanos deben saber de qué tamaño es el problema, del mismo modo como los enfermos deben conocer el mal de que padecen para colaborar con su curación. Las lecturas acomodadas que hagan las partes, no les será de ayuda para hacer los reajustes que urgirán, de cara a las presidenciales. Hay que votar masivamente para decirle a la revolución que no le haremos fácil la abolición del voto universal. Hay que votar masivamente para decirle a la revolución que no le haremos fácil la abolición del voto universal. Hay que votar para rechazar las indeseables modificaciones que el oficialismo vislumbra incorporar a la legislación electoral. Votar todos para decir que deseamos seguir haciéndolo, sin el privilegio de la militancia en el partido-Estado. Esa lucha comienza este domingo.
ARGELIA RÍOS
EL UNIVERSAL

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