lunes, 6 de septiembre de 2010

¿Qué hacemos con la renta petrolera y con el Banco Central?
LUIS OLIVEROS | EL UNIVERSAL
6 de septiembre de 2010

"La actuación del Banco Central y todo el debate acerca de su independencia serán un pilar fundamental a tener en cuenta para el comportamiento de la economía venezolana en este año 2010", estas fueron parte de líneas que escribí en mi primer artículo de este año. El motivo por el cual escribí sobre ese tema tiene dos bases, el primero porque como estamos en época electoral y el panorama económico no lucía muy favorable para el gobierno, el BC con mucha seguridad sería víctima de muchísima presión para entregar Reservas Internacionales, ganancias cambiarias, monetizar déficit, etc. Y la segunda era que en mi opinión la independencia del Banco Central debería ser obligatoria para alejarla de toda influencia política, esto por la falta de reglas fiscales sobre el manejo del ingreso petrolero.

Recientemente tuve una conversación con el profesor venezolano Kamal Romero, de la Universidad Rey Juan Carlos (si algo hemos exportado en Venezuela en los últimos años además de petróleo, papeles de deuda y documentales sobre la inseguridad, ha sido recursos humanos), y tocando ese tema, él me comentó algo que es muy válido: "en Venezuela aún queda por definir un mecanismo de gestión de los ingresos fiscales de naturaleza rentística, un esquema con reglas institucionales que no se violen y que regulen el tema fiscal". Este argumento tan válido como necesario y el cual sin lugar a dudas mejoraría muchísimo la economía venezolana, mas si tenemos en cuenta que muchos países tienen este tipo de mecanismos.

¿Por qué por ejemplo no podemos en nuestro país tener un Fondo Soberano que maneje los ingresos del petróleo al estilo Noruega? Uno de los puntos en la conversación fue que deberíamos empezar a colocar reglas al estilo Noruega (u otros países), ya que al hacer esto, no solo estás construyendo las bases para avanzar en la discusión sobre qué hacer con la independencia del Banco Central, sino también estás dictando las directrices para el manejo de nuestra economía en el futuro y blindando al país para los próximos años.

Ahora bien, ¿le interesa a los políticos venezolanos perder injerencia en Pdvsa, en el Banco Central?, ¿estarían ganados a la idea de trabajar por ejemplo con presupuestos fiscales equilibrados, con la obligación de ahorrar en tiempos de bonanzas petroleras?, ¿les gustaría a esos políticos tener instituciones sólidas y serias, vigilantes de su gestión? Obviamente las respuestas a esas preguntas las sabemos, mas aun si conocemos los históricos niveles de corrupción que han caracterizado a nuestro país por décadas (o siglos) y al mismo tiempo si ese gobierno tiene el estímulo de la reelección indefinida, mecanismo que los llevará a tratar de hacer todo lo posible por incrementar durante períodos el gasto público (aunque no se tengan los recursos y deba endeudarse) y a ponerle la mano a las instituciones para que trabajen de la manera que ellos quieren.

Parece evidente que mientras no reforcemos las instituciones del país, no se fijen reglas de juego claras y sostenibles en el tiempo en relación al manejo de la renta petrolera, el manejo de nuestra economía seguirá caracterizado no solo por la irresponsabilidad y las malas decisiones, sino que siempre responderá al capricho del gobernante de turno, sin importar si ese manejo es por el bienestar del país. Devaluar con fines fiscales, utilizar al Banco Central como ente financiador de déficit fiscales, administrar las Reservas Internacionales para financiar gasto corriente y no inversiones, captar financiamiento comprometiendo las reservas futuras de petróleo o sencillamente utilizar a Pdvsa como caja chica, seguirán siendo acciones tan dañinas como normales en esta economía, lo cual hará que nuestro futuro económico luzca cada vez más complicado.

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