27-6-2012
La expresión dicha por el Presidente Hugo Chávez en el 191 Aniversario de la Batalla de Carabobo sobre “Quien no es chavista no es venezolano”, es sumamente grave y constituye una incitación al odio y a la agresión. No hay excusa que justifique la gravedad de sus palabras. No es que “él es así”, “es un trapo rojo”, o “mira lo que hace y no lo que dice”. El Presidente lo que dice y hace, tiene un propósito. Así hay que interpretar esta bochornosa expresión que ofende no al 52% del país que votó por la alternativa democrática el 26 de septiembre de 2010 y que es mayoría, sino a todo el país; a quienes se identifican con el gobierno, a quienes se identifican con la Unidad, y a quienes no tienen preferencia política. Es una frase vergonzosa que la Mesa de la Unidad Democrática rechaza enérgicamente.
Hay que destacar que lo dijo en un acto militar y en una fecha Patria, celebración que debe unir a los venezolanos, que la haya pronunciado ante la Fuerza Armada aumenta la gravedad de lo expresado por el Presidente. ¿Qué sugiere?, ¿Que la Fuerza Armada debe desconocer a una opción que no sea “chavista”? ¿Que debe agredir al pueblo que no se identifica con el gobierno? El Presidente pisa terrenos peligrosos con una expresión que ya le da la vuelta al mundo y lo coloca al nivel de un dictador, que así parece quiere culminar su carrera política. Además quiere legitimar un Apartheid y que los militares sean los garantes de una hegemonía excluyente y discriminante.
En un país serio, con instituciones que funcionen con independencia, lo dicho por el Presidente de la República sería objeto de una investigación inmediata por parte del Poder Judicial, porque la frase incita al odio. Chávez se colocó al margen de los artículos 19, 20, 21, 57 y 60 de la Constitución Nacional, y eso merece que los garantes de los derechos de los ciudadanos se pronuncien ante la gravedad del hecho.
No es con odio o discriminaciones como se construye un país. El lenguaje de odio utilizado por el gobierno es en parte responsable de la creciente violencia en Venezuela. El 13 de junio, el Presidente amenazó a los venezolanos desde el Ministerio de la Defensa, con un discurso lleno de referencias a las armas, balas, tanques, aviones. Anunció la reforma del COPP, pero con sus insultos tradicionales que hacen mucho daño. ¿El resultado?, la semana siguiente a sus palabras fue la más violenta en la ciudad capital con 64 muertos y el CICPC “refundado” por el gobierno, se vio envuelto, a tres meses del Caso Berendique, en un hecho similar, en donde la víctima ahora fue un integrante del CICPC. A tres meses se repite el mismo patrón de agresión institucional y el Presidente con su gobierno, no se da por aludidos, sino que siguen con su lenguaje de odio ¿No les conmueve que en 14 años de gobierno socialista la cifra de asesinados pasa los 155 mil casos?
Lo dicho por el Presidente el pasado domingo 24 de junio, es un espaldarazo a la violencia desatada que hay en el país y tumba cualquier plan de seguridad del gobierno, si es que tuviera alguno. Un gobierno que celebra golpes de Estado, que celebra la muerte y la destrucción, no puede hablar de paz, tranquilidad, o de estabilidad. El gobierno dirigido por Hugo Chávez es la representación viva de la inseguridad, del conflicto, de la zozobra, de un vivir peligros. Detrás de las cacareadas cifras de felicidad que exhibe la propaganda del gobierno, se esconde una realidad de privaciones, de escasez, de violencia, de dolor, de sufrimiento de personas y familias que son víctimas de la violencia y sus consecuencias.
La Unidad llama a la reflexión al país ante tan grave expresión dicha por el Presidente quien, como manda la Constitución, tiene la función de unir y no de dividir al país. Desde la Mesa de la Unidad Democrática nos preguntamos y le preguntamos a los venezolanos: ¿Es con odio, balas, y tanques como se van a resolver los apagones, la escasez, los pésimos servicios públicos o la inflación? ¿Con un lenguaje excluyente tendrás un buen trabajo?
La Unidad invita al país civil y al país militar a manifestar su rechazo a lo dicho por el Presidente el 24 de junio. A rechazar el chantaje de quien ya tiene el sol en las espaldas. A quien quiere ocultar su fracaso incitando al odio y a la violencia. El pueblo venezolano entiende que el odio que se propone desde el gobierno no es el camino. Desde la Unidad decimos que hay un camino; un camino en donde todos los venezolanos podamos coincidir con nuestras diferencias; sin insultos, sin ofensas, sin odios.
En un gobierno de la Unidad y de progreso le ofrecemos al país aulas de clases, espacios de trabajo, servicios de calidad, viviendas con urbanismos, un sistema de seguridad social, un ambiente de seguridad y de respeto. Ofrecemos una vida tranquila, pero llena de retos. El reto del país, ese país que todos soñamos, por el que luchamos todos los días, al que le entregamos nuestros años de vida y años productivos, porque queremos un mejor futuro para esta tierra que ha superado con inteligencia y tolerancia grandes desafíos. Te invitamos a que nos acompañes a un camino que el actual gobierno no puede ofrecerte: el camino para vivir y progresar en paz”.
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