sábado, 30 de enero de 2016

PODEMOS, LOS SEMBRADORES DE RUINA EN AMERICA LATINA

 
Lorena Mastrogiacomo L.

Hace no mucho tiempo en España, donde yo resido, la administración fiscal llamó a capítulo a un profesor de la Complutense. El señor Monedero había regresado de Venezuela, Ecuador y Argentina con las alforjas llenas de euros. La factura a esos gobiernos se elevaba por encima de los 400 mil euros. Su costosa asesoría sin embargo, no dejó sino la inconformidad en esos países que todavía se discute. 
La administración tributaría descubrió que el señor Monedero no había declarado y menos pagado los tributos de ley y casi lo envía a la cárcel. El gran asesor terminó pagando, pero en el caso venezolano nunca se supo el concepto de la factura, a no ser sus aspiraciones en el canal del Estado, para adular al gobierno de Chávez. 
Él se vanagloriaba de tener una oficina en Palacio, pero quienes conviven con el trabajo presidencial, nunca lo vieron y menos en sus pregonadas reuniones con el Presidente Chávez.
 
Nunca más se le vio en la TV del Estado. En España le reprochaban de poca honestidad intelectual.
Se vendió en Venezuela como el gran ideólogo del progreso revolucionario y sólo dejó confusión entre sus propios conmilitones.
 
Ni siquiera el Presidente Chávez lo extrañaba. Fue sencillamente un sembrador de ruinas.
 
Para Monedero no fue difícil vender la ganga en países como Argentina, Venezuela y Brasil a Pablo Iglesias y Serrano Mancilla. Tanto, que instalaron la oficina de consultoría.  Un economista como Guerra, le llamaría la segunda trampa.
En nombre de la nueva economía, Serrano Mancilla, nacido en Cádiz, se abrió paso en Venezuela y en las reuniones su retórica penetrante en los incautos, no fue difícil de imponer. En las sesiones logró aliados incautos o no se insertó en el cerebro del ahora ministro de Finanzas y a través de este, al Presidente Maduro. Su verbo marxista y revolucionario también caló en Maduro. Lo llamo el Jesucristo de la economía y a esta hora no sé si será porque al final todos seremos crucificados con sus teorías que hoy rechazan los países de progreso económico. La tesis de Iglesia nunca pudo entrar en la Europa moderna. Ni siquiera en España y menos en Cádiz, tierra de esta santidad económica.
Del brazo de Monedero llegó a Venezuela. Pero al Gobierno entró de la mano de Luis Salas, que lo vende como el mago del cielo y de la tierra. 
Los términos de economía productiva y rentismo petrolero, salen de su boca casi cubierta por su descuidada cabellera. Es el ideólogo de tesis económica de génesis marxista, así lo niegue. Lo que no es de extrañar, porque también niega su sociedad mercantil con Iglesias y Monedero.
De Venezuela salió a Brasil y Ecuador. En Bolivia no pudo entrar. Evo, que no es ningún ingenuo, prefirió a su ministro de Economía, Arce, que ahora ha logrado para ese país el más notable avance económico. 
Arce logró para Bolivia con un modesto sueldo, lo que Serrano no pudo en Brasil, Argentina y Venezuela.
Brasil vive su peor crisis. Las proyecciones son las más negativas para la economía de este año. Argentina vio desaparecer el gobierno de la Kirchner, tras la ruina económica que provocó hambre miseria y rabia electoral. Ecuador prefirió seguir atado a la eximia imperial del dólar, que arriesgarse con este bocaza, tan andaluz como Felipe González. 
Brasil y Argentina lo recuerdan como sembrador de ruinas, dijo Argelia Cifuentes, una economista residenciada en California y estudiosa de los países de América Latina.
 
Echado de esos países, Serrano Mancilla vino a parar su carrera en Venezuela. Ahora, es un ministro en la sombra. Rector de Salas, que se las ingenia para lograr el consenso en el gabinete económico, para el paquete de Serrano que no es ningún jamón. 
Es paquete andaluz. 
Para un economista venezolano, es el paquete de la ruina. 
Yo no soy economista. Soy católica. Creo en Dios y en Jesucristo. Creo en el Espíritu Santo y quisiera creer en Iglesias y Serrano. No quiero para mi país el fracaso. 
Ese camino nos conduciría a la ruina. 
No quiero recordar a este descuidado español, como el sembrador de ruinas. 
En el llamado proceso Monedero tercero, en la línea de Podemos, el 25 de febrero del 2015 los inspectores de Hacienda de Madrid divulgaron un comunicado en el cual denunciaban el fraude en el caso del político izquierdista. 
En el documento, la Organización de Inspectores cuestionaba un supuesto interés de los técnicos en defensa de Monedero. 
La declaración fue publicada en la prensa española. Poco después, El País de España informaba que Monedero había pagado los 200 mil dólares para evitar un juicio fiscal. El partido Podemos salió en defensa de su directivo para indicar que ningún organismo jurídico o tributario, había cantado el fraude. Monedero constituyó a finales de 2013 la sociedad Caja Resistencia Motiva, para facturar los servicios de asesoría a varios gobiernos latinoamericanos, que en realidad se realizaron en el 2010 cuando la empresa no existía. En ese momento, Ignacio Ruiz Garbo, director de la agencia tributaria en época de Aznar, consideró grave la facturación tres años después de los honorarios de Monedero, pagados desde gobiernos de Venezuela y Ecuador, entre otros países del Alba. 
El presidente de la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado, Ransés Pérez Boga, añadió que si demostraba que la sociedad no fue la autora de los servicios, sería un caso claro de fraude.
 

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