lunes, 7 de noviembre de 2016

CON EL PAPA FRANCISCO











EDUARDO FERNANDEZ

Como socialcristiano me siento muy solidario con los esfuerzos de Su Santidad el papa Francisco a favor del diálogo en Venezuela. Me siento también interpretado por la declaración de la Conferencia Episcopal Venezolana a favor del diálogo y de la paz, a favor de la inteligencia y en contra de la violencia.

Como ciudadano venezolano debo manifestar mi complacencia con la actitud asumida por nuestros líderes políticos, tanto del Gobierno como de la oposición, de apostar por una salida civilizada a la crisis venezolana. Se trata apenas de una reunión preparatoria, pero en todo caso alimenta la esperanza de que prevalezca el sentido común y no el afán de confrontación.

Desde hace mucho tiempo vengo abogando por el diálogo. Las naciones civilizadas dialogan, las primitivas confrontan.

Rajoy acaba de ser reelecto Presidente del Gobierno español, gracias al diálogo. En 1936 los españoles apostaron a la violencia y vino la guerra civil y después 40 años de dictadura.

Ojalá el diálogo en España permita que el Gobierno pueda gobernar. No se trata solo de la investidura del presidente, se trata de darle un gobierno estable a la nación española. El Psoe terminó haciendo tarde y mal lo que debió haber hecho temprano y bien.

Escribo este artículo el día lunes 31 de octubre, cuando se cumple un aniversario de la firma en Venezuela del Pacto de Punto Fijo, un acuerdo civilizado suscrito por tres líderes políticos con visión de estadistas, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera. Ese acuerdo le dio a Venezuela 40 años de República civil, de estabilidad institucional y de paz democrática. Un paréntesis de cuatro décadas en la accidentada historia institucional del país.

En el Instituto de Estudios Políticos que tengo el honor de dirigir, el Ifedec, tenemos una galería de fotografías de hombres ilustres que trabajaron siempre por la paz: Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Martin Luther King, Konrad Adenauer, Juan Pablo II, Patricio Aylwin, Rafael Caldera y Arístides Calvani. También tenemos una fotografía en lugar distinguido de Su Santidad el papa Francisco felizmente reinante.

También tengo en mi oficina una fotografía de Winston Churchill, ejemplo del estadista que fue a la guerra cuando se agotaron todos los esfuerzos para lograr la paz y no quedó otro camino que asumir el horror de una conflagración de dimensión universal.

Por supuesto, no podemos cantar victoria tan temprano, apenas se da inicio a un proceso. Como socialcristiano y como venezolano hago votos porque prevalezca el diálogo y no la confrontación; la inteligencia y no la violencia; la paz y no la guerra; la vida y no la muerte.

Seguiremos conversando.

Eduardo  Fernández
@EFernadezVE



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