ALICIA FREILICH
La verdad elemental cabe en un ala de colibrí.
José Martí
La mitad de la verdad (Edit.
Alafaguara, 2014) es el título de una magnífica novela del reconocido
Zygmunt Miloszewski (1976, Varsovia) quien llevó sus experiencias de
periodista especializado en asuntos criminales a su narrativa
detectivesca de original humorismo rojinegro que muestra delictivas
mentiras judiciales cruzadas con prejuicios fijos de la sociedad polaca.
Y por su magia literaria, retratos en cualquier otro sistema, lugar y
tiempo
Entre sus líneas de ficción brota la
realidad escondida, se ilumina para el lector sumergido en un Estado de
deshechos, cómo se rige un país que funge modernidad desde su
legislación fanática, su doctrina intolerante maquillada como carta
magna eliminadora de viejas injusticias. Mientras se sumerge en la
trama, el atrapado asocia lo que va leyendo con su entorno.
Y queda claro. No es manía ni
fantasía. El chavismo, ya una mala palabra que proviene de diabólicos
mecanismos, es otra vez el modelo militarizado de base fascista y ropaje
libertario conocidos como nazismo y comunismo que ensangrentaron gran
parte de Asia, Europa, la Argentina peronista, Cuba sovietizada con la
Venezuela del narcotizado siglo XXI y satélites. En un principio se
nutre del populismo que hipnotiza a los más desposeídos y recluta a los
oportunistas que forman su equipo burocrático de operaciones criminales,
leyes fraudulentas desde las más altas botas y jerarquías politizadas,
en especial, su aparato jurídico. Crea dirigencias al inicio libres de
toda sospecha, pero a medida que avanza su cruel reinado, el engaño se
desnuda en cada palabra de repetida verborrea y más todavía en tramposos
silencios cuando se les pide aclarar conceptos. Por ejemplo, el
esclavizador “carnet de la patria” será “tarjeta solidaria”
atractivamente dolarizada y así por el estilo. ¿De dónde saldrá ese
dineral? Del milagroso falconismo, no preguntes, solo créeme.
Así, pues, falconearse es el
resultado criollo del chavismo fracasado que ante el rechazo
internacional requiere de una supuesta, provisional salida del poder,
presuntamente entregado por emergencia a Henri Falcón y su séquito,
quienes ofrecen como novedad medidas de reconstrucción económica,
institucional y cotidiana, en gran parte ya solicitadas hasta el
hartazgo, exigidas y reclamadas por diputados legítimos y políticos
disidentes hoy presos, perseguidos y exiliados, por economistas
eminentes del país y del exterior, por la sociedad venezolana durante
veinte años con saldos de largo luto, primero a través de sus ya
eliminados, tradicionales partidos políticos, ahora directamente, como
protesta final, con su rotunda negativa a votar sin elegir.
Medias verdades forjan una sola gigantesca mentira legitimada por cómplices parásitos de oficio.
alifrei@hotmail.com
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