A propósito de los 208 años del 19 de abril de 1810
(y de la publicación hoy del libro: LA INDEPENDENCIA Y EL ESTADO CONSTITUCIONAL: COMO OBRA DE CIVILES)
(y de la publicación hoy del libro: LA INDEPENDENCIA Y EL ESTADO CONSTITUCIONAL: COMO OBRA DE CIVILES)
ALLAN BREWER CARIAS
El
inicio del proceso de independencia y de la construcción del Estado
Constitucional en Venezuela y en consecuencia, en toda la América
Hispana, desarrollado entre 1810 y 1812, fue exclusivamente obra de civiles, y no de militares.
El
proceso iniciado el 19 de abril de 1810, fue enteramente obra de
civiles, y de civiles bien ilustrados, formados en nuestras tierras,
quienes armados con los principios del constitucionalismo moderno que
venían de emanar de las revoluciones norteamericana y francesa de
finales del siglo XVIII, se pusieron a concebir un Estado constitucional
moderno de las ruinas del régimen colonial español. Antes, ello sólo
había ocurrido en la historia moderna, con la constitución de los
Estados Unidos de Norteamérica.
Esos
próceres civiles fueron entonces quienes pusieron en marcha a partir
del 19 de abril de 1810, el proceso de la independencia de la América
Hispana, hecho que ocurrió, incluso, en las que habían sido de las
Provincias más pobres del Continente, como eran las que conformaban la
Capitanía General de Venezuela, en las cuales hasta 1808 ni siquiera
hubo imprenta; y los libros prohibidos por la Inquisición, que eran
todos los ilustrados y que sirvieron de inspiración para el diseño
constitucional, solo penetraban y circulaban clandestinamente y de
contrabando.
Fueron
por tanto los civiles miembros del Cabildo metropolitano de Caracas,
quienes el 19 de abril de 1810 depusieron al Gobernador y Capitán
General Vicente de Emparan; habiendo sido ellos mismos, junto con otros
civiles incorporados de improviso, quienes se erigieron en Junta Suprema
de Caracas conservadora de los derechos de Fernando VII, pero bien
rápidamente para terminar estableciendo un nuevo gobierno civil
independiente de España. Ello condujo a la convocatoria, en junio de
1810, de elecciones generales de diputados para integrar el Congreso
General de las Provincias de Venezuela, el cual se instaló en marzo de
1811; y al cual correspondió sancionar, sucesivamente, una Declaración de Derechos del Pueblo el 1º de julio de 1811, que fue la primera emitida en el mundo después de las declaraciones norteamericana y francesa; la Declaración de Independencia de Venezuela de España el 5 de julio de 1811, que fue la primera declaración de este tipo en toda la América española; y la Constitución Federal de las Provincias Unidas de Venezuela
del 21 de diciembre de 1811, que fue la primera de todas las
Constituciones de América Latina, estableciendo un Estado constitucional
moderno, antes, incluso de que las Cortes de Cádiz sancionaran, el 19
de marzo de 1812, la Constitución de la Monarquía española.
Los
militares irrumpieron en nuestro territorio, primero para acabar con la
República y luego, para liberarla. Así, Domingo de Monteverde, luego de
la invasión militar española y de la caída de la primera República,
comandando el ejército invasor, a partir de 1812 impuso la “ley de la
conquista;” y Simón Bolívar, comandando el ejército patriota, para
liberar los territorios ocupados por las fuerzas invasoras españolas, a
partir de 1813 impuso la ley marcial y el decreto de guerra a muerte; no
sin antes haber calificado la construcción constitucional de los
próceres civiles de 1811 y 1812, como propios de una “república aérea,”
a ellos mismos como “filósofos,” a la legislación dictada como
“filantropía,” y a sus soldados como “sofistas.”
De
toda la debacle militar que resultó de la guerra de liberación que
exitosamente comandó Bolívar, la República que se reorganizó a partir de
la Constitución de Angostura de 1819, sin embargo, ya no fue obra de
civiles sino fundamentalmente de militares, y lo mismo sucedió con la
organización constitucional de los Estados en Colombia (1821), Perú y
Bolivia (1826); resultando, de todo ello, que los próceres civiles de
1811-1812, por la fuerza militar, fueron relegados al olvido; al punto
de que de allí en adelante, lamentablemente, hasta las celebraciones del
aniversario de la Independencia pasaron a ser una ceremonia militar, y
no civil.
New York, 19 de abril de 2018
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