Falcón es más peligroso después de las
elecciones que antes.
Un régimen tan deslegitimado no se
legitima porque Falcón y compañía lo rete en unas elecciones que no son “libres
y justas”, pero sí por llegar a acuerdos postelectorales como formar parte de
un gobierno de “unidad nacional”.
Lamento que la MUD, esa Junta de
Condominio unas veces acertada y otras no, haya rechazado ir a elecciones,
aunque existan muchísimos puntos en contra de participar. Entre los más
recientes: inhabilitar líderes opositores de mayor arrastre, eliminar las
tarjetas de varios partidos e incluso de la MUD, y hacer casi imposible las
primarias para escoger al candidato presidencial.
Dicen que la comunidad internacional,
luego del fracaso de las negociaciones que patrocinó, recomendó no participar
en las elecciones. Esto es falso. Lo que dijo es que estas elecciones como
estaban planteadas no eran “libres y justas”. Lamento el fracaso de las
negociaciones porque de haber sido medianamente exitosas habríamos avanzado. En
todo caso su fracaso derrumbó la legitimidad de las elecciones y del régimen al
nivel internacional más allá de toda duda.
Aun así habría que haber ido a las
elecciones denunciando las trapacerías del régimen. Explicando que si ganamos
es porque fue tan grande la avalancha de votos que las trampas no fueron suficientes
como sucedió en la elección de la Asamblea Nacional. Y si perdemos se confirma
que las elecciones no fueron “libres y justas”.
La presión vino del fracaso en las
elecciones regionales y locales. En ellas no pudimos movilizar al electorado
opositor que quería y quiere cambio, por encima del miedo a perder la
estrategia de sobrevivencia de las CLAP, entre otras marramuncias y acciones de contraofensiva del pranato, ni
pudimos controlar el proceso electoral en todas las mesas. Se le hizo mucho caso
al “público de galería”, a la pajarera
de Twitter. La anti-MUD y el pranato lograron su cometido: sacarle un tajo a la
MUD y confundir más a los que quedaron, que no fueron capaces de concretar un
máximo sino un mínimo común: no participar.
No entiendo por qué esa no-participación
no ha sido activa, con movilizaciones masivas, protestas, mítines, etc., -para
lo cual haber inscrito algún candidato habría sido clave. Aducen que están en
el vital trabajo de hormiguita de organización pero la gente quiere ver a un
país en movimiento retando al poder y con él a la desesperanza. Celebro la
creación del Frente Amplio Venezuela Libre. Pero todos sabemos que esos frentes
son más una maquinaria lenta que un organismo operativo, tan necesario frente a
un enemigo que está claro en cada paso que da y tiene previsto que hacer si
falla.
Ahora se lanza Henri Falcón y es acusado
de traidor. La verdad es que Falcón está haciendo todo lo que debió hacer la
MUD y comienzan a haber dudas de si hay que apoyarlo o no. La mayor acusación
es que va a legitimar al pranato al participar en las elecciones, ¡pamplinas!
Eso ya no es posible. Lo que es posible es que lo legitime después de las
elecciones cuando las pierda – y las perderá, entre otras cosas, por falta del
apoyo de la maquinaria partidista de la MUD. El peligro es que Falcón, COPEI,
el MAS y Avanzada Progresistas sean
llamados a formar parte de un gobierno de “unidad nacional” que haga
algunas reformas económicas y deje entrar cierta ayuda internacional. Esto si
daría un tinte de legitimidad al régimen ¡Ojo! Zapatero ya anunció acuerdo
político postelectoral.
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PS. ¿ProCiudadanos de Leocenis García y ahora Timoteo Zambrano, se
incorporará al acuerdo postelectoral de Zapatero?
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