jueves, 21 de octubre de 2010

El socialismo en construcción

Enrique Viloria Vera

Jueves, 21 de octubre de 2010

En las farmacias no hay ansiolíticos, ni aspirinas, ni tranquilizantes, ni sedantes ni calmantes, y mucho menos
antidepresivos que ayuden a disminuir la angustia por la destrucción del país



Todo está por hacerse en el glorioso país de la Revolución Bolivariana, buen ejemplo de ello, son - a más de diez años de ineficiente desgobierno - la decisiva, firme y demorada construcción de:

• El Socialismo del Siglo XXI

• El Hombre y la Mujer nueva

• Las viviendas para el pueblo

• El gas directo

• Los hospitales necesarios

• El buen estado de las vías

• La línea aérea bandera

• Metros sin delincuencia y a la hora

• El BUS CARACAS

• El Guaire, y los lagos de Maracaibo y Valencia limpios

• La Policía Socialista

• El Eje Orinoco – Apure

• El túnel entre las dos costas marabinas

• El Gasoducto Suramericano

• Las solidarías refinerías anunciadas por doquier

• La Seguridad Ciudadana

• El Hotel del aeropuerto

• Las rutas de la empanada

• Los gallineros verticales

• La recogida semanal de la basura

• La justicia sin distingos

• La libertad de los presos políticos

• La cultura sin exclusiones

• El pago de los pasivos laborales

• El financiamiento a las universidades nacionales

• El pago del situado constitucional

• El respeto por los gobernantes opositores…. Y pare UD de contar

En fin, el logro de la cacareada felicidad colectiva, la mayor suma de felicidad posible que los súbditos bolivarianos no obtienen - ni artificialmente - porque en las depreciadas farmacias no hay ansiolíticos, ni aspirinas, ni tranquilizantes, ni sedantes ni calmantes, y mucho menos antidepresivos que ayuden a disminuir la angustia por la destrucción que no construye.

Tampoco habrá - para los crecientes enemigos del proceso - la cervecita cordial, el vinito de ocasión , el güisquicito de circunstancia, el roncito que calienta el cuerpo, el anicito de la abuela, y, mucho menos, el champañizado para el matrimonio de la querida primogénita.

¡Promesas vanas nos esperan! Lenta y progresivamente el socialismo en construcción arrastrará a la Patria ante su ya anunciada muerte.

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