Tiene la OPEP futuro?
¿Por qué los países OPEP no han elevado su producción al ritmo de las exigencias de la demanda?
DIEGO J. GONZÁLEZ CRUZ | EL UNIVERSAL
lunes 18 de octubre de 2010
Para Venezuela la OPEP tiene significado hasta 1993. A partir de esa fecha comenzó a desdibujarse, hasta llegar a 1998, y luego a hoy, cuando ha agotado el interés que alguna vez tuvo para el país. El 14 de septiembre de 1960, se creó la organización. El acento se colocó en los precios. Así se definió su fin: "El principal objetivo de la Organización será la unificación de las políticas petroleras por los países miembros y la determinación de los mejores medios de salvaguardar los intereses de los países miembros individual y colectivamente".
Esto no iba a durar mucho porque el 9 de enero de 1968 se funda la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (OPAEP), y no todos se deben a la OPEP. La OPAEP fija como misión: La importancia de construir una industria petrolera integrada como una piedra angular para la futura integración económica entre los países árabes.
Se dice que se formó un "cartel", pero en el plano económico no lo ha sido. Sus miembros no controlan la producción y mucho menos su comercialización, ni actúan para reducir la competencia. Los países no OPEP producen más (58,8%) que los OPEP (41,2%). Si el petróleo no se refina no tiene valor, lo que se vende al final son sus derivados. Las refinerías mundialmente nunca las ha controlado la OPEP.
Ya en 1979 la OPEP perdió el control sobre los precios y en 1985 se retira de esa política; así fallaba en su afán de imponer cuotas de producción entre sus miembros. De allí la expresión "Club de Pinochos".
Las ansias de la OPEP de influir en los precios y volúmenes de petróleo lo que logró fue promover el hallazgo de vastas reservas de hidrocarburos, así como mejorar las tecnologías para el uso del carbón y la energía nuclear, promover las energías renovables y elevar la eficiencia energética. El petróleo se convirtió en un commodity (transable a precios de mercado), complicándose la situación al usarse como refugio de inversiones debido a la caída de las monedas "fuertes" y otros valores
¿Tiene futuro la Organización? Esto dependerá en gran parte de cómo se comporten estos factores: 1) si los mal llamados petróleos "no convencionales" llegan a ser comerciales; 2) si los derivados del petróleo, como la gasolina y el diesel, sufren una merma en la demanda futura; 3) si se encuentran sustitutos económicos a los derivados usados en el transporte; 4) si los países OPEP no están en capacidad de satisfacer la creciente demanda; y 5) si los petroestados se reducen.
No se trata de que la OPEP controle 77% de las reservas de petróleo, lo importante es estar en capacidad de producirlas, porque a los precios de hoy cada vez surgen en los no OPEP nuevas reservas de petróleo y gas natural "no convencionales". Las reservas de lutitas petrolíferas se han estimado entre 2,8 y 3,3 billones de barriles, más del doble de las "convencionales". La Shell puede producirlas a costos tan bajos como 30 dólares el barril. En los derivados del crudo, su uso está concentrado en el transporte en un promedio mundial de 50%, porque para los otros usos vitales (generación de electricidad y calefacción) ya han sido sustituidos por el gas natural, la energía nuclear y el carbón; en el transporte, por el uso creciente de la electricidad, se irá reduciendo la necesidad de petróleo.
En cuanto a la facultad de la OPEP de elevar su producción para atender la creciente demanda, vale recordar que en 1960 los países OPEP tenían 40,6% de la producción mundial, y 50 años después, el 41% del mercado. Pasa el tiempo sin cambio serio alguno. En los últimos 10 años Venezuela redujo su producción en 700 mil barriles diarios: también han reducido Argelia, Irak y Nigeria. Mientras los otros han aumentado su producción tímidamente. La pregunta ¿por qué los países OPEP no han elevado su producción al ritmo de las exigencias de la demanda? Venezuela, en 1960 tenía 13,6% de la producción mundial; 50 años después tiene apenas 3,1%. Así, en 1970 (máxima producción) teníamos 16,4% de la producción de la OPEP, en 2009 el 7,4% (con la cifra real la participación es menor).
Por último, los Estados petroleros tenderán a modernizarse, y esa industria será una más. Esos Estados, al dejar de ser patrones petroleros, su estadía en la OPEP no tendrá razón, querrán que las fuerzas del mercado muevan ese recurso, mientras posea influencia mundial, porque después no tendrá uso masivo alguno y menos fuerza geopolítica. La nueva Asamblea tendrá que pronunciarse sobre este asunto.
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