La Victoria del 2012 se Construye en el 2010
Freddy Ríos Ríos.
La compleja unidad
En contra de los pronósticos de la mayoría de las encuestadoras, la Mesa de la Unidad Democrática, acertó en la propuesta estratégica y táctica y derrotó al chavismo en las elecciones para diputados a la Asamblea Nacional.
Miguel Salazar atribuye esa derrota a la falta de voluntad para asumir que el proceso está en decaimiento, porque no es viable “Un mandato donde prevalece el culto a la personalidad y la sumisión al líder”, asumiendo en su análisis como premisa que “Es un error polarizar nuestro país entre el mal y el bien”, y en consecuencia “Una élite no puede definir las circunstancias para avanzar en el socialismo, ni mucho menos definir cuáles son las condiciones objetivas y subjetivas para el desarrollo”.
Errores garrafales que no pudieron ser resueltos a pesar que todas las instituciones del Estado, fueron puestas al servicio del PSUV sin que la mayoría del CNE, por decencia, llamara la atención sobre la reiterada violación a la Ley. Salazar asume que otra de las falencias del proyecto que lidera Chávez y a nuestro juicio eso es fundamental, “es que se percibe la organización política como una escuadra militar donde prevalece la obediencia debida” y remata con un consejo “No se olviden que, por mucho que se alabe una unión cívico-militar, la revolución es cosa de los civiles”.
La Mesa de la Unidad Democrática
La MUD siempre en el ojo del torbellino, asediada por managers de tribuna, no cayó en las provocaciones que montaron a su alrededor, y los 165 candidatos patearon calle, mientras Chávez silenciaba a sus desconocidos prospectos haciendo una campaña nacional que no le dio resultado.
Fausto Masó acertadamente asienta: “Nuestros vilipendiados partidos derrotaron a Chávez el 26 de septiembre y de paso también a los agazapados zamuros de la oposición”. Fausto recoge la percepción del país político y expresa: “Ganaron los partidos, ahora les toca renovarse, abrir sus puertas de verdad verdad: seleccionar a sus autoridades y a sus candidatos por primaria. Darle oportunidad a los independientes…”. En este sentido los partidos a partir del 27, comenzaron seriamente a convertirse en lo que realmente son, los protagonistas de la política, atrás quedaron, sin haber hecho autocrítica alguna los actores no políticos que protagonizaron los desaciertos del paro, del golpe como única salida, y de la abstención electoral.
Es obligación de los partidos reivindicar la política como pensamiento y acción, rescatar la dignidad de la política y decirlo, reivindicar el oficio en la acción y en la praxis. Es necesario reidiologizar los partidos, sin hipocresías, social demócratas o social cristianos o liberales.
Hay que rescatar al país de la destrucción de las instituciones y organizaciones que significó el control mediático, que tuvo su mejor expresión en la novela “Por estas calles”. El proyecto antipolítica y anti partido se originó en la derecha que promocionó la antipolítica como medio para alcanzar el poder, castrando al Estado, para que se esparcieran las fuerzas de un mercado sin control.
En esa coyuntura crearon una separación irreconciliable mediante el mito separatista absoluto entre los partidos y la sociedad civil, y los partidos cometieron el irreparable error de tratar de controlar todas las organizaciones no gubernamentales. Esta suma de errores trajo estos lodos, que nos llevan a aprender que el Estado Nacional y la democracia dependen en mucho de la neutralización de la antipolítica y que la toma de decisiones esté en manos de actores no electos, que no rinden cuentas y son inauditables de sus responsabilidades.
La democracia requiere de diversidad de instituciones, grupos, organizaciones, es necesario garantizar que la pluralidad tenga escenarios para la discusión, la democracia a final de cuenta es institucionalidad, sin moralina, es libre juego, es arbitraje de discrepancias, es estado de derecho, la democracia es ejercicio de ciudadanía, creación de igualdad de oportunidades.
Las pasadas elecciones
Las recién pasadas elecciones también señalan dos hechos importantes, el fortalecimiento de los partidos como organizaciones de intermediación y una peligrosa regionalización de la política partidista. Lo primero como referencia a la necesaria construcción de partidos que estén haciendo vida en todo el país, lo segundo para evitar la proliferación de caudillitos nepotes que se traspasan el poder en círculo intrafamiliar.
En un país polarizado y aquí se constata otro error de las encuestadoras y de los analistas políticos, que hacían permanente hincapié en evitar la polarización. Evitar la polarización con Chávez es imposible, él es el candidato único a todas las posiciones, a las juntas comunales, a los concejos municipales, a las alcaldías, a las asambleas regionales, a las gobernaciones, a la asamblea nacional; lo demás no cuenta, él es el ego multicandidato. En esas condiciones no podía apagar al mismo tiempo, solo, con un conteiner de bacalaos en el hombro, 165 fogatas que prendían esperanzas en todos los horizontes del país. Chávez ya no sopla tanto y tiene mal aliento.
La estrategia funcionó porque no tenía enfrente un “Frijolito”, por el contrario los candidatos hicieron su trabajo a pesar de la campaña contra la unidad, del reiterado rumor que existía desacuerdo entre los partidos, los reclamos de las ambiciones insatisfechas y la proliferación de laboratorios fabricantes de leyendas urbanas.
Las verrugas del chavismo
Los errores de Chávez eran una visible verruga, fracasos en las movilizaciones de los empleados públicos que obligados y fastidiados acudieron a los actos del PSUV, tuvo que recluirse intramuros, en lugares cerrados de poco aforo, con tomas cerradas de TV y en caravanas de vehículos oficiales, montado en un camión, tratando de auto animarse, como reina de carnaval de pueblo.
Por otra parte le fue imposible focalizar su campaña en un solo contendor, a pesar de los esfuerzos de escoger a Henry Falcón como contraparte, cuando la realidad era variopinta, múltiple, plural y con una dirección clara que desenmascaró en cada circunscripción los grandes errores del régimen. Por último en ese esfuerzo táctico equivocado, Chávez se disolvió en una pelea con 165 fantasmas que le salían por todos los pueblos, de todos los estados, que le impedían la fijación de la diatriba en un candidato, la calificación de escuálidos, pitiyanquis, vende patrias, traidor, pro imperialista, cipayo, oligarca, contrarrevolucionario, que está en el “Manual” de todas sus campañas.
El 27S se puso sobre el tapete las nuevas realidades de la política nacional, las que tendrán una resolución en las elecciones presidenciales de 2012. La primera es la escogencia del candidato presidencial, el método Petkoff, Rosales, Borges parece agotado. El candidato que enfrente a Chávez deberá ser escogido en primarias, Chávez anda loquito con la brújula perdida buscando un frijolito, en quien descargar el armamento descalificador que lo caracteriza.
Ello significa que la oposición democrática deberá escoger ese candidato cuando las condiciones objetivas determinen que es el momento preciso, porque hay que dejar que Chávez se siga desgastando, y a partir del 5 de enero, los diputados de la unidad en la AN, deberán utilizar esa tribuna para controlar efectivamente la gestión de gobierno y especialmente para investigar y denunciar la corrupción política que lo afecta, la violaciones al estado de derecho, y las desviaciones totalitarias de la democtadura que gobierna.
No va a ser fácil para Chávez y la manga del incompetentes que lo acompañan, desmontar las acciones de una oposición caracterizada por la experiencia política, la cultura, el conocimiento técnico y las habilidades y destrezas de un equipo de asesores experimentados que la acompañe en la Asamblea Nacional. Estas acciones deberán impeler a la MUD a la designación de un Gabinete de Sombra, con suficiente prestigio y capacidad de respuesta, no sólo para criticar los desafueros productos de la ignorancia administrativa, sino también para proponer soluciones a los grandes problemas del país, en estrecha cooperación con el grupo parlamentario de la unidad en la AN.
Darle un varapalo
Llegó la hora de darle su varapalo al autócrata militar carente de talante democrático, aprovechando el revés táctico y la derrota estratégica que sufrió, producto de multicarencia profesional.
Es sin duda el mejor momento de la oposición para avanzar en el proyecto unitario hacia una concertación a mediano y largo plazo durante el período de transición y reconstrucción. El Saco de los Alacranes esta convulsionado porque en política siempre será verdad lo que dice Alfonso Guerra: “Los que apoyaron a los perdedores no pueden haber vencido”, porque en el PSUV se resume, como cita Manuel Caballero: “Lo que Hannah Arend llamó con mucha justeza un conglomerado de desclasados de todas las clases”, lo que incluye a nuestro criterio civiles y militares.
En el PSUV tiene que haber turbulencias y ventiscas, las confrontaciones inevitables entre militares y civiles, entre revolucionarios y derechistas, entre pro cubanos y anticubanos. Pelea soterrada y silenciosa, todos conocen que perdonó a Arias, quien participó en el golpe de abril y encarceló a su compadre Baduel que le abrió las puertas del regreso. A Chávez lo afecta el síndrome de la incertidumbre, donde los errores son imprevisibles, oye lo que le interesa y en esa ansiedad, el capitán del naufragio del país está en eclipse, que según dicen los astrólogos es un fenómeno irreversible.
La unidad hacia el 2012
Hoy más que nunca en este lado del rio hay vida, es necesario analizar con sindéresis el momento de la escogencia del candidato, Chávez necesita con urgencia un contendor para evitar el deslave popular, todos los días hay menos adeptos, con los riesgos de depender de una militancia clientelar.
La Mesa de la Unidad no debe caer tampoco en las preocupaciones de los impacientes de la oposición, de los cientistas de la política de mercadeo electoral, de oraculotes y oraculitos, el candidato debe elegirse en el momento que más nos convenga, ese momento nos los dirá la vida. No más tarde, no más temprano, la pelota está en el campo contrario y los problemas se agudizarán, la impaciencia es miraflorina.
El candidato de la unidad
Decía Winston Churchill que mientras más hacia el pasado puedes ver, mucho más puedes ver hacia adelante, los 12 años de Chávez están llenos de más derrotas que triunfos para la oposición. Se ha impedido, por la pelea constante en la calle, que le de el palo a la lámpara, a pesar que los demás poderes públicos han celestineado todas las truculencias arbitrarias que han permitido tenerlos a su servicio conformando una cuasi legalidad neo dictatorial. Le impedimos la reforma constitucional y a pesar de la trampa circuital, de la reforma a la Ley de Procesos Electorales, le ganamos las elecciones. La MUD que debe ser una institución permanente de coordinación y diseño de políticas, debe hacer del tiempo el mejor aliado para el triunfo, mientras menos tiempo tenga Chávez sus decisiones serán más difíciles y dolorosas, teniendo en cuenta como decía Bohr: “Predecir es algo difícil, especialmente si se trata del futuro”, entonces la estrategia política debe estar dirigida a derrotar la estrategia militar del teniente coronel. Para ello se debe tener en cuenta que la única verdad es la realidad. Hay que estar convencido de que el plan chavista ha sido puesto en práctica desde el primer día que arribaron al poder y actúan como dice Giordani conceptualizando el falso supuesto que la realidad se comporta como el modelo que tienen en la cabeza.
La próxima tarea es concomitante con el trabajo a realizar en la Asamblea Nacional, se debe elegir al mejor candidato para enfrentar a Chávez, ya algunos han manifestado sus aspiraciones, es bueno abrir ese debate, que la gente los oiga, sepan lo que piensan, cómo se debe enfrentar la crisis, cual debe ser el alcance del pacto unitario. El método de primarias debe tener como objeto, evitar la disgregación de los perdedores, tener una segunda vuelta, lo cual nos permitirá un candidato que represente las grandes mayorías y el reagrupamiento de la unidad opositora. Como dice Ángel Eduardo Álvarez: “no se pueden predecir los resultados, pero si se pueden controlar las estrategias”, controlando las estrategias, no pueden caber dudas, que se minimizan los riesgos en los resultados.
Debemos alejarnos de todo dogmatismo, de los fanatismos y la intolerancia, está en juego la suerte de la república, sólo nos queda la franqueza y la trasparencia democrática. El camino del triunfo se empieza a construir ahora, fortaleciendo la política y fortaleciendo los partidos, y los partidos asumiendo su responsabilidad de hacer política en grande.
Pareciera que hoy hay mucha dispersión política, nacional y regional, pensar en grande en política significa reagrupar ideologías en la modernidad, en la globalización, en un mundo globalizado, casi sin fronteras. Hay socialdemócratas, democratasociales, socialistas democráticos y demócratas de izquierda, los cuales deberían por lo menos reintentar un esfuerzo unitario. El PDN nació como una necesidad en la lucha contra la dictadura de Gómez y el post gomecismo, allí abrevó fuentes AD y PCV, después en el tiempo esos partidos tienen hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. La conciencia política aconseja por lo menos un intento de reagrupación familiar porque todos tienen en común la defensa ultranza de los valores democráticos y la creencia en la globalización como forma de ingresar a la modernidad y compartir aquello de “tanto Estado como sea necesario, tanto mercado como sea posible”. Durante la crisis de 2008 que sacudió los cimientos de la economía mundial los discípulos de Friedman no tuvieron ningún rubor en buscar soluciones en el baúl de Keynes, los demócratas venezolanos esperamos que en el 2012 “Florezcan Mil Flores” y estamos convencidos también como decía Mao que la política como la vida es “Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de nuevo, volver otra vez a luchar y así hasta la victoria.”
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