Los Arzobispos y Obispos de Venezuela nos dirigimos a todos los venezolanos, como pastores de la Iglesia Católica y como ciudadanos, para invitarles a reflexionar sobre la particular importancia que tiene la jornada electoral del 6 de diciembre de 2015, en la que más de diecinueve millones de electores son convocados para elegir los diputados y diputadas a la Asamblea Nacional. Ésta cumple una función fundamental dentro la organización del Poder Público Nacional y sus decisiones tienen importantes consecuencias en la vida de todos los que habitamos en Venezuela.
Es necesario que los ciudadanos tomemos conciencia de la seria responsabilidad de participar en estos comicios. El voto de cada uno tendrá un peso fundamental para la construcción de una sociedad más democrática y pacífica. Todos deberíamos sentirnos llamados a ejercer un derecho inalienable y cumplir con un deber moral de gran trascendencia para el presente y el futuro del país.
La jornada electoral del 6 de diciembre y la campaña que la precede deben ser una expresión clara de los valores ciudadanos y democráticos en los que aspiramos vivir la inmensa mayoría de los venezolanos. Entre estos valores están: la justicia, que nos exige respetar los derechos de toda persona, aun del que piensa distinto, y establecer relaciones de armonía en la promoción del bien común; la libertad para elegir sin coacción ni restricciones; la participación libre como factor esencial para el fortalecimiento de la democracia; la honestidad, que implica que los candidatos presenten propuestas reales que respondan a las grandes necesidades e intereses del pueblo, especialmente de los más necesitados y vulnerables, evitando promesas falsas con fines meramente electorales; la tolerancia y el respeto, que exige se condenen como tácticas electorales, la violencia política, el miedo y la descalificación personal; la equidad, por la que se garantiza a todos los aspirantes el acceso igualitario a los medios de comunicación y propaganda; la prudencia, que nos dispone a discernir el verdadero bien y a elegir los medios para realizarlo.
El Consejo Nacional Electoral tiene una tarea fundamental en todo este proceso. De acuerdo a las facultades que le otorga la Constitución es el supremo responsable y garante de la transparencia del proceso y del clima de confianza que debe acompañarlo. Debe asegurar el cumplimiento de las leyes y normas electorales, el respeto a la opción del elector y al secreto del voto, y facilitar el ejercicio de sus derechos. Consideramos que la presencia de observadores internacionales ayudará a fortalecer la confianza y la transparencia del proceso.
Los organismos del Estado deben garantizar el clima de seguridad ciudadana y el equilibrio en el uso de los recursos electorales. En particular, los integrantes del Plan República son los encargados por oficio de velar por el desarrollo seguro, pacífico y confiable del evento comicial.
Los miembros y los testigos de las mesas de votación deben propiciar un sano ambiente de convivencia y de trabajo en los Centros Electorales que facilite el sufragio, fomente el respeto mutuo y promueva la colaboración entre todos. Cada Centro Electoral, cada mesa, debe ser un lugar en que se haga patente el valor de la democracia, el ejercicio de la ciudadanía y la aceptación de la diversidad de opciones y opiniones.
Auspiciamos que las elecciones del 6 de diciembre se desarrollen pacíficamente, con amplia libertad, respeto y la mayor participación posible, y que los diputados electos procedan con libertad de conciencia, buscando el bien de sus regiones y de la nación, y no sólo de los partidos políticos que los apoyan. Los resultados deben contribuir a favorecer el equilibrio democrático, por encima de los intereses particulares y partidistas.
Invitamos a los creyentes a que elevemos nuestras oraciones a Dios, Señor de la historia, por el éxito del proceso electoral y la paz social de Venezuela (Cf. 1 Tim, 2, 1-8). Bendecimos las diversas propuestas de oración que desde grupos de fieles y parroquias se han venido realizando, a favor de un proceso electoral democrático, transparente y pacífico. Pedimos a todos los Párrocos y Rectores de Iglesias, que el domingo 29 de Noviembre, realicen una Jornada de Oración por las elecciones, implorando que el Espíritu Santo nos conceda la sabiduría e inteligencia espiritual que necesitamos para construir una patria donde se conviva pacíficamente en la tolerancia y el respeto mutuo. Invocamos la protección de Ntra. Sra. de Coromoto, Patrona de Venezuela, e impartimos con afecto nuestra bendición a todos los habitantes del país.
Caracas, 10 de Noviembre de 2015
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